¿Comen los patos del estanque?

Hay vida más allá de la grave crisis provocada por el coronavirus? Sí. La primavera llega, florecen los árboles, el viento sopla y las personas envejecen con el paso del tiempo. En ocasiones, aunque parezca que el mundo ha frenado su actividad o detenido el reloj, todavía está en movimiento.

Nuria del Moral es una vecina de la capital que, como prácticamente todo el mundo, únicamente sale de casa para lo justo y lo necesario, nada que no sea imprescindible. Como cada anochecer, sacó a pasear a su mascota por las inmediaciones del parque de La Concordia, frente a la Plaza de las Batallas. Esa noche —la del pasado jueves— iba a ser testigo de algo que, por su sorpresa, no esperaba.

Al llegar con su perro a la zona del estanque, donde los patos viven en armonía, se dio cuenta de que estos animales se acercaban demasiado. “Ha sido impresionante, venían todos a buscarme mientras estiraban los cuellos... Es la primera vez que veo eso”, asegura Del Moral, que acudió a conciencia al parque, ya que, según cuenta, la avisaron de que “no le daban de comer a los patos”. Quien se lo dijo a ella era un trabajador de FCC, empresa concesionaria del servicio de limpieza en la capital, que concretamente se dedica a las labores de jardinería en el parque.

“Por lo visto, ellos no pueden hacer nada... Fui a comprobarlo yo misma mientras sacaba a mi perra y, como le digo, ha sido impresionante”, indica esta vecina de la capital, que ya denunció a finales de octubre del año pasado la presencia de un pato malherido en el estanque de La Concordia que fue tratado altruistamente por un veterinario y que seguramente ya esté de nuevo junto a sus hambrientos compañeros. El caso es que, según detalla Del Moral, es ver los patos a alguien merodeando por allí y acudir con un gesto que pide comida “a gritos” sin hacerlo. “Otra chica ha traído ‘gusanitos’ y se peleaban entre ellos”, lamenta esta vecina, que aporta a su testimonio unas imágenes en las que, efectivamente, se ve cómo una joven lanza “gusanitos” al estanque y los patos acuden desesperados para no quedarse sin bocado.

En esta misma línea, Del Moral asegura que llamó al Ayuntamiento para trasladarle su preocupación, pero que no obtuvo respuesta. También intentó contactar con la Policía Local, desde donde le aseguraron que ellos mismos se encargaban de la gestión, por lo que se quedó mucho más tranquila. Además, esta vecina lanzó el vídeo a las redes sociales, que se han llenado de comentarios críticos al hecho que ella afirma, que se deje a estos animales sin comer.

raciones diarias. Pero, ¿comen más allá de lo que cualquiera que pase por el Parque de la Concordia les de? La respuesta es clara. Sí. Se podría pensar que la crisis del coronavirus obliga al Ayuntamiento a asumir una carga de trabajo mayor, por lo que otras labores pueden quedar reducidas o, simplemente, en el olvido. No es el caso. Desde la Administración local hacen especial hincapié en que los patos reciben la ración diaria de pienso que les corresponde.

El “quid” de la cuestión es que el confinamiento de los humanos parece que les viene ahora como una dieta, puesto que donde antes tenían la sobrealimentación de gominolas, dulces, “gusanitos” y pan que le lanzan los niños, ahora no la tienen. Además, desde la Administración local aseguran que estaban acostumbrados a algo que no era normal, por este motivo, reiteran que estos animales que habitan en el estanque del parque de La Concordia están perfectamente alimentados. Asimismo, incluso con el volumen de trabajo provocado por la crisis sanitaria, los patos están atendidos, pero no por los jardineros, que solo podan y cortan, sino por el Área municipal de Salud Animal.