Clásicos del centro con encanto

Comercios de siempre, varios con algo más de cien años, y conocidos por todo el mundo

23 mar 2020 / 16:30 H.
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Referentes del entramado comercial de la ciudad. La veteranía es un grado, dice el dicho popular. Y este lema puede aplicarse perfectamente en el mundo de los comercios de calle, los más cotidianos.

En la zona céntrica de la ciudad hay una serie de establecimientos que se resisten a caer con el paso del tiempo ofreciendo el mejor trato y servicio a sus clientes. Unas garantías de éxito que suponen la fidelización de una legión de personas que tienen en estos establecimientos su referente a la hora de solucionar cualquier problema. Uno de esos comercios es la mercería “La Verdadera”, que desde 1934 ofrece soluciones de todo tipo a sus clientes. “Algunas veces ha venido gente, que iba de boda, a arreglarse un botón de la chaqueta o del pantalón”, asegura Blanca Villajos, gerente del local.

Dos años después, en 1936, año de inicio de la Guerra Civil, comenzaron su actividad dos negocios que ya son un estandarte en sus respectivos sectores. Se tratan de Confitería Barranco y Óptica Amate. El primero, situado a escasos metros de la calle Espartería, ofrece desde 1936 las tartas más exquisitas, al estilo tradicional, a todos los jiennenses. “Nuestra fórmula es trabajar con productos naturales, de calidad y ser fieles a la tradición”, apunta Rosa Barranco, quien reconoce que su negocio espera seguir adelante porque su hijo, Alberto Esteban, “está entrando” en el sector. Ubicado en la carrera de Roldán y Marín se encuentra la óptica Amate. Este comercio, poco a poco, ha ido consiguiendo un gran prestigio en el sector y son decenas de personas quienes lo visitan en busca de las últimas tendencias en gafas. “Todos los clientes saben que aquí ofrecemos un buen servicio, de ahí que nos hayamos consolidado y, si los jiennenses se encuentran a última hora con un problema en sus monturas, pueden acercarse aquí para arreglarlo”, asegura José María Francés, responsable de un negocio que ya avanza por su tercera generación.

SERVICIO DESDE SIEMPRE. Hay algunos establecimientos que cuentan, al menos, con un siglo de antigüedad. Este es el caso de la Ferretería La Lima, cuyas primeras referencias datan de finales del siglo XIX. Antonio Garzón es actualmente el responsable de un local que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. “La fórmula para seguir adelante es trabajar mucho y, en mi caso, sin tener personal, haciéndolo todo solo”, señala Garzón. Pese a que hay establecimientos similares en barrios de la ciudad, Gómez tiene una consigna clara: “Todo el que viene aquí tiene problemas, desde cambiar una llave hasta una cerradura rota, pero si le das una solución y le ofreces un buen trato, el cliente sabe que aquí tiene su ferretería”.

Otro negocio céntrico con más de un siglo de historia es la tienda conocida como El Donato. Actualmente es una tienda que se dedica, sobre todo, a la venta de ropa para bebé y niños, pero que en sus orígenes fue un bazar. Su actual responsable, Francisco José Cañas, regenta un establecimiento que guarda muchas anécdotas: “Una famosa, no recuerdo quién era, compró un vestido de niña y ese vestido lo sacó en la televisión; unos días después vino una señora, vio el mismo vestido y dijo que salió en la tele, entonces yo le dije que lo compró aquí”.

Por otro lado, hay otros dos negocios con una gran tradición y que guardan unas raíces en común: El Pósito. A escasos metros de dicha plaza se encuentra El Pósito Menaje, un negocio del que se encargan actualmente los hermanos José y Javier Delgado. Un comercio que acumula alrededor de 70 años de antigüedad. “Estamos especializados en menaje (...) no es por las tiendas de otros barrios, sino que el centro de Jaén no se encuentra muy bien y el comercio, en general, tampoco”, reconoce Javier.

Ahora se encuentra en la conocida como calle Espartería, pero Almacenes del Pósito mantiene la esencia de su anterior ubicación. Su escaparate ofrece una gran variedad de productos a granel y de calidad, aunque, como reconoce Luis Lietor: “La clave es la semilla”. A día de hoy, estos ilustres negocios están viviendo días difíciles, pero por su trabajado se han ganado el respeto de todos.

Jaén