Cinco años desde el día que se paró la provincia y el mundo

Hoy se cumple el quinto aniversario de la declaración del Estado de Alarma en España

14 mar 2025 / 18:40 H.
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Es imposible encontrar a alguien que no recuerde que estaba haciendo aquel 14 de marzo de 2020 cuando se decretó el estado de alarma. La preocupante evolución de la pandemia de covid-19 arrojaba serias dudas entre los profesionales sanitarios, que se protegían como podían ante un virus que actuó como un bestial tsunami. La sociedad, envuelta en una nube de incertidumbre, se encerró en sus casas en un confinamiento histórico marcado por el anuncio diario de cifras demoledoras de fallecidos y contagiados, y con la sensación de no conocer bien lo que estaba ocurriendo.

La provincia de Jaén, al igual que el mundo, se detuvo hoy hace cinco años, dando paso a la primera página de uno de los capítulos más negros de su historia reciente, pero en el que también hubo razones para la esperanza gracias a la solidaridad del ser humano. Las imágenes de los hospitales desbordados, las cuidadosas medidas de prevención y las ciudades fantasma parecen ahora lejanas, pero marcaron un antes y un después en una generación que creció en la peor crisis sanitaria del siglo. Para hablar del primer contagio en la provincia hay que remontarse dos semanas atrás, al 28 de febrero de 2020, cuando una enfermera de Arjonilla se infectó en Torrejón de Ardoz, donde trabajaba.

Cinco años después, la cifra de habitantes de la provincia contagiados alcanza los 137.757 positivo según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en verano de 2023. Además, 8.069 jiennenses precisaron hospitalización, con 584 atendidos en cuidados intensivos y superaron la enfermedad 135.285. Los fallecimientos, desde el primero el 14 de marzo de 2020, se cifran en 1.686 con los últimos datos.

El 27 de diciembre de ese mismo año, Encarnación, de Linares, y Antonio, de Bélmez de la Moraleda, hacían historia al convertirse en las primeras personas de Jaén en recibir la vacuna contra el virus. Un avance científico que supuso un antes y un después en el desarrollo de una enfermedad que sacudió con fuerza a la sociedad, y que para algunos se encuentra ya lejana en el tiempo. Sin embargo, la probabilidad de que una nueva pandemia aparezca sigue vigente, y por ello los profesionales sanitarios reivindican una mejor preparación para que esta terrible historia nunca vuelva a repetirse.

Cinco años desde el día que se paró la provincia y el mundo

Ayuda incombustible a pesar de la dificultad

Las medidas restrictivas de la covid-19 paralizaron prácticamente todo, y en Cáritas Diocesana de Jaén esto no fue una excepción. A pesar de ello, el colectivo jiennense trató de adaptarse a esta nueva realidad y prestó ayuda básica de manera telemática. “Intentamos mantener el apoyo a las familias con las que ya estábamos trabajando, por lo que no se detuvo la atención primaria, que empezó vía telefónica” , explica a Diario JAÉN Rafael Ramos, director de Cáritas Diocesana Jaén. A partir de aquí se pudieron llevar a cabo gestiones como ayudas para alquiler, aunque no era posible la atención en primera persona. La vuelta a la realidad se produjo de forma progresiva, y los voluntarios comenzaron a llevar comida y prendas de ropa a domicilio a los demandantes de ayuda. Además, el virus azotó especialmente a los integrantes del colectivo, pues muchos de ellos, de más de 60 años, contrajeron el virus y fallecieron.

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El alma de una sociedad que luchó contra lo desconocido

El confinamiento trajo consigo imágenes inéditas en todo el territorio jiennense. Sin embargo, si había algo más escalofriante que ver calles sin un alma fue asistir a diario a la publicación de unas cifras de fallecidos que estremecían a cualquiera.

En mitad de aquel caos, la sociedad jiennense se desvivió para tratar de normalizar, en la medida de lo posible, una situación nunca antes vivida y en la que no se sabía muy bien como proceder. En primera línea de “batalla”, los sanitarios se cubrían como podían para protegerse, al mismo tiempo que se multiplicaban lo indecible para atender a sus pacientes. Lo sabe bien Pedro José Gómez, joven enfermero sabioteño, que tuvo su primera experiencia profesional en la fase aguda de esta crisis sanitaria. “Fue todo un caos, había mucha gente esperando ser atendida a los pasillos, a lo que se unía la falta de material para los sanitarios”, explica. En la misma línea se sitúa Isabel Quesada, matrona del Hospital de Jaén. “Pusimos en marcha una plataforma de matronas para que las gestantes se siguieran sintiendo acompañadas y poder minimizar la situación”, apunta.

Papel determinante fue el que desarrollaron también los cuerpos de seguridad, que patrullaron unas calles vacías. “No me gustaría que se repitiera, vimos imágenes dantescas, con la gente con miedo a acercarse”, recuerda Rafael Domingo, intendente principal jefe de la Policía Local de Jaén. El presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Peñamefécit, Rafael Serrano, también recuerda con inquietud estos días. “Nos pusimos al servicio de la ciudad con pedidos a domicilio”, rememora. Encomiable labor que tiene un valor incalculable en una de las páginas más negras de la historia reciente.

Jaén