Científicos e industria fuerzan el ritmo contra el coronavirus

Amedio y largo plazo la ciencia es la que tiene la respuesta contra el coronavirus. Y está en ello a marchas forzadas. Se están desarrollando al menos 20 vacunas y se han identificado una treintena de fármacos, algunos de los cuales ya están en una fase muy avanzada de ensayo. Son datos de la Federación Internacional de Industria Farmacéutica en un documento difundido el 3 de abril. En apenas dos semanas se ha pasado de 4 a las 20 vacunas en investigación, según apunta Farmaindustria, la federación española integrada en la internacional.

De los más de treinta fármacos en desarrollo 14 están en fase inicial de investigación; 4 en desarrollo con pruebas de seguridad en humanos; 3 en pruebas de eficacia y seguridad en pacientes, y 1 en fase hospitalaria aplicándose de forma generalizada. Hospitales y empresas en España protagonizan varios de los ensayos clínicos en marcha o a punto de iniciarse con antivirales ya conocidos como la hidroxicloroquina, entre otros.

Esperanza y expectación es lo que genera en la población esta ofensiva mundial de la ciencia y la industria farmacéutica. Y preguntas a las que responde a este periódico Francisco J. Esteban, investigador de Biología Celular de la Universidad de Jaén.

vacunas. Las vías de investigación y ensayos son muchas y en aceleración, pero , ¿cuánto tiempo tardaremos en ver resultados? “No es fácil concretar pero, dadas las circunstancias, el trabajo está siendo muy intenso tanto por parte de la comunidad científica como de las ‘farmas’ y de los organismos reguladores, de modo que se puedan reducir los plazos lo máximo posible pero se obtenga una vacuna que sea segura”, responde el investigador. Y añade: “Todo apunta a que quizás pueda transcurrir, como poco, un año”.

tratamientos. Los ensayos con fármacos para curar a los enfermos por el covid-19 son tan numerosos, o más, que los de las vacunas. También es crucial el tiempo que tardarán en aplicarlos. “Depende del tipo de fármaco y me explico: generar un fármaco totalmente nuevo y específico frente a este coronavirus sin duda puede requerir varios años, pues habría que comenzar con los análisis moleculares concretos y básicos para su diseño, generación y el estudio del mecanismo de acción en experimentos denominados ‘in vitro’ y después ‘in vivo’ con animales y humanos”, explica Esteban.

¿Y más a corto plazo? “Todo puede ser mucho más rápido si se utilizan fármacos ya aprobados y de uso clínico habitual en otras enfermedades, en cuyo caso sólo hay que llevar a cabo los ensayos clínicos propios para establecer dosis y eficacia. Ya hay resultados preliminares muy esperanzadores pero de los que se requiere aún que, además de funcionar, sean seguros. Los más optimistas apuntan hacia finales de abril”, precisa.

La doctora Nuria Montserrat y su equipo multiplican —papel fundamental de células madre— miles de “microrriñones”. Un equipo sueco los infecta con el virus y un equipo alemán aporta un medicamento, el APN01, que engaña al virus al simular la proteína en la que se escuda para entrar a saco en el pulmón. ¿Es una vía prometedora? “Este es un bonito ejemplo de la importancia de cómo la ciencia básica y los modelos experimentales pueden ser de muchísima utilidad en el momento más oportuno, y de que hay que apoyar, promover y financiar la ciencia. La situación actual ha hecho que se produzca salto rápido del modelo experimental al ensayo clínico más directo, creo que inicialmente sobre 200 pacientes”.

¿Qué referencias tiene? “No me cabe ninguna duda sobre el rigor científico y buen quehacer de este grupo de investigación y, por el bien común, sería genial disponer del APN01, que es un fármaco que impide la infección del coronavirus, más que una vacuna como tal”, concluye esperanzado.