Castigo a un guardia civil por una denuncia que nunca fue

El agente influyó en una víctima de maltrato para que no acusara a su exmarido

    10 may 2016 / 12:45 H.

    El Tribunal Supremo ha ratificado la sanción impuesta a un guardia civil destinado en Sabiote por convencer a una mujer de Torreperogil para que no presentara una denuncia contra su exmarido por incumplir una orden de alejamiento. El agente fue castigado con cinco días de suspensión de funciones, es decir, sin empleo y sueldo. Se le consideró autor de una falta grave consistente en “omitir conscientemente una actuación a la que venga obligado por su función, destino o cargo”.

    Los hechos ocurrieron alrededor de las once y veinte de la noche del 28 de noviembre de 2012. El guardia civil en cuestión estaba de servicio junto a otro compañero del puesto de Sabiote. La patrulla fue requerida para un servicio en el pueblo vecino de Torreperogil. Una vecina alertó de que, en la puerta de su casa, se encontraba su exmarido, sobre el que pesa una orden de alejamiento.

    Los agentes se personaron en el domicilio en cuestión y comprobaron que el hombre ya no se hallaba por el lugar. Fue, entonces, cuando ambos guardias comenzaron una conversación “en tono distendido” con la alertante y con su madre, que también había acudido al lugar. “Trató de convencer a la mujer de que no tenía sentido denunciar, dado que su exmarido no se encontraba ya en la zona”, señala, de forma literal, la resolución sancionadora. Añade que el agente también le dijo a su interlocutora que conocía a su exmarido y que no era “una persona violenta”, por lo que no debía preocuparse. La mujer, finalmente, desistió su intención de denunciar, “influida por la postura del guardia”, que percibió como “parcial”.

    Aquella noche, la patrulla prosiguió su servicio con total normalidad, sin que esos hechos tuvieran más trascendencia. Sin embargo, el 3 de mayo de 2013, es decir, casi medio año después, fue el exmarido el que formuló denuncia contra la mujer por otros hechos. El sargento de puesto le tomó declaración a ella y fue, entonces, cuando relató lo que le había ocurrido el 27 de noviembre.

    Al agente se le abrió un expediente disciplinario como autor de una falta grave. En febrero de 2014, el general jefe de la Zona de la Guardia Civil de Andalucía le comunicó su sanción: cinco días de suspensión de empleo y sueldo. Esa decisión fue confirmada, en mayo, por la Dirección General.

    El agente no se conformó con el castigo y lo ha peleado en los tribunales hasta las últimas consecuencias. De hecho, recurrió ante el Supremo, al entender que no había podido presentar a dos testigos para defenderse. Sin embargo, el Alto Tribunal, a través de la Sala Militar Central, ha ratificado íntegramente la sanción para el guardia civil, que, en la actualidad, se encuentra en situación de reserva. Los magistrados confirman que cometió una falta grave por influir en la mujer para que no denunciara a su exmarido.