Carmina Cara busca al amor de su vida 60 años después

Han pasado casi 60 años y aún piensa en él. Fue un romance de juventud, de paseos al atardecer y corazones ilusionados. Carmina Cara López, natural de la ciudad de Almería, tiene 75 años y le conoció con solo 16 años. Emilio. No recuerda su apellido, pero sí recuerda que era de Jaén y que nunca ha podido olvidarse de los momentos que pasaron juntos. Y hoy se pregunta, ¿dónde está?

Fue sobre 1960, Emilio fue destinado a Almería para hacer la mili en el conocido como Cuartel de las Coronas, situado al final de la calle Pedro Jover de dicha ciudad. Carmina vivía, por entonces, cerca del cuartel, en el barrio de las Chancas, lo que propició que se conocieran. Ella confiesa que, por su edad, hay muchas cosas que se escapan de sus recuerdos, pero relata con gran cariño como paseaba con él por la ciudad, todos los días, sobre las ocho de la tarde. De hecho, Carmina asegura que se pasaba todo el día deseando que llegase la hora de encontrarse con Emilio, un hombre al que define como reservado, pero que se convirtió, rápidamente, en su primer amor.

Sin embargo, esos días de idilio quedaron interrumpidos. Cuando la madre de Carmina se enteró de que su hija se estaba viendo con un hombre le prohibió mantener aquella relación. La almeriense cuenta que su madre le dio una paliza que “la mató” y, tras esto, fue junto a uno de sus hermanos mayores a buscar a Emilio para reprenderlo. Después de ese día, Carmina volvió al lugar de encuentro en el que cada tarde se daban cita para verse, pero eso no volvió a pasar jamás y expresa, con tristeza, que ni siquiera pudo despedirse de él cuando este terminó su servicio militar en Almería.

Ella, unos cinco años después, se casó con otro hombre con el que tuvo cinco hijos, aunque hace ya un tiempo que este falleció. No tuvo una vida fácil, pues tuvo que trabajar muy duro para sacar a su familia adelante. Durante estos 60 años hubo muchas cosas y momentos que la hacían recordar a Emilio, pero hubo una ocasión que fue más que significativa. Afirma que un día accedió a que le echaran las cartas (aunque ella nunca antes creyó en eso, fue más, una especie de juego), y lo que le dijeron se le quedó marcado: había un muchacho se acordaba de ella, que vivía en Jaén, pero que estaba solo y, ahora, lo cuidaba un familiar. ¿Podía haber más coincidencias?

Pero Carmina no sabía qué hacer para encontrarlo. Con 75 años, admite que las redes sociales no son lo suyo y que, ciertamente, le preocupa que Emilio pueda ya no estar con vida, ya que era mayor que ella y la pandemia del coronavirus a afectado a muchas personas mayores. Pero no quiere rendirse. Es por ello que se puso en contacto con este periódico para encontrar al hombre que siempre ha estado en su corazón. Solo quiere saber si está bien, qué fue de él en todos estos años, cómo le ha tratado la vida y, por supuesto, si en algún momento él también se acordó de ella. “Es como una espinita que tengo”, expresa esta mujer cuando piensa en cómo no ha podido olvidarse de Emilio, de Jaén, en todos estos años.