Carmen Crespo: “El olivar saldrá damnificado con los ecoesquemas”

19 oct 2021 / 12:01 H.
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La titular de una de las carteras con más peso en Andalucía está convencida de que la propuesta del Gobierno de reforma de la Política Agraria Común, planteada en el Plan Estratégico Nacional, es un castigo al modelo agrícola de Andalucía que no merece el sector

Carmen Crespo: “El olivar saldrá damnificado con los ecoesquemas”

Anuncia que el Gobierno andaluz tiene elaborado un Plan Estratégico para la Mejora de la Competitividad con la participación de toda la sociedad andaluza que espera sea una herramienta para canalizar los fondos europeos y valorizar la profesión, además de ayudar a la incorporación de jóvenes al campo. Considera clave el papel de las mujeres en el campo, a quienes valora como “verdaderas heroínas” durante la etapa más dura de la pandemia

El próximo jueves será uno de los días decisivos para el futuro del campo andaluz y, en concreto, el olivar jiennense. Carmen Crespo Díaz (Adra, Almería, 1966), acudirá a la reunión de los consejeros de Agricultura de las diecisiete comunidades autónomas de España para definir el modelo de reparto de ayudas que llegan directamente de la Unión Europea. Está muy preocupada con los llamados “ecoesquemas”, unas prácticas de sostenibilidad con las que está de acuerdo, pero que considera un instrumento al servicio del Gobierno para encubrir una tarifa plana. Luchará hasta el final.

—Estamos en una semana decisiva para la agricultura de Andalucía, con la convocatoria de la Conferencia Sectorial de la Política Agraria Común (PAC) que marcará el futuro del campo andaluz. ¿Cuál será su posicionamiento?

—Estamos en la recta final del debate y la negociación del Plan Estratégico Nacional, desde el Gobierno andaluz lo tenemos muy claro y así lo estamos defendiendo de forma unida con nuestro sector. Sabemos lo mucho que se juega Andalucía y no vamos a admitir ningún paso atrás en los términos acordados en julio. Pero, sobre todo, no vamos a permitir que el Gobierno de España utilice los ecoesquemas como una excusa para imponer de nuevo la tasa plana o atender a presiones territoriales. Andalucía va a pedir al Gobierno de España que defina un número suficiente de regiones agroecológicas que de verdad representen la amplia diversidad de sus cultivos y explotaciones. Queremos unos ecoesquemas que sean sencillos y atractivos para los agricultores, que nos permitan seguir avanzando en sostenibilidad y cumplir con los objetivos medioambientales que marca Europa. Andalucía tiene mucho camino recorrido y queremos que así se nos reconozca. El Gobierno debe entender que no se puede hacer una buena PAC para España si no se cuenta con Andalucía.

—Jaén es la primera productora mundial del aceite de oliva y, por primera vez, el sector está unido en esta causa. ¿Cree que el Gobierno tendrá en cuenta el peso de esta provincia en la elaboración del Plan Estratégico Nacional? ¿Y de Andalucía?

—Como andaluz que es, el ministro es un perfecto conocedor de la agricultura y la ganadería andaluzas y, por lo tanto, de la jiennense. Es consciente de lo que supone a nivel económico para la comunidad y de lo que representa social y medioambientalmente para el país. Ahí están los datos de comercialización o los porcentajes de nuestra superficie ecológica que colocan a España en las primeras posiciones del ránking. El Ministerio no puede obviar a una potencia agrícola como Andalucía con un superficie agraria del 20% que aporta un 36% de la renta agraria nacional y congrega al 33% de los perceptores de la PAC. Si no hay un cambio de actitud o postura en las próximas horas por parte del Ministerio en la implantación de los ecoesquemas, estaremos ante una PAC injusta y perjudicial para Andalucía no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista social y medio ambiental. Y si hablamos de Jaén, el olivar jiennense puede ser uno de los grandes perjudicados por los ecoesquemas, con pérdidas que van del 5% al 21%. El Gobierno no ha atendido por ahora nuestra petición de que el olivar sea un ecoesquema “per sé”, dada su condición de sumidero de CO2. Aun acogiéndose a las prácticas medioambientales, los olivareros tendrían menos ingresos que con el actual pago verde (greening).

—¿Qué puede hacer la Junta de Andalucía para frenar una tasa plana posiblemente encubierta?

—Dijimos que estábamos dispuestos a trabajar en una simplificación en el número de regiones y en ese sentido Andalucía propuso distintos cambios comarcales para alcanzar un acuerdo. Entendíamos que el número de regiones, a priori, podría haber sido compatible con el modelo andaluz, pero no lo es cuando el Gobierno rechaza de plano la propuesta de Andalucía. El Gobierno de España penaliza la diversidad productiva que tiene Andalucía al imponer una arbitraria distribución comarcal con la que sólo persigue contentar a otras comunidades. Las propias organizaciones agrarias lo han dicho: el peligro no está tanto en el número de regiones productivas (que sigue establecido en un máximo de 20), sino en la forma de reagruparlas de manera que no se produzcan impactos económicos fuertes ni entre comarcas ni agricultores. Si el Ministerio sigue adelante con su postura de implantar esa injusta agrupación de las 20 regiones, nos va a tener enfrente.

—¿Considera que los escoesquemas son una oportunidad para el campo andaluz?

—Como ya he comentado, las prácticas beneficiosas para el medio ambiente o ecoesquemas no pueden convertirse en la excusa del Gobierno para imponer una tasa plana encubierta o atender a presiones territoriales, porque sería igualar injustamente agriculturas sin respetar la diversidad productiva que existe en este país. No podemos admitir una propuesta que supondría pérdidas superiores al 15% en zonas productivas tan importantes como el Condado de Huelva, la campiña de Sevilla, la Vega de Antequera o La Loma de Jaén. Estamos hablando de pérdidas que podrían alcanzar los 100 millones de euros anuales para los agricultores y ganaderos andaluces.

—¿Cree que el Gobierno central es sensible con las peticiones de cada uno de los consejeros de Agricultura o impera el color político en la toma de decisiones?

—Queremos que el Gobierno de España y en especial el ministro andaluz nos escuche. Aún estamos a tiempo antes de la próxima conferencia sectorial de buscar la flexibilidad y reconducir la situación. Andalucía pide al ministro que se implique directamente en la negociación de los ecoesquemas y no se deje sucumbir a las presiones territoriales. La PAC no se puede utilizar como herramienta política porque es una aportación a la renta de los agricultores vivan donde vivan. Con la PAC no puede haber compensaciones territoriales. La elaboración del Plan Estratégico Nacional requiere consenso. Ello implica que todas las comunidades tenemos que arrimar el hombro, pero no es lógico que la que haga el gran esfuerzo sea Andalucía, que presenta el 33% de los perceptores de la PAC. Le pido que reflexione y reconduzca la situación sobre parámetros que se ajusten a la auténtica realidad. Más de 500.000 andaluces viven del campo y aportamos el 36% de la renta agraria nacional. El esfuerzo y el trabajo bien hecho se premia, no se penaliza. Bastante decepción supone ya que Europa no haya acometido la revisión profunda de los acuerdos comerciales con terceros países para acabar con la competencia desleal. Estamos a tiempo de alcanzar un acuerdo justo, en el que no haya vencedores ni vencidos, y que no se interprete como un castigo al agricultor andaluz. Porque ni lo merece ni lo consentiríamos.

—¿Considera justas las protestas de los agricultores de la última semana y el calendario?

—Las movilizaciones de los últimos días de nuestros agricultores y ganaderos son un reflejo de la máxima preocupación existente ante la nueva amenaza de ruptura con un modelo cuyos resultados son indiscutibles. La propuesta del Gobierno es un castigo al modelo agrícola de Andalucía que no se merece después de tanto esfuerzo y reconocimiento por su respuesta a la pandemia. En Andalucía hay más de 750.000 hectáreas de cultivos herbáceos de secano, que perderían entre un 30% y un 45% de las ayudas que deberían tener por ecoesquemas para mantener sus niveles actuales, y unas 250.000 hectáreas de cultivos herbáceos de regadío, con pérdidas entre el 25% y el 50%. A esto habría que añadir amplias zonas de olivar, por encima de 700.000 hectáreas, que perderían niveles de apoyo. Los ecoesquemas deben servir para mejorar la sostenibilidad, pero no ser una herramienta que venga a restar recursos económicos y redistribuir ayudas a otras comunidades. Hemos puesto todas las propuestas posibles encima de la mesa. La responsabilidad es exclusiva del Ministerio. Andalucía no aprobará una reforma lesiva para su modelo.

—Presentó usted el aforo de la próxima cosecha de aceituna en la celebración de Expoliva y, a tenor de la escasez de lluvias, ¿considera que habrá que ir a la baja en la previsión?

—Como otros años, haremos un aforo intermedio para tratar de ajustar las previsiones a la realidad. Los aforos se hacen con métodos técnicos objetivos que tienen en cuenta la climatología, pero no son una ciencia exacta.

—¿Recién celebrado el Día de la Mujer Rural, ¿cómo ve la cuestión de género en la agricultura y la ganadería?

—Las mujeres rurales han sido grandes heroínas de la pandemia. Han estado en todo momento al pie del cañón. Ahora que estamos inmersos en la recuperación económica y social, también es el momento de reconocer el papel clave de la mujer rural y de aprovechar la diversificación y la activación de proyectos de innovación. Si no damos a la mujer rural la importancia que merece, la recuperación y el desarrollo sostenible no tendrán el alcance que todos deseamos. El 40,5% de las personas beneficiarias de la PAC en 2020 fueron mujeres. Los nuevos reglamentos europeos permiten ya la inclusión de la perspectiva de género en las ayudas. Por eso, para las “agricultoras activas” hemos impulsado un mayor apoyo y mejor visibilidad en el Plan Estratégico Nacional. Por un lado, las mujeres jóvenes verán incrementado en un 10% el valor del derecho para la ayuda complementaria a jóvenes agricultores. Y, en el pago redistributivo, este valor se incrementará en un 5%. Estamos peleando con uñas y dientes la perspectiva de género dentro de la nueva PAC. Además, las iniciativas emprendidas con el Gobierno del cambio, ya que viene aplicando criterios de igualdad de género en más del 40% de las líneas de ayudas para el sector agrario y pesquero de Andalucía. El medio rural necesita de las mujeres para fijar población al territorio, sobre todo, si tenemos en cuenta que la actividad agraria es el principal motor del medio rural andaluz. Hay que recordar que uno de cada tres jóvenes que se incorporan a la agricultura son mujeres jóvenes. . La Consejería está impulsando la visibilidad del trabajo de las mujeres y que su participación en la toma de decisiones sea real y activa. El anteproyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales y del Mar de Andalucía entra ya en su fase decisiva. Hemos recibido más de 200 alegaciones en el trámite de información pública, muchas de ellas, incluidas en el texto.

—¿De qué manera se puede incentivar el relevo generacional en el campo?

—Para garantizar el relevo generacional lo primero es hacer atractivo el campo para los más jóvenes. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, está defendiendo directamente los territorios rurales de la Unión Europea en el Comité Europeo de las Regiones. Está reclamando una revisión económica periódica de las políticas europeas para las zonas rurales, dentro del contexto de gobernanza del Semestre Europeo. Es fundamental que el enfoque de futuras inversiones que se realicen con la PAC, los fondos de cohesión o el Next Generatión se dirijan a la protección rural y así atender las verdaderas necesidades de los territorios rurales. Desde el Gobierno andaluz hemos elaborado un Plan Estratégico para la Mejora de la Competitividad con la participación de toda la sociedad andaluza que esperamos sea una herramienta para canalizar los fondos europeos y valorizar la profesión y ayude a la incorporación de jóvenes. Hemos dado prioridad desde el primer día a desbloquear ayudas a jóvenes agricultores, de convocatorias atrasadas, y hemos ampliado el presupuesto para que ningún joven agricultor que cumpliese los requisitos se quedase sin ayuda. Antes de final de año, convocaremos un nuevo presupuesto de ayudas por valor de 80 millones de euros, con el objetivo de asegurar el relevo generacional y luchar contra la despoblación. Unas ayudas que muy pronto anunciará el presidente de la Junta de Andalucía y que suponen una nueva contribución del Gobierno del cambio al futuro del agro andaluz, que va a tener 3 novedades principales: primero, elevamos de 70.000 a 90.000 euros el importe máximo de las ayudas; segundo, se incluye una línea específica para la mujer agricultora y ganadera; y tercero, incentivamos la titularidad compartida de las explotaciones en las que inicia la actividad agraria la mujer. Además, somos conscientes de que la digitalización del medio rural requiere mayor capacitación y desde Ifapa estamos ofreciendo formación imprescindible. La pandemia ha mostrado que la transformación digital puede ser vertiginosa y desde Ifapa apostamos por la teleformación. Por ello, vamos a incrementar exponencialmente la oferta formativa en los próximos años a través de la plataforma on line.

Jaén