Cáritas atiende a 7.700 familias, muchas con más de dos hijos

El 26,9% de los menores andaluces está en riesgo de pobreza y el 13,3% en situación de pobreza grave

14 ene 2020 / 11:32 H.
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La brecha de la exclusión social y la pobreza en la provincia no solo se mantiene, incluso se incrementa por la privación que sufren las familias afectadas en necesidades que se añaden a las básicas de alimentación y vestido, como la energética, el agua, el alquiler de la vivienda o productos de higiene, entre otros. Lo constata Cáritas, así como el impacto que estas situaciones de privación tienen en los menores de 18 años. La organización de la Iglesia Católica atendió a 7.700 familias desde enero a octubre del año pasado. Para cuantificar el número de menores afectados por la exclusión social o la pobreza no hay datos provincializados. Ni el informe Foessa de la propia Cáritas ni el del Observatorio de la Infancia en Andalucía (OIA) contemplan datos provinciales, pero el problema está ahí.

De las familias en exclusión, o en riesgo de estarlo, atendidas por Cáritas una parte importante son numerosas, esto es, con más de 2 hijos. “La natalidad suele ser más alta en estas familias que en las que no sufren privaciones; ahí están esos menores”, explica Rafael López-Sidro, director de Cáritas Diocesana en Jaén. Y añade: “La brecha de la exclusión aumenta, porque los más necesitados lo son aún más y se han disparado determinadas necesidades”. Se refiere a la llamada pobreza energética, la de aquellos que no pueden calentar sus hogares adecuadamente. Cáritas invirtió el año pasado 33.000 euros en ayudas. Lo mismo que destinó 70.000 euros para ayudar con los alquileres de las viviendas, o 14.000 para pagar recibos del suministro de agua corriente. Aún más. En alimentación, que sigue siendo necesidad básica, empleó 500.000 euros y otros 50.000 en ropa y calzado. La estimación total del dinero empleado por la organización en esta causa hasta octubre del año pasado es de 760.000 euros en la provincia, a la espera del cierre del ejercicio.

¿Qué dice al respecto el Observatorio de la Infancia en Andalucía? Que el 26,9% de los menores de 18 años en la comunidad (más de una cuarta parte) está en riesgo de pobreza. En cifra, 428.525 niñas, niños y adolescentes. Es uno de los datos significativos del cuaderno titulado “Pobreza y desigualdad”, de la serie monográfica dedicada por el observatorio al estado de la infancia y de la adolescencia en la región, en base a estadísticas oficiales de 2018. La batería de porcentajes que trazan en grueso el dibujo de esta realidad social es concluyente. Solo en riesgo de pobreza está el 21,5% de menores de edad, si se toma como base el umbral andaluz de la pobreza. Es una tasa de pobreza relativa 9 puntos superior a la de la población general. El riesgo de pobreza grave afecta al 13,3%, casi 3 puntos por encima de la tasa de la población general.

El 47,8% de los menores andaluces viven en hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos, con una referencia base de 650 euros. El 42,2% vive en hogares que no pueden permitir salir de vacaciones al menos una semana al año, y las familias del 18,9% de estos menores han tenido retrasos en gastos relacionados con la vivienda, como alquiler, hipoteca o suministros básicos. La llamada pobreza energética (hogares que no pueden tener la temperatura adecuada) afecta al 12,2%. Y el 12,4% de los menores viven en hogares castigados habitualmente con el desempleo.

Jaén