Campaña para frenar las obras del Conservatorio

Salvemos Marroquíes Bajos, la primigenia de Jaén”. Así se titula una campaña internacional, promovida por el Instituto Almenara para el progreso y el Desarrollo de Andalucia y la revista digital “Argarica.es, Arqueología e Historia”, con el fin de poner en valor el solar en el que, en la actualidad, trabajan las máquinas para construir el futuro Conservatorio Superior de Música. El objetivo es paralizar las obras del quinto foso de la zona de la capital de mayor importancia arqueológica y conseguir que se haga una excavación del cien por cien del terreno para comprobar la importancia de lo que se encuentra en el subsuelo. Roberto Serna García, jefe editor de la revista, asegura que el propio arqueólogo encargado del proyecto, Antonio Crespo, pone el grito en el cielo ante la posibilidad de que la construcción avance sin que los jiennenses puedan conocer su propia historia.

La campaña cuenta ya con importantes respaldos de investigadores de relevancia internacional como Roberto Risch, arqueólogo y profesor de Prehistoria en la Universidad de Barcelona; Jorge Lirola, profesor de estudios árabes e islámicos de la Universidad de Almería; Gonzalo Aranda, arqueólogo y profesor de prehistoria en la Universidad de Granada; y Carlos Velasco, arqueólogo de la Universidad de Barcelona experto en cultura argárica. También hay poetas, escritores, periodistas... Se trata de una campaña de reciente creación cuyos organizadores quieren dar a conocer en la provincia de Jaén, fundamentalmente en la capital, que es donde se halla el proyecto. “Queremos aunar a gente, que nos manden vídeos de apoyo y que firmen en la plataforma “marroquiesbajos.org” para que estas zonas declaradas Bien de Interés Cultural se investiguen y, en todo caso, en lugar de construir un Conservatorio de Música se alce un centro de interpretación”, manifiesta Roberto Serna.

“La Zona Arqueológica de Marroquíes Bajos se encuentra en serio riesgo de ser definitivamente sepultada bajo obra pública y privada”, comentan desde la organización. Recuerdan que alberga una gran ciudad de la Edad del Cobre, la mayor de Europa, que una arqueóloga llegó a denominar la “Nueva York prehistórica”. Por su tamaño, pero también por su carácter único en el mundo, con un diseño de anillos concéntricos amurallados y fosos inundados que demuestran una alta ingeniería hidráulica y defensiva, los investigadores están convencidos de que debe de ser considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una iniciativa que persiguen a través de la recopilación de firmas en change.org.

El detonante de esta iniciativa fue, sin duda, las obras que actualmente se ejecutan en una de las parcelas del llamado “quinto foso”, en concreto la construcción del Conservatorio Superior de Música, un proyecto que, según este movimiento social, afectará gravemente a una gran parte del terreno a pesar de que las autoridades hablen de conservar la zona de la muralla y el foso. “Consideramos que es un grave atentado patrimonial ya que la muralla y el foso apenas representan un 30% de la parcela que está declarada como Bien de Interés Cultural en su conjunto y de la cual no tenemos constancia de que haya sido excavada ni siquiera al 50% como puede comprobarse en los informes de excavación del arqueólogo Antonio Crespo”, comenta en un comunicado Manuel Ochando Ortiz, presidente del Instituto Almenara. Exige una investigación exhaustiva antes de continuar las obras.