Camino de reproches políticos

Las recriminaciones y el “ytumasismo” se imponen sobre las propuestas

23 jun 2016 / 13:30 H.

Cinco días [por ayer] para la cita con las urnas. Es el segundo debate electoral organizado por Diario JAÉN. Esta vez, los contendientes son los candidatos de los cuatro partidos que, el 20D, obtuvieron respaldos superiores al 10% de los votos emitidos por parte del electorado y que, hoy por hoy, tienen las mayores posibilidades de formar Gobierno en España. Y, después de una hora y media, ya en el cierre del debate, la cabeza de lista de Ciudadanos (C’s) al Congreso por Jaén, Raquel Morales, apunta: “Los jiennenses no se merecen estampas como esta”. El lamento sintetiza lo sucedido en un debate eminentemente bronco, en el que proliferaron las interrupciones entre los intervinientes y en el que el “ytumasismo” y las recriminaciones, sin distingos de colores políticos o de “viejos” y “nuevos” partidos en esto de “la política”, se impusieron sobre las propuestas que el PP, el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos (C’s) dicen tener para explotar el “potencial” que —todos coinciden— ofrece esta provincia y sacarla de los primeros puestos de las peores clasificaciones de este país y de la Unión Europea. Y todo ello sin que haya garantías de que no habrá una tercera convocatoria electoral.

Negociación de la Política Agraria Común (PAC). Corrupción y “chiringuitos políticos”. Eliminación —¿o reforma?— de las diputaciones. El caso Bódalo. La independencia, en entredicho, de la Justicia. Los recortes o la salvación —según se mire— de España. Los “tránsfugas” de C’s en el Ayuntamiento de Jaén. La reforma, recientemente anunciada, del impuesto de sucesiones y donaciones en Andalucía. Fueron solo cuatro los bloques temáticos en los que se distribuyó el debate electoral y demasiadas las chispas que saltaron entre cuatro cabezas de lista a la Cámara Baja que, sin embargo, directa o subrepticiamente, estuvieron de acuerdo en algo: “Una cosa es predicar y otra dar trigo”. La primera que recurrió al refranero popular fue Micaela Navarro (PSOE). Confesando su sorpresa ante las propuestas que plantea el PP tras cuatro años de mayoría absoluta y plantando cara a Diego Cañamero (Unidos Podemos) por sus ataques constantes a los ininterrumpidos gobiernos del PSOE en Andalucía y la situación en la que se encuentra la región, advirtió: “Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Los papeles lo aguantan todo y no siempre lo que se escribe se lleva a cabo”. La socialista defendió el crecimiento económico como una necesidad para abordar políticas. Pero puntualizó: “No se puede basar en el empobrecimiento de la ciudadanía: en el recorte de la sanidad pública, en los copagos sanitarios, en la congelación de las pensiones, en el recorte de becas, en que baje el número de demandantes de empleo porque salen de España...”.

Pertrechado de documentos, José Enrique Fernández de Moya sacó los gráficos que contraponen la “herencia” que el PP recibió del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con la situación actual. “La España que coge Rajoy estaba quebrada, al borde del rescate, y, 4 años después, la hemos salvado”, subrayó, concretando, “con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)”, que, en el primer trimestre de 2012, la tasa de paro en Jaén era del 31,98% y, en el mismo periodo de este año, se halla en el 29,73%. Abogó por un modelo económico que mire a Europa y no a Venezuela o a Grecia, como tanto él como la cabeza de lista de C’s criticaron que hace Unidos Podemos. Y, para conseguirlo, enumeró algunas de las medidas que su partido tiene para alcanzar los 20 millones de españoles con empleo en 2020 y, con ello, garantizar los pilares del Estado de bienestar. Entre ellas, el apoyo a pymes y autónomos, una bajada generalizada en los impuestos, el impulso a la Formación Profesional y el fomento de la enseñanza bilingüe o de las nuevas tecnologías, con la “mochila digital”.

Pero, entonces, ironizó la candidata de C’s: “Cuando la gente lea esto dirá: ‘¡Qué chulas todas estas propuestas! ¿Por qué no las han hecho en 4 años de Gobierno de mayoría absoluta?’ Están mintiendo —sentenció—. Dijeron que no iban a subir los impuestos y ha sido el Gobierno de la historia que más los ha subido. ¿Por qué dicen ahora que van a bajarles los impuestos a los españoles y, por detrás, de tapadillo, le escriben la carta a Europa diciendo que ‘sí, pero luego, que no se note mucho’?”. Avisó a Fernández de Moya de que, así, “la gente se frustra”. Y extendió sus palabras al número 1 por Jaén al Congreso de Unidos Podemos: “Ocurre lo mismo si les vendemos humo. No les podemos decir a los ciudadanos que vamos a aumentar el gasto público en 96.000 millones, porque saldríamos de la UE, que igual es lo que queréis, pero id de frente y decídselo a la gente, que es legítimo”.

Pese a las alusiones reiteradas a Grecia y a Venezuela, Cañamero solo entró en el juego para negar —como le espetó Fernández de Moya, blandiendo la copia de un artículo del diario “Abc”— que el Gobierno de Hugo Chávez financiara a Podemos. “Se ha investigado 5 veces y se ha archivado”. Como la presidenta federal del PSOE, el excoordinador general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) advirtió contra las “varitas mágicas” que exhiben todos los partidos políticos en campaña electoral para resolver los problemas de la sociedad. “Todo el mundo se esfuerza por decir las mejores frases, pero es como el programa de la Cadena Ser: hablar por hablar. Hace falta mirar lo que se ha hecho de aquí para atrás, quién ha gobernado y por qué estamos en esta situación”. Cañamero cuestionó que el PP o el PSOE “se vendan” como el cambio o como algo nuevo “cuando ¡son más viejos que el hilo negro!”. Los responsabilizó de la situación del país, en el que —en su opinión— “los brotes verdes de los que habla el PP se los han comido las cabras”. Y lanzó cifras. “5 millones de parados. 400.000 familias desahuciadas. 200.000 millones de euros a los bancos. Recortes en dependencia. Ampliación de la jubilación a los 67 años. Congelación de las pensiones”. Y en el campo andaluz, resumió: “Los agricultores pequeños, que son el 80%, reciben solo el 20% de las ayudas que llegan de Europa y 10 propietarios, 32 millones, 5 veces más dinero que 44.000 jornaleros de la provincia de Jaén”. “¡De vergüenza!”, remató Cañamero. Se mostró convencido de que, el próximo domingo, Unidos Podemos será la segunda fuerza política en España y, entonces, lanzó: “Habrá que preguntarle a Pedro Sánchez (PSOE) si apoya a Mariano Rajoy o a Pablo Iglesias”.

Precisamente, la pregunta que Fernández de Moya formuló a Morales y a Navarro, para cerrar un debate en el que pidió el voto para que “unidos, no quebremos”, fue si sus respectivos partidos respetarán la lista más votada el 26J, como ha garantizado Rajoy que hará. De Albert Rivera, señaló que el PP no espera nada porque —enfatizó—: “No es de fiar”. Se quejó de que, en la campaña anterior, el líder de C’s prometió que respetaría la lista más votada y que “no formaría parte de un Gobierno que no presidiera”. Y le reprochó: “Fue corriendo a pactar con el segundo pidiéndole carteras ministeriales”. Pero la número 1 de la candidatura del PSOE a la Cámara Baja tampoco le dio esperanzas.

Navarro le recordó: “En democracia, quien tiene más apoyo, gobierna y es tan legítimo cuando es para el PP como para otro partido”. Y, dicho esto, dijo confiar “plenamente en la madurez democrática” de España, de Andalucía y de Jaén. “Saben que el trabajo no se hace en 15 días de campaña y con frases ocurrentes, sino que lo hacen quienes están ahí con los pies en el suelo dando respuesta a las necesidades de las familias”. La única que garantizó que no habrá terceras elecciones, porque aseguró que su partido volverá a priorizar el diálogo y el consenso por encima de los “egos” y de la “irresponsabilidad” de algunos líderes políticos, fue la candidata de C’s. Pero, para eso, apeló a la ciudadanía: “Estamos a un 1% de ser decisivos. Para nosotros, supondría 10 escaños más y significaría garantía segura de que no habría unas terceras elecciones, de que le pondríamos las pilas a los viejos partidos para que hicieran reformas, como ya estamos haciendo en Andalucía y en Madrid”. No mencionó líneas rojas, ni nombró a Rajoy, pero lanzó a Fernández de Moya: “¿Puede decir que su presidente no va a poner problemas con el sillón por encima de las reformas que necesita este país?”. Silencio.