“La Junta sitúa a Jaén como un lugar atractivo para invertir”

sergio romero jiménez

08 mar 2020 / 16:14 H.
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Su cara resulta familiar en los hogares de los jiennenses porque hasta ellos llega, a través de los informativos, como portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía. Es el rostro más visible de una fuerza política que brilla en el panorama regional por un papel clave en un gobierno compartido con el Partido Popular. Sergio Romero Jiménez (Sanlúcar de Barrameda, 1979) es consciente de las debilidades y de las fortalezas de una provincia que considera que tiene potencial para crecer y generar oportunidades de presente y de futuro.

—En el Ayuntamiento de Jaén se reúne con el Partido Socialista y en el Parlamento de Andalucía con el Partido Popular. ¿Eso cómo se lleva?

—Esa capacidad de llegar a acuerdos con unos partidos y otros tiene que formar parte de la normalidad política, porque es mucho lo que nos une, hay materias y objetivos comunes. Como usted sabe, Ciudadanos se caracteriza siempre, al llegar a un pacto para facilitar una investidura, porque va con un documento por delante que es nuestra hoja de ruta. Por lo tanto, con normalidad, para que los ciudadanos vean que los partidos y sus políticos son capaces de dialogar y gobernar juntos con el fin de que prime la estabilidad.

—¿Cree que la gente ha entendido el mensaje?

—Yo creo que sí. De hecho, la prueba estuvo en el 2 de diciembre, cuando los andaluces, después de treinta y siete años de gobierno socialista en Andalucía, dieron el paso y el mandato fue claro, porque sabíamos que nadie gobernaría con mayoría absoluta. El mandato fue dar la oportunidad a dos partidos nuevos y, trece meses después, las cosas funcionan, la gente lo valora y estoy convencido de que seguirán muchos años así, de acuerdo, de diálogo, de consenso... Hay mucho más de lo que nos une de lo que nos separa.

—¿Qué balance puede realizar del poco más de un año de gobierno de coalición?

—Muy positivo, aunque siempre hay cosas que mejorar. Le estamos dando la vuelta a Andalucía, estamos sacando la verdadera cara que tenía y estamos poniendo las condiciones más favorables posibles para que el objetivo número uno, que tiene que ser la creación de empleo, se pueda llevar a cabo. De ahí emana todo lo demás, es decir, las políticas sociales se pueden llevar a cabo con recursos gracias a que hay un tejido productivo, un sector económico y una empresa privada que funciona y que genera riqueza y empleo. Tenemos el presupuesto más social en la historia de Andalucía, quién lo iba a decir.

—Dice usted que hay cosas que mejorar... ¿Por ejemplo?

—Por ejemplo, el déficit que nos hemos encontrado en materia sanitaria, tres mil millones de euros que demuestran que hay falta de recursos humanos, administrativos y necesidades en materia de dependencia. Lo que ocurre es que necesitamos la lealtad del Gobierno central, que no puede tenernos castigados porque gobierna otro signo político o porque hacemos las cosas mejor que el PSOE y, evidentemente, esa financiación o ese IVA retenido que pertenece a los andaluces tienen que servir para mejorar las deficiencias que hemos detectado. Pedro Sánchez debe dejar de castigar a los andaluces.

—¿La unidad que “venden” PP y Cs es cierta, no hay fisuras?

—Absolutamente real. Hemos puesto siempre por delante el interés de los andaluces y tenemos muy claro que esta oportunidad que nos han dado en las urnas es algo sagrado, intocable y prima en nuestro día a día. Hay respeto, comunicación, trabajamos en equipo, y fruto de ello es que hay muchas materias que implementamos que son transversales, que tocan a empleo, educación, sanidad, justicia... Me decía usted qué se puede hacer más. Pues bien, tenemos que continuar el trabajo en materia de regeneración, porque si hay un partido que ha puesto este tema encima de la mesa del debate político nacional ha sido Ciudadanos, por lo que tenemos que cumplir con lo que prometimos. Hay mucho trabajo por delante, pero hay que compaginar la gestión con la limpieza y la regeneración. Treinta y siete años de construcción de un modelo endogámico que se nutría de la política y de los andaluces para subsistir, evidentemente, no se puede deconstruir en trece meses. Vamos por el camino, pero queda mucho por hacer para que Andalucía luzca como queremos.

—¿Se arrepiente del apoyo que, en el anterior mandato, Ciudadanos dio al PSOE?

—No, en absoluto. Nosotros nos comprometimos con los andaluces a cambiar las cosas y, en 2015, cuando logramos el acuerdo de investidura, éramos solo nueve diputados, nueve diputados que conseguimos mucho más que en todos los años en los que el Partido Popular estuvo en la oposición. Interpretamos que podíamos ser útiles, fiscalizamos por primera vez en la historia de la democracia a un partido que gobernaba a golpe de autoritarismo y demostramos a los andaluces que pudimos bajar los impuestos sin entrar en el gobierno, paramos los recortes... Todo esto lo valoraron el 2 de diciembre.

—¿Qué papel juega su partido, actualmente, en el Gobierno?

—Vital. Sin Ciudadanos, el Partido Socialista seguiría gobernando en Andalucía, por lo que el papel que debemos tener en cualquier territorio en el país es de equilibrio entre un modelo bipartidista y sujetar a los extremos que vienen por un lado y por otro.

—¿En qué han podido notar los jiennenses el cambio?

—Los jiennenses notan la estabilidad. En la capital, por ejemplo, nuestros cuatro concejales están realizando un grandísimo trabajo; fruto de ello es que ahora hay control de la deuda y, por lo tanto, un trabajo que hay que continuar con esfuerzo y humildad, pero teniendo los valores que traemos de la sociedad civil, que consisten en que cada céntimo de euro tenemos que gestionarlo lo mejor posible, porque así lo haría cualquier familia en su casa.

—¿Qué es lo que más le preocupa de la provincia?

—Que se siga viendo como una provincia de segunda categoría, cuando es todo lo contrario. Demasiado bochorno y carga ha tenido que soportar Jaén cuando ha sido ninguneada por el bipartidismo en términos generales, y ahora de lo que se trata es de decirle al Gobierno central, como lo hacemos desde la Junta de Andalucía, que a la provincia le sobran los motivos, como diría el paisano Joaquín Sabina, para estar a la cabeza en infraestructuras, reindustrialización, cultura, turismo y agroalimentación.

—Hilando con el sector agroalimentario, ¿cuál es su postura en la reforma de la Política Agraria Común (PAC)?

—El compromiso de Ciudadanos es absoluto y claro: mantener los recursos de la PAC, no perder ni un solo céntimo de euro. El campo andaluz no solo tiene que ser un elemento que forme parte de nuestra cultura y de nuestra historia, sino que debe ser estratégico con vistas al futuro. Los productos de cualquier rincón de Andalucía se aprecian en todo el mundo, por lo que nosotros somos los primeros que los tenemos que poner en valor. Hay que dar la mano a los agricultores que atraviesan una situación límite. Nuestra intención es trabajar conjuntamente con el Gobierno central para que se dignifique esta profesión, que el campo andaluz desarrolle el potencial que tiene y le demos el valor añadido que exige para poder ser un sector productivo competitivo, que se promocione de verdad y no esté en las condiciones tan lamentables en las que está.

—La gran asignatura pendiente en la capital es el tranvía. Su jefe, Juan Marín, se comprometió en campaña a ponerlo en funcionamiento, pero la realidad es que todo sigue igual.

—Lo que me entristece mucho es que los jiennenses hayan tenido que pagar las consecuencias de la falta de gestión, de voluntad y de lealtad institucional, pero después de una inversión de 140 millones de euros algo teníamos que hacer. Ya en la anterior legislatura dimos los primeros pasos para desbloquear este problema y, ahora en el Gobierno, podemos decir que la pesadilla está a punto de finalizar porque la Junta de Andalucía ha metido mano, está el tranvía en los presupuestos de 2020 y queda muy poco para que veamos la luz al final del túnel.

—¿Hay fecha para la firma del convenio a dos bandas?

—Hace escasamente un mes se reunió el grupo de trabajo para abordar, junto con Diputación y el Ayuntamiento, flecos técnicos. En cualquier caso, la voluntad es firmarlo lo antes posible y estoy convencido de que habrá generosidad y altura política.

—¿Por qué habla usted de la Diputación en este asunto?

—Es una institución que tendrá que intervenir en los gastos de explotación, a través de la promoción de un servicio que es público y del que se verán beneficiados ciudadanos de la provincia.

—¿Qué supondrán los fondos de la Inversión Territorial Integrada (ITI) en la provincia?

—Tienen que suponer un revulsivo, pero tenemos que saber gestionar los fondos para que cualquier persona que quiera crecer, crear empleo y poner en marcha una idea pueda cristalizarlo. Tenemos que pasar de la fase interna de la burocracia a la puesta a disposición de los recursos.

—¿Puede anunciar algún proyecto después de tantos meses de idas y venidas con la ITI?

—Es que los proyectos, desde mi punto de vista, tienen que salir de la sociedad civil. Tenemos que darle todas las herramientas para que sea el empresario, del cualquier sector, el que pida los recursos que ofrece la ITI. Después habrá algún proyecto con la participación pública que redunde en el crecimiento económico y en la calidad de vida de los jiennenses.

—¿Paliará la falta de empleo en una tierra que lidera las listas del paro en España?

—Contribuirá a ello si se gestiona bien, pero las carencias históricas se solucionan con un modelo económico y político diferente al que hemos tenido hasta ahora. A través de la Junta, por ejemplo, lo que tratamos es de poner las mejores condiciones para que los inversores vean en Jaén un lugar atractivo para invertir.

—¿Habrá Ciudad Sanitaria?

—Hay carencias y necesidades que tenemos que seguir implementando en materia sanitaria. Jaén tendrá dotaciones importantes en 2020 para la Ciudad de la Justicia, el Conservatorio de Música, el tranvía, el ramal de Vadollano... Hay un esfuerzo considerable en materia de infraestructuras, pero queda mucho por hacer. También estamos sometidos al castigo del Gobierno central, que impide que recursos que pertenecen a los andaluces los podamos destinar a mejorar las infraestructuras sanitarias o educativas. Tenemos las manos atadas y hacemos ejercicios de malabarismo con el dinero. Hemos avanzado mucho y estoy convencido de que, en cuatro años, los jiennenses se sentirán orgullosos de nuestro trabajo de transformación en Andalucía.

—Quienes la semana pasada organizaron huelga en los colegios quizás piensen lo contrario. ¿Qué pasa, realmente con el decreto de escolarización?

—Lo que pasa es que se pretenden ideologizar cuestiones que no son políticas, porque el decreto lo único que trata es de dar más libertad a las familias para elegir centro. Es una incongruencia que digan que queremos eliminar la educación pública, cuando tenemos el presupuesto más social de la historia de Andalucía. Tenemos más aulas que nunca, han bajado las ratios, hay más centros...

—Ciudadanos acaba de elegir a sus compromisarios para la asamblea nacional. ¿Qué futuro espera?

—Ciudadanos es imprescindible. Vemos cómo la política se está polarizando y cómo el Gobierno central, que es el que tiene que llevar las manijas de este país, está plegado a los pies del nacionalismo, creando diferencias entre comunidades autónomas y lo que aporta Ciudadanos es el sentido común. Somos el partido que más se parece a los españoles. Ahora estamos en un proceso de transformación y vamos a someternos a lo que los afiliados quieran.

—Si hay cambios orgánicos en el ámbito nacional, ¿habrá también en las provincias?

—Vamos a ir por partes. En primer lugar vamos a decidir el rumbo, quién va a dirigir la empresa, y yo desde luego estoy con Inés Arrimadas, y luego se decidirán los equipos. En cualquier caso, Ciudadanos está por encima de las personas.

Jaén