Arquitectos aliados con el olivarero

En 2007, un doctor en Ciencias de la Salud recién jubilado, Pedro Martínez, decidió convertirse en empresario y adquirió Bodegas Baigorri, una pequeña empresa vitivinícola enclavada en la Rioja Alavesa. Nueve años después, esa bodega eminentemente familiar se ha convertido en un referente en el apasionante mundo de la enología. Una importante parte de la cuota de este éxito es el edificio que alberga la planta de producción. Obra del arquitecto guipuzcoano Iñaki Aspiazu Iza —ya fallecido—, está diseñado por y para el vino y, al mismo tiempo, para el disfrute de aquel visitante que quiere conocer todo lo relacionado con la vid y la cultura vinícola.

Y, ¿qué tiene que ver todo esto con Jaén? “Yo creo que mucho, porque se puede aplicar el mismo modelo al sector del aceite”, explicó el propio Pedro Martínez, encargado de dar la conferencia inaugural del primer Congreso Internacional sobre Patrimonio Arquitectónico en la Provincia, organizado por el Colegio de Arquitectos de Jaén. Desde ayer y hasta el sábado, 90 profesionales llegados desde distintos lugares de España conocerán cómo poner en valor los edificios vinculados al cultivo del olivar y las nuevas propuestas en construcciones relacionadas con el cultivo de aceitunas. “Los arquitectos somos profesionales con mucha imaginación, que con nuestros edificios podemos ayudar a mejorar la producción, la imagen de empresa y llegar mejor al cliente”, señaló el doctor en Arquitectura, Fulgencio Avilés, que acompañó en su ponencia al dueño de Bodegas Baigorri. Así, como ejemplo, explicó que el edificio de esta empresa consta de siete plantas excavadas en la tierra con el objetivo de aprovechar la gravedad en el tratamiento de la uva, “que, en ningún momento, se bombea”.

El decano del Colegio de Arquitectos de Jaén, Pedro Esteban Cámara Ramos, destacó la importancia de celebrar un acontecimiento de estas características en la provincia. “Afrontamos esta primera edición del Congreso con ilusión y alegría, por la gran respuesta que hemos tenido en Jaén y fuera de la provincia”, explicó en la inauguración. El máximo responsable de la institución animó a los aceiteros a “copiar” lo que están haciendo empresarios del sector vitivinícola como Pedro Martínez. “Hay que darle usos complementarios a las estructuras que ya existen, como convertir los cortijos en casas rurales o spas”, explicó. Y añadió que las inversiones funcionan en términos de rentabilidad económica. Eso sí, el decano de los arquitectos jiennenses reconoció que romper la inercia del sector olivarero es “complicado”. “Hemos roto el hielo. Esperemos que, en futuros congresos, los profesionales del aceite tomen consciencia de lo que tienen y lo ponga en valor”, sostuvo.

El presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, Jordi Ludevid i Anglada, se preguntó por qué no se había hecho antes un congreso de estas características en España, vinculado a un cultivo, el del olivar, que tiene un enorme peso específico en España. “Jaén y sus arquitectos lideran esta reflexión”, concluyó.