Aprendizaje culinario en Forlì

Alejandro López Galán participa, de la mano del programa Erasmus, en una experiencia de formación en Italia

12 jun 2022 / 22:10 H.
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Es alumno de la escuela de hostelería del instituto El Valle de Jaén. Nacido en tierras gaditanas y residente en Torredonjimeno, Alejandro López Galán se siente muy identificado con la ciudad de Jaén. Actualmente desarrolla su formación Erasmus en la ciudad italiana de Forlì, situada en la región de Emilia-Romaña. Aunque la estancia era para tres meses, los planes son seguir hasta el mes de septiembre. El joven, de diecinueve años, resalta que las condiciones trabajo y económicas son mejores que en España.

López admite que no le resultó fácil salir de su zona de confort en Jaén, aunque sabía que no podía desaprovechar esta oportunidad. Realiza su trabajo en el restaurante, Flora. Como no podía ser de otra forma, dado el nombre, se trata de un establecimiento con un concepto básicamente vegetariano. Está muy contento con la acogida que ha recibido y quiere sacar el máximo partido a la experiencia.

Reside con otras con diez personas, de manera que aunque el piso es grande, no resulta una situación cómoda. Todos sus compañeros son españoles, de las provincias de Alicante, Sevilla y Jaén. En cuanto al trabajo, de la mano del cocinero Lucio Constanzi, se ha sumergido en un mundo de menús con productos bio y muy poca carne. López Galán resalta que se trata de un restaurante singular, con un equipo formado por quince personas. Sin embargo, el quehacer le deja mucho tiempo libre. Trabaja de martes a sábado, entre las nueve de la mañana y las dos o las tres de la tarde. El servicio es mediodía, ya que en Italia se almuerza temprano. El estudiante se siente muy valorado, de manera que no le importa trabajar incluso por la noche.

“Estoy aprendiendo mucho. Vengo de una cocina española, donde todo con carne, siempre con carta y técnicas muy similares a las francesas. La gastronomía italiana, tiene un concepto propio. Son amantes de la buena mesa y usan productos únicos que tratan bien. La pasta no se prepara igual. Aquí lleva mucho tiempo y trabajo.”, dice. El gusto de la cocina transalpina es digno de elogio a juicio del joven, aunque, como aspecto negativo, considera que no hay tanta variedad de producto como en España. “Todo gira básicamente en torno a la pasta y la pizza. Hay más cosas, pero predomina eso. Si estoy aprendiendo algo es que como se come en España no se come en otros lugares”, manifiesta el gaditano.

Entre el este próximo miércoles y al 15 de septiembre, un contrato en el mismo restaurante le permitirá profundizar en su aprendizaje y demostrar su valía. En estos primeros meses se ha soltado con la lengua italiana, en la que es capaz de mantener un diálogo fluido. Lo ha aprendido de su trabajo de cara al cliente y de oírlo, aunque igualmente lo estudia con el programa OLS, que lo facilita Erasmus. Flora, a su juicio, es “una familia”.

De Forlì opina que aunque no es la ciudad más bella es un lugar con muchos atractivos. “Me he enamorado de ella, incluidas su gastronomía y su gente. Te tratan superbién”, manifiesta el cocinero. Hay siempre ambiente, algo propiciado por su condición universitaria, muy vinculada con Bolonia. En cuanto al clima, el bastante extremo, con frío, a veces intenso, en invierno, y veranos con altas temperaturas. Los elevados niveles de humedad hacen que el calor sea pegajoso.

En cuanto a la economía, se nota el desarrollo económico, lo que, no obstante, supone precios caros. Por ejemplo, comprar una camisa con unos pantalones sale por 150 euros. Si se come fuera, un plato cuesta, como mínimo, once. Lo que ve muy positivo Alejandro López es cómo se valora al trabajador.

Jaén