Aplauso al trabajo de “héroes” que dan su vida por los demás

La Subdelegación de Defensa en Jaén celebra un cuarto de siglo en activo

10 may 2019 / 11:16 H.

Un cuarto de siglo que se merece una puesta de largo de lujo. Tal y como la que se vivió en el Infanta Leonor, donde se dio cita la flor y nata del mundillo militar para engrandecer la labor de unos profesionales que, tal y como aseguró el subdelegado de Defensa en Jaén, Manuel Ignacio Martín, en muchas ocasiones “dan sus vidas” por los demás. “Se encargan de garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos”, puntualizó, al mismo tiempo que hizo hincapié en la necesidad de “continuar con el trabajo” como única forma de “mejorar”. Pero, sobre todo, su “recuerdo se fue con los compañeros que ya no están”.

Las notas de la composición “Orgía Dorada” dieron comienzo oficial a un acto en el que, además de poner en valor el trabajo de estos héroes, se impusieron condecoraciones que persiguen poner de relieve el “mérito” que hay detrás tanto de los “trabajos como de las acciones” que llevan a cabo.

En concreto, el jefe superior de Policía Jesús Herraz Torrubia se hizo con la del Mérito Naval, una distinción que le impuso Lázaro Sáez. Igual hizo el delegado de Defensa en Andalucía, que le colgó del pecho la condecoración al Mérito Militar a Francisco José Lozano. La misma recibió Miguel Ángel Alonso Roa de manos del subdelegado de Defensa en Jaén.

Más tarde se entregó el premio del concurso literario, que ya va por su sexta edición. Esta vez se trataba de abordar al papel de la mujer en el ejército, por lo que la Subdelegación convocó el citado certamen bajo el lema “Carta a una militar española”, con el objeto de conmemorar los 30 años desde que la mujer ingresó por primera vez en las fuerzas armadas. El gato al agua se lo llevó Fátima María López del Moral, una alumna del instituto Santísima Trinidad de Baeza y autora del texto ganador. Asimismo, “Guerreras, la palabra que os define”, emocionó en la voz de López del Moral, que consiguió que el Infanta Leonor, lleno hasta reventar, llegara al más sepulcral de los silencios para, finalmente, romper en aplausos. “Como hija de dos guardias civiles, conozco cuál es el sentimiento que te invade al pensar que puede que tus padres no vuelvan un día a casa”, afirmó emocionada, a la vez que mostró su orgullo, como mujer, por todas las que previamente allanaron el camino en este mundo tan difícil.

Un nuevo parón tras la emoción del momento para que el público escuchara “Bailén”, una marcha militar que hacía presagiar lo que venía por delante, la entrega de los I Premios Capitán Arredondo, unos reconocimientos que, en dos categorías, pretenden poner de manifiesto la labor de colectivos o personas a título individual. En este caso fue a parar a Bailén. ¿El motivo? La histórica batalla que se libró en el municipio y donde el ejército español derrotó al que era entonces el más fuerte de Europa, el francés. Asimismo, se evaluó también la cantidad de coloquios, exposiciones y recreaciones que se hacen en Bailén con el objetivo de poner en valor este patrimonio. Recogió el premio Luis Mariano Camacho, alcalde del municipio.

La categoría individual en esta primera edición de los Premios Capitán Arredondo fue a parar a Vicente Oya Rodríguez por toda la impronta que dejó, sobre todo tras su colaboración en periódicos como Diario JAÉN. También se les dio reconocimientos, entre otros, a los ayuntamientos de Mengíbar y Jaén por su labor en favor de la perseverancia. Al primero, sobre todo, se lo dieron por su absoluta entrega. Recogieron los premios los alcaldes Juan Bravo y Javier Márquez, en representación de sendas ciudades. También se hizo con el galardón la Delegación de Educación de la Junta y, como antiguo trabajador del órgano, Juan Serrano. Una mañana llena de recuerdos y difícil de olvidar.

PREMIO PARA PEDRO OZÁEZ
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ejemplo. Pedro Ozáez Leyva fue un soldado de infantería de Cambil que en principio iba a Cuba, pero que terminó en Filipinas.

DESHONRA. La familia, ante la confusión, pensó que había muerto. De hecho, hubo quien dijo que había desertado de militar.

GALARDÓN. Toda la confusión se acabó descubriendo y fue su sobrina bisnieta, Dolores Ozáez Vidal, quien recogió un reconocimiento que honra al soldado y a su familia.