Andrés Arias, secretario del Aula de Debate de la UJA: “Ayuda a superar el miedo de hablar en público”

Forma parte del equipo de formadores de los alumnos e incluso de profesores que aprenden la disciplina de laboratorio

04 abr 2024 / 16:30 H.
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LA ENTREVISTA

Además de ser el secretario del Aula de Debate, Andrés Arias Ojeda es parte del equipo de formadores de los alumnos e incluso de profesores que aprenden la disciplina de laboratorio.

—Para empezar, ¿cuántas ediciones del Torneo Nacional de Debate se han celebrado? ¿Se realizan de manera periódica?

—Este sería nuestro quinto torneo nacional. El Aula de Debate de la Universidad de Jaén lleva ya seis años funcionando. Este es el torneo, por así decirlo, más ambicioso y grande que tenemos.

—¿Cuál cree que es lo más importante en el desarrollo de las habilidades comunicativas?

—Sinceramente, los problemas que tenemos cuando estudiamos es que no sabemos hablar en público. Nos piden hacer un trabajo en clase y, a la hora de exponerlo, he visto a compañeros que un poco más y se echan a llorar. Estos torneos te ayudan a superar estos miedos. Hay gente con miedo escénico que lo ha superado por esto. Un muchacho ganó incluso el torneo teniendo auténtico pavor a hablar en público.

—Me imagino que los participantes tienen previamente una preparación específica, ¿no?

—La mecánica que tenemos es la siguiente. Dos meses antes del comienzo del torneo, se publica la pregunta junto con su carta explicativa, que es una breve carta en la que se reflejan los principales puntos que se quieren tratar y cuáles son algunos conceptos de definiciones y de marco del debate. Los participantes no saben qué rol van a tener que desempeñar hasta el mismo momento del debate. Por tanto, tienen que tener tantos argumentos a favor como argumentos en contra. Esto viene bastante bien sobre todo para abrir la mente.

—¿Hay algún límite de tiempo máximo establecido en el momento de las intervenciones?

—Cada ronda de debate suele durar en torno a una hora. La ronda de debate está definida por cuatro roles diferentes: el papel de introductor con preguntas cruzadas, la primera refutación, segunda refutación y conclusión. Cada uno de estos roles, tanto a favor como en contra, disponen de su tiempo de intervención. En este caso, las introducciones son cuatro minutos, las preguntas cruzadas son dos, primera y segunda refutación son cinco minutos cada una y la conclusión es un total de tres minutos. Si hacemos cuentas, suele durar en torno a una hora, más o menos.

—¿Sabe cómo es la elección de los temas que se debaten?

—Este año, lo hemos establecido dentro de la Universidad y, normalmente, buscamos algún tema que sea de relevancia social. Este año queremos orientarlo un poco a los jóvenes y queríamos que se hablara, precisamente, de si es más difícil o es menos difícil o si tenemos trabas a la hora de independizarnos, si tenemos algún problema un tema psicológico que nos lastre a la hora de afrontar ciertos problemas o si, por el contrario, estamos tan cualificados que tareas tan sencillas, como hacer una declaración de la renta, no somos capaces, porque no nos han formado en ese aspecto. Algo que, por ejemplo, nuestros padres sí que podían realizar sin ningún tipo de problema.

—Al hilo de los padres, ¿qué papel cree que tienen las familias en este tipo de situaciones?

—Hay dos claves. Por un lado, está inculcar los valores. Y, por otro, también juegan un papel esencial en cuanto a la conciliación familiar. Una de las herramientas que disponen ahora los jóvenes y que, por ejemplo, antiguamente no existía es el tema de la conciliación familiar con el trabajo. Cada vez las empresas están más predispuestas a hacer que sus trabajadores tengan un bienestar mayor a la hora de estar en el trabajo. Si tú estás en disposición de disfrutar tu familia y no tienes que abandonarlos o dejar de verlos al día por estar trabajando, creo que, de esa manera, tu rendimiento va a ser mayor. Entonces creo que es una herramienta bastante potente a la hora de poder afrontar la vida adulta y de formar una familia.

—Desde su punto de vista, ¿cuál es el principal problema que se presenta entre los jóvenes con la vida adulta?

—Hoy en día, uno de los principales problemas que tienen los jóvenes es el tema de la sobrecualificación. Parece que nos han metido en la cabeza la obligatoriedad de tener un título profesional, una carrera, un grado. Lo único que consiguen es que ocupemos demasiada oferta de trabajo y en muchos sectores se aprovechan de esta debilidad para mal pagar los salarios que deberían asumir esas personas.

—¿Quién es la persona encargada de decidir quién vence y quién pierde el debate?

—Los jueces, pero esta no es su única potestad. Una de las responsabilidades que tienen es que, una vez que ha finalizado la ronda, dan un feedback para formar a estas personas y corregirles los errores, tanto en el ámbito argumental como problemas de forma que puedan presentar los integrantes del equipo.

Jaén