Amor y nervios se unen en el pregón de María Montes
Con mucho amor y muchos nervios. Así preparó María Montes del Árbol el XXXI pregón de la Cofradía del Señor Resucitado y María Santísima de la Victoria. Un estreno como pregonera que vivió con la mayor de las emociones por la gran vinculación que mantiene con esta hermandad.
Sencillo, íntimo y muy cofrade, el pregón de María Montes del Árbol habló de la resurrección de Cristo desde una perspectiva muy personal y emotiva a través de sus vivencias de cuando aún era una niña pequeña. Todo esto, presentado con forma de diálogo entre ella, el Señor Resucitado y la Madre de la Victoria, así como una conversación entre una hija y sus padres. Sobre el mensaje de sus palabras, Montes confesó, antes del acto, que deseó que este llegase a todos y cada uno de los presentes para que se quedaran en su corazón con el amor que puso en su primer pregón. Sobre las noticia de que esta cofradía la eligió como pregonera, Montes recordó que le asombró enormemente y lo sintió como un gran halago, pues “no hay momento más importante que la resurrección de Jesucristo además de su nacimiento”.
Sobre esto, Francisco José Jiménez, representante de la hermandad contó que la eligieron por la amistad que los une, por ser una gran cristiana y, sobre todo, porque trabaja mucho por las cofradías de Jaén y, en especial, por ellos. [P. G. P.]