Alumnos del Colegio La Purísima aprenden con Diario JAÉN
Esta parada es la decimoquinta del Concurso “Prensa Escuela”

La expresión de los sentimientos a través del lenguaje es una materia que trabajan a la perfección en el colegio La Purísima de Jaén, un centro en el que la comunicación ocupa un lugar preferente entre las materias que son de obligado cumplimiento estudiar. Algo parecido es lo que hizo un alumno cuando el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, lanzó una pregunta al respetado público. ¿Hay alguien enamorado aquí? Alguien levantó la mano. Se trata de Iván Castillo, un estudiante aplicado que no le dolieron prendas en expresar públicamente el amor que siente por una compañera, Adriana López, quien, aunque no salía de su asombro, amablemente accedió a levantarse y corresponder ante el agasajo. Recibió un ramo de flores elaborado con papel de periódico y, por supuesto, el aplauso de los alumnos de los dos cursos de sexto del conocido como centro de Las Carmelitas.
¿Qué tiene que ver el amor con un periódico? Todo. Amor es lo que aplican cada día los periodistas, los fotógrafos y los técnicos en la confección de un diario que nace y muere cada veinticuatro horas. Amor es lo que declara Diario JAÉN por los noventa y siete pueblos y ciudades de la provincia. Amor es lo que mueve las acciones de los ciudadanos, por quienes se desvive el periódico de referencia de todos los jiennenses. La presentación del Concurso de Redacción Prensa-Escuela, que suma ya 34 ediciones, fue también una declaración de amor. Quiso el maestro de ceremonias, Juan Espejo, que los estudiantes entendieran a la perfección cuáles son las funciones de un periódico que, por culpa de la fecha de caducidad marcada por la actualidad, queda relegado después de su lectura a limpiar cristales, a envolver bocadillos o a proteger el cuerpo de los ciclistas. Y, por supuesto, a elaborar manualidades como ese ramo de flores que regaló Iván Castillo, con todo su amor, a Adriana López.

De valores fue la conferencia impartida por el director en un colegio con una ubicación envidiable, con un profesorado único y, por supuesto, con un alumnado que es la envidia de otros muchos centros. Los cincuenta y dos estudiantes que asistieron a la charla fueron de lo más participativos. Pregunta que lanzaba Juan Espejo, pregunta que contestaban, no sin levantar antes la mano para pedir el correspondiente turno. Además del amor, palabras como la amistad, el respeto, la honestidad, la lealtad, la solidaridad, la bondad o la perseverancia estuvieron muy presentes en una presentación a la que asistió el delegado territorial de Educación, Antonio Sutil, quien tiene su plaza de profesor en “La Purísima” y es espera regresar cuando aparque las ocupaciones políticas y de gestión.
Después de que el director, José Antonio Cobo, diera la bienvenida, empezó la cuenta atrás de casi dos horas de diversión en las que lo importante no fue perderse la clase de Matemáticas, sino ver las caras de los escolares cuando de la maleta viajera salían instrumentos del pasado y del presente, desde una máquina de escribir más antigua que el sol hasta la genialidad de Alexa, desde las grabadoras de cintas hasta el dron o desde el teléfono de rueda hasta el smartwatch de última generación. Herramientas que sirvieron y que sirven para elaborar un periódico cada día, ese que antes era en blanco y negro, el que ahora está lleno de color y el que se rinde a los pies de lectores como los alumnos del colegio La Purísima, un lugar especial en el que se forma y se educa.