Alarma vecinal por una “gran” grieta en Arroyo de San Pedro

La cofradía del Santo Sepulcro, en ese mismo edificio, ya está de mudanza

24 oct 2019 / 11:05 H.

Una gran grieta en la pared tiene en vilo a los vecinos del número nueve de la calle Arroyo de San Pedro. Están preocupados por el estado del edificio donde residen, más si cabe tras lo que ocurrió hace unos días en la calle Vicario, donde se derrumbó una vivienda, a tan solo 300 metros de donde hoy denuncian el problema.

En el mismo edificio también tiene sede la hermandad del Santo Sepulcro, que según afirma el presidente de la asociación de vecinos San Juan, Francisco Castro, están en plena mudanza por la enorme raja que presenta el inmueble. En esta misma línea, el responsable hace hincapié en que, ahora, la cofradía tiene que pagar otro alquiler. “Antes estaban en el bajo del edificio, que es propiedad de la parroquia, pero la grieta los ha obligado a irse de allí. Si entras está todo manga por hombro en lo que recogen todas sus pertenencias”, asegura Castro.

No se olvida de la preocupación que impera entre los vecinos del bloque. Más si cabe tras lo que ocurrió hace unos días en la calle Vicario, donde se produjo el derrumbe parcial de una vivienda. Tal y como relata el presidente de San Juan, desconocen las causas por las que se ha producido tal grieta, aunque tienen sus sospechas. “Creemos que es culpa del solar de al lado, por lo que nos pusimos en contacto con el propietario”, dice.

En concreto, los vecinos consideran que es el crecimiento de una higuera en la parcela colindante la que ha provocado que se abra una raja en la pared del edificio. “No lo sabemos con certeza, por lo que le pedimos al propietario que viniera para que podamos acceder al solar y comprobar si es eso o no la causa de lo que ocurre”, indica Castro, a la vez que lamenta que, hasta ahora, “les dan largas”.

Al principio decidí no inmiscuirme en el asunto, pero al ver cómo no le hacían caso al párroco de la iglesia de San Juan, decidí intervenir como presidente de la asociación de vecinos”, asegura algo molesto, al mismo tiempo que hace hincapié en que llevan dos semanas con el tema, pero el propietario declina todas las ofertas del responsable vecinal y el cura para entrevistarse con él, entrar en el solar y comprobar qué causa los desperfectos. “Hasta ahora solo nos puso excusas y lo único que queremos saber es qué ocurre”, asegura Castro, que pone de manifiesto la gran preocupación de los vecinos, que hasta que averigüen el origen del problema, tendrán que pagar de su bolsillo, y del cura, los arreglos necesarios.