Acogida para los ucranianos
La Fundación “la Caixa” prevé destinar una inversión de 2,5 millones de euros a la iniciativa

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y el presidente de la Fundación “la Caixa”, Isidro Fainé, presentan el Proyecto de Acogida a Familias de Ucrania para organizar y coordinar la red de familias acogedoras de refugiados con el objetivo de sumar esfuerzos ante la llegada de personas afectadas por el conflicto bélico.
Concretamente, la Fundación “la Caixa” se añadirá al circuito desplegado por el Ministerio en la fase posterior a la primera acogida de emergencia que reciben los refugiados a su llegada al país. Esta primera acogida es de corta duración, en hostales, albergues u hoteles, y permite hacer una valoración del estado de la familia y el diagnóstico de necesidades.

Tras esta primera acogida, la Fundación implementará un proyecto que permitirá activar, recibir y gestionar peticiones de acogimiento por parte de familias españolas durante un período de entre seis meses y un año. Desde la Fundación “la Caixa” se valorará el número de personas a las que pueden alojar, las características del domicilio y el plazo temporal en el que pueden comprometerse a mantener la acogida, entre otros parámetros. Las solicitudes validadas se derivarán al propio Ministerio y se conectarán con las demandas de acogida recibidas.
Las familias españolas interesadas en acoger familias de refugiados ucranianos pueden dirigirse al teléfono 900 67 09 09, que ya está operativo en horario de 9:00 a 22:30 horas de lunes a domingo. Paralelamente, la Fundación “la Caixa” lanzará la campaña informativa “Familia necesita familia” para movilizar a la ciudadanía.
“El Ministerio confía en nosotros para colaborar en una de las labores más necesarias ante la crisis humanitaria en Ucrania: la acogida de las personas afectadas por el conflicto bélico. Con este proyecto, por el que la Fundación apuesta decididamente, queremos contribuir a que los refugiados encuentren el mejor hogar posible en España, canalizando a la vez la solidaridad de los ciudadanos”, explicó Isidro Fainé, presidente de la Fundación “la Caixa”.
Por su parte, el ministro José Luis Escrivá subrayó lo “fundamental” de poner en marcha un proyecto como este e hizo especial hincapié en las responsabilidades y obligaciones que supone acoger refugiados. “Por ello, tenemos que asegurarnos que las personas que van a ser acogidas tienen apoyo y orientación, así como asistencia jurídica y psicológica, y acceso a las ayudas económicas para alojamiento y manutención”, dijo.
Este proyecto se desplegará en cuatro de las provincias que están registrando un mayor volumen de llegadas: Madrid, Barcelona, Murcia y Málaga. Para ello se crearán Oficinas Técnicas de Acogida de la Fundación “la Caixa” (seis en Madrid, seis en Barcelona, tres en Málaga y tres en Murcia) con el objetivo de valorar la idoneidad de la familia acogedora y facilitar la conexión con los distintos dispositivos territoriales oficiales de acogida. La gestión de estas oficinas la llevarán a cabo distintos equipos profesionales, especialistas en intervención familiar, de la red de entidades sociales del programa CaixaProinfancia, que cada año presta apoyo a más de 60.000 niños de toda España y a sus familias. La Fundación “la Caixa” prevé destinar una inversión de 2,5 millones de euros a la puesta en marcha y desarrollo de la iniciativa durante el próximo año.
El efecto del confinamiento en las ciudades y las personas, a estudio

Las medidas de confinamiento decretadas en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia de la covid-19 dieron lugar a descensos en los niveles de contaminación del aire, ruido y actividad física en las ciudades insólitos hasta la fecha. Las consecuencias de estos cambios para la salud de las personas variaron en función de la rigidez de las medidas de confinamiento de cada lugar y del contexto local, proporcionando datos valiosos sobre cómo las medidas de emergencia pueden afectar a la salud de la población.
¿Qué lecciones se pueden extraer de todo ello para futuras políticas de planificación urbana y de preparación ante emergencias? Un estudio publicado en Environmental Pollution y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, ha tratado de dar respuesta a estas cuestiones.
Para poder establecer comparaciones, el equipo de investigación seleccionó tres ciudades europeas con distintos grados de medidas de confinamiento: Barcelona, donde se decretó un confinamiento estricto; Estocolmo, donde las medidas fueron mucho más laxas y sujetas, en último término, a la responsabilidad y el “sentido común” individuales; y, por último, Viena, que contó con unas medidas intermedias. Para cada una de las tres ciudades, recopilaron o estimaron datos relativos a contaminación del aire, ruido y actividad física de tres momentos distintos en el tiempo: antes de la pandemia, durante el confinamiento más estricto y en el período de desconfinamiento posterior. Además, el estudio refleja otros efectos adversos del encierro en las personas.