Acepta dos años de prisión por vender droga en Etnosur

Conformidad entre las partes del juicio celebrado en la Audiencia Provincial

24 oct 2019 / 11:05 H.

Dos años de cárcel y multa de 302 euros. Es la condena impuesta a B. V. M. G., vecino de Motril, Granada, que fue “pillado” trapicheando en el festival de Etnosur en 2018. Así, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial acogió el juicio en el que ambas partes llegaron a un acuerdo y finalmente se le impuso la pena de cárcel por un delito contra la salud pública tras haber sido sorprendido por la Guardia Civil en Alcalá la Real portando diferentes sustancias estupefacientes. El acusado, al que inicialmente el Ministerio Fiscal pedía tres años y tres meses de prisión y al que no le constan antecedentes, reconoció ante el tribunal los hechos y se mostró conforme con la pena después de que el Ministerio Público la haya rebajado a dos años.

Los hechos sucedieron en verano del año pasado. La Guardia Civil, en el marco del Plan Operativo de respuesta policial al tráfico minorista y consumo de drogas enmarcado en la celebración del festival musical y cultural Etnosur, detuvo al acusado en la madrugada del 21 de julio de 2018.

Los agentes dieron el alto al procesado tras observar que mostraba una actitud nerviosa y evasiva. Cuando fue registrado, en una riñonera que portaba, se requisó una variada cantidad de diferentes tipos de drogas, entre ellos 12 dosis de MDMA, con un peso de 7,5 gramos; 7 dosis de Speed, con un peso de 6,9 gramos; dos trozos de hachís, con un peso de 7,1 gramos; nueve pastillas con inscripción Silver, con un peso de 4,4 gramos; cinco pastillas de MDMA, con 2,2 gramos de peso. Todo ello perfectamente envasado y preparado para su venta, además de 400 euros en billetes de 5, 10, 20 y 50.

La celebración del festival Etnosur implica un amplio despliegue de seguridad. Este año, desde el Ayuntamiento de Alcalá la Real, se adelantó un refuerzo de la presencia de la Policía Local para los tres días de celebración, con agentes volcados en controlar el tráfico rodado y la atención al público. También hubo entre tres y cuatro patrullas, según el turno, con presencia de seis policías de fuera. Se contó, asimismo, con un dispositivo fijo de Protección Civil y asistencia sanitaria en el Paseo de los Álamos. Es reseñable que este año se prepararon zonas de aparcamiento específica para turismos y caravanas, por lo que los vehículos no podían estacionar fuera de las plazas habilitadas. También hubo sanciones para las tiendas que se encontraban fuera del recinto de la SAFA.