Abrigos y bufandas, el nuevo material escolar obligatorio

La caldera de dos centros no funciona por una pieza estropeada

18 nov 2019 / 11:02 H.

El simple gesto de dejar el chaquetón en el perchero al entrar en clase ha dejado de ser algo común entre los alumnos más pequeños del colegio Antonio Prieto y los estudiantes del edificio de adultos del centro Antonio Machado. Y no, no es que haya vuelto el verano a mediados de noviembre. Precisamente, sienten el frío más que otros, ya que la caldera que alimenta la calefacción de ambos bloques tiene una pieza estropeada y la única manera de mantener el calor es dejarse puesta la ropa de abrigo puesta.

Desde el AMPA del “Antonio Prieto” comenzaron el viernes una recogida de firmas entre los padres para presentarlas, hoy mismo, al Ayuntamiento para reclamar una solución para la situación que sufren sus hijos, que no tienen más de cinco años, pues el edificio afectado es el de Infantil. Gemma Marcos, presidenta del colectivo de madres y padres, cuenta que a pesar de que los técnicos municipales se dieron cuenta del problema hace ya dos semanas, “han ido pasando los días y el centro sigue sin calefacción porque dicen que hay que licitarlo en Mantenimiento y hay que esperar de 15 a 20 días”. Sin embargo, los ánimos entre los padres están como la temperatura de las clases, bien bajos. “Nosotros creemos que no solo va a ser este tiempo, sino que va a ser más, y tenemos miedo de que pase como con los comedores”, indica Marcos, quien se lamenta de que en solo estos pocos días sin caldera muchos niños ya se hayan resfriado.

Manuel Gutiérrez, director del colegio Antonio Prieto, afirma que el problema fue comunicado “hace tiempo” a la Concejalía de Educación y apunta: “Sé que están en vías de solucionarlo y pero entiendo la postura de los padres. Eso sí, creo que se tendría que haber solucionado ya, porque parece ser que es solo una pieza la que falta para que la calefacción funcione”. Su homólogo en el Centro Público de Educación de Personas Adultas Antonio Machado, José Luis Cañada, explica que ellos también sufren el mismo problema al compartir la caldera con el colegio. “Desde el Ayuntamiento nos comunicaron que están e ello, pero que no pueden saltarse los protocolos administrativos. Nosotros, como funcionarios, lo entendemos; pero también pensamos que hay instancias y estratos de mandos que pueden tomar decisiones paliativas. Y, hasta donde sabemos, nos vemos hasta después de Navidad si se siguen estos protocolos administrativos”, comenta Cañada. A este problema en el “Antonio Machado” se suma que el centro es de los años setenta, por lo que el aislamiento es más deficiente. Por ello, el director expone que muchos de sus alumnos tienen que estar en las aulas superiores del edificio con gorros y abrigos. De hecho, Eva Álvarez, secretaria de Dirección, relata cómo, en una de sus clases, los estudiantes decidieron irse porque “no podían seguir en el aula por el frío que hacía”. “Las aulas son grandes y están mal aisladas. No estamos en condiciones de poder trabajar bien”, insiste. En este sentido, José Luis Cañada incide, también, en que el perfil de sus alumnos también es especialmente sensible a esta situación, ya que dan clases a personas de 18 a 80 años. Con ello recalca que dan clases a personas mayores con problemas de artrosis, artritis, reuma, de movilidad... y, cuando hay un pico de frío, “lo pasan mal y, como son personas adultas, deciden no venir; lo que conlleva un pérdida de alumnado”.

El Ayuntamiento afirmó que la caldera no pudo ser arreglada antes porque era necesario encargar la pieza estropeada a una empresa, ya que no la tenían unidades disponibles. Tras hacer el pedido correspondiente y tener que esperar a que llegara dicha pieza, indicaron a este periódico que harán hoy el arreglo de la caldera que hace funcionar la calefacción del edificio de Infatil del colegio Antonio Prieto, y el bloque de adultos del centro Antonio Machado.

Casi un año de baja.

Los problemas en el colegio Antonio Prieto no terminar con el frío que pasan los más pequeños. Según manifiestan desde el AMPA, la portera del centro lleva —desde enero— de baja y, a pesar de que se ha pedido su sustitución en varias ocasiones, nadie ha cubierto aún su puesto. “Las puertas del colegio se abren 10 minutos antes de las nueve de la mañana y se cierran unos 15 minutos después. Sin estar la portera, la entrada estar hasta las 10:00 o las 11:00 horas sin cerrar”, subraya Gemma Marcos. Problemática que también incluyeron desde el colectivo de madres y padres en la recogida de firmas y el escrito que hoy llevarán al Registro del Ayuntamiento de la capital para propiciar un cambio.

José Antonio García
“Si esto sigue así, no voy a traer a la chiquilla para que se ponga peor”

José Antonio García, padre de una niña de 4 años, lo tiene claro: si el problema no se soluciona, dejará de llevar a su hija a clase. “Ya lo he dicho, si esto sigue así , no pienso traer a la chiquilla para que se ponga más mala. No es normal que mi niña, de 4 años, esté en un colegio sin radiadores y tenga que pasar frío. No voy a poner en riesgo a mi hija”, declara. García asegura que su hija ya está resfriada y que, al llevarla al médico, este le recomendó que le dejara el abrigo puesto en clase porque “las aulas, cuando entras, están congeladas”, insiste.

María del Carmen Lendínez
“No se pueden quitar los chaquetones y están incómodos en clase”

La hija del María del Carmen Lendínez también está ya enferma y, su madre, cuenta que todos pasan “muchísimo frío”. “No se pueden quitar los chaquetones y están incómodos en clase, porque evidentemente no tienen la misma movilidad”, explica. Por ello, desea que se ponga una pronta solución a esta problemática en el colegio cuanto antes. “No es normal que una caldera, a 15 de noviembre, no funcione. Las inspecciones las tienen que hacer antes para que no pasen frío”, dice.

José Ramón de la Torre
“Estamos viviendo estos días mal y con mucha preocupación”

“Estamos viviendo estos días mal y con mucha preocupación”, afirma José Ramón de la Torre, padre de una niña de 3 años. En este sentido, explica que le inquieta que los niños no tengan calefacción y que, por ello, se pongan enfermos, ya que se encontrarían con dos problemas. El primero, que no podrían llevarlo al colegio y muchas familias no sabrían con quién dejarlo si tienen que ir a trabajar, y, el segundo, que al ser tan pequeños un simple resfriado se les puede “complicar bastante”.