A la espera de una sede

Es una demanda histórica, de trece años de antigüedad, el tiempo que hace que la asociación Entorno Mujer pide al Ayuntamiento una sede propia. Jéssica Macías, la presidenta, y miembros del colectivo salieron a la calle, concretamente al número 8 de Doctor Juan Nogales, el domicilio de Macías, para pedir un punto de encuentro. Sienten que han dado más de lo que han recibido en la capital jiennense. Recordaron que, según entienden, el Ayuntamiento les debe una.

“No sé si por ser extranjeros hay quien nos toma por la última rueda del carro”. La “duda” de la representante del colectivo revela el malestar de los socios. “Entorno Mujer” nació en el año 2003 para dar cobijo a las féminas foráneas que arriban a Jaén. Esa era la idea, la meta que se fijaron Macías y su junta. Ocurrió que, con el tiempo, aparecieron más objetivos. O nuevos problema. Depende de la óptica con que se mire. “Ya no solo nos centramos en las mujeres extranjeras. Con la crisis, hay familias que nos piden ayuda. Y por desgracia, nos encontramos con casos de todo tipo: desde hogares de fuera hasta otros que son de la ciudad”, señala Macías a Diario JAÉN.

La mujer, de nacionalidad ecuatoriana, recuerda un nombre: Marina Paterna. “Cuando era concejal prometió, públicamente, que nos apoyaría en nuestra labor social. Necesitábamos un espacio propio”, dice. El que aún no tienen tras trece años de actividad en favor de colectivos en riesgo de exclusión.

Macías cuenta a este periódico que su colectivo nunca ha tenido ánimo de lucro. Las arcas de los socios no dan para un alquiler. Es apenas medio centenar de personas y buena parte de los integrantes está parada, luego no contribuye económicamente. La cuota es de solo tres euros al mes. “Para los trabajos de integración que proponemos contamos con la ayuda de trabajadores sociales y de psicólogos. Pero para que su labor sea provechosa precisamos un local más amplio”, añade.

apoyo. “Nueva Acrópolis”, la asociación que preside Manuel Ruiz, cede su sede a “Entorno Mujer” a cambio de nada. Es decir, ambos colectivos entienden que la tarea de integrar a los extranjeros es más necesaria que nunca. Las olas de xenofobia que ha despertado la crisis en algunos países de Europa —El Frente Nacional, en Francia, por ejemplo— evidencia que el esfuerzo de ciudadanos que defienden la igualdad, sin fisuras, no es en vano.

El domicilio de Jessica Macías también es, desde hace años, una suerte de oficina de información para foráneos que toman residencia en la capital. La ecuatoriana los asesora en cuestiones burocráticas. Cuenta que tiene contacto con los consulados de su país de origen y de Colombia. “Nos piden que les ayudamos”, dice Macías, una mujer a la espera de una sede donde “ejercer”.