A juicio por el crimen del leñero

El fiscal pide nueve años y medio de cárcel al acusado de matar a una mujer y dejar su cuerpo doce días en un trastero

03 ago 2017 / 10:30 H.

E l pasado 15 marzo de 2016, Cipriano C. L., un vecino de Pozo Alcón, ingresó por voluntad propia en la Unidad de Salud Mental del Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda. El hombre, que en la actualidad tiene 45 años, sufría desde tiempo atrás graves problemas mentales. Presuntamente, en las horas previas a acudir al centro sanitario, había acabado con la vida de una mujer. El cadáver de Josefa P. L., de 63 años y conocida en el pueblo como “Pepa”, fue encontrado el 26 de marzo en un trastero de la vivienda del presunto autor del crimen, que se utilizaba para guardar la leña. Allí llevaba al menos 12 días.

El macabro hallazgo se produjo después de que el propio Cipriano le dijera a su familia que acudieran a su casa, porque había “un perro muerto en la leñera”. Cuando un hermano accedió al domicilio, ubicado en el número 10 de la calle Boladero, encontró el cuerpo sin vida de la mujer.

Ahora, el presunto autor de los hechos ya sabe a lo que se enfrenta. La Fiscalía ha pedido para él una condena de nueve años y medio de cárcel por un delito de homicidio, así como el internamiento en un centro psiquiátrico “adecuado a su padecimiento” por el mismo periodo de tiempo. Y es que el Ministerio Público considera que el acusado sufría un trastorno mental que hacía que tuviera alteradas sus capacidades cognitivas y volitivas. En concreto, describe que padecía una patología psicótica, “un esquizofrenia paranoide de carácter crónico y con sintomatología delirante de persecución”.

El escrito de calificación provisional de los hechos que ha presentado el Ministerio Público explica cómo, presuntamente, Cipriano C. L. mató a “Pepa”. Relata que el crimen se produjo en una fecha no determinada, pero comprendida ente los días 12 y 15 de marzo de 2016. Según recoge la Fiscalía, el acusado recibió en su casa la visita de Josefa, a la que describe como “una conocida”. “La invitó a pasar al interior y ella accedió”, añade el fiscal. Entre ellos, no había relación alguna, aunque determinadas fuentes aclaran que la mujer podría dedicarse a ejercer la prostitución. “Una vez dentro, y sin motivo aparente, Cipriano decidió atacar violentamente a Josefa, asiendo en una de sus manos un cúter que había sacado de uno de sus bolsillos”, cuenta el fiscal. Y añade: “Le propinó un gran corte en el cuello, de unos 12 centímetros de longitud”.

La mujer cayó “de forma fulminante al suelo”. “Se desangró incesante y velozmente”, se recoge en el escrito de acusación provisional.

Tras el crimen, el acusado, presuntamente, trató de deshacerse de cualquier vestigio. Según el Ministerio Público, arrastró el cuerpo y lo escondió en el interior de un trastero, ubicado en la misma vivienda, y que se utilizaba para guardar leña. Allí se encontró el cadáver el 26 de marzo. Estaba bocabajo. El procesado, al parecer, también lavó su ropa manchada de sangre y limpió parcialmente la casa, aunque dejó muchos restos. Al día siguiente, ingresó de forma voluntaria en el Hospital de Úbeda.

El fiscal admite que Cipriano tenía sus capacidades para entender y para obrar alteradas. Sin embargo, entiende que se trata de una afectación parcial y, por ello, reclama que se le aplique una eximente incompleta de alteración psíquica. Por ello, solicita que sea castigado con nueve años y medio de cárcel y su internamiento en un centro psiquiátrico. El juicio, que será con jurado popular, se celebrará en la Audiencia.

está en prisión preventiva

Cipriano C. L. estaba en el Módulo de Salud Mental de Úbeda cuando se descubrió el cadáver de Josefa P. L. en su propia casa de Pozo Alcón. La Guardia Civil lo detuvo como presunto autor del crimen y, tres días después, la juez de Cazorla lo envió a prisión preventiva, donde permanece desde entonces. La Fiscalía lo acusa ahora de un delito de homicidio con la eximente incompleta de alteración psíquica.

Indemnización para los familiares

La Fiscalía solicita que el acusado indemnice a los familiares de la víctima. En concreto, reclama que pague 77.000 euros a la madre de la mujer fallecida, y 10.000 euros más para cada uno de sus tres hermanos. En total, una compensación de 107.000 euros “por los daños y perjuicios ocasionados”. La defensa debe ahora presentar su escrito de calificación provisional de los hechos para que pueda celebrarse el juicio.