Toda una vida que Ginés Liébana pintó con poesía

Tosiriano de cuna, pero con su vena artística recorriendo el mundo entero. Ginés Liébana es ejemplo de Cultura y de muchas otras cosas. Las letras y su fino pincel lo encumbraron al olimpo artístico y, con Jaén siempre por bandera, recibe ahora el Premio Jiennense del Año en una categoría que, sin lugar a dudas, podría llevar su apellido. Es también Hijo Predilecto de Torredonjimeno, una tierra que ha reconocido con creces la trayectoria de este artista absolutamente enamorado de lo que hace cada día.

Como pintor, forma parte de “Cántico” junto a los poetas Ricardo Molina, Pablo García Baena, Mario López, al también pintor Miguel Del Moral, Julio Aumente y Juan Bernier, todos pertenecientes a la generación humanista cordobesa. En este sentido, viajó por todo el mundo y visitó países como París, Río de Janeiro, Suiza, Lisboa, Venecia y un largo etcétera. Por hablar de su trayectoria, en los sesenta se asentó en la capital de España, donde permaneció plenamente dedicado a su obra. Su miniaturista pintura se caracteriza por ser mágica y simbólica. Esta refleja toda su sensibilidad jaenera, intensa, ritual y sensual. En la pecera literaria se mueve entre la poesía y la narrativa. Eso sí, de manera magistral. “Donde nunca se hace tarde”, “El libro de los ángeles”, “El mueble del obrero: (redoble bárbaro)”, “El navegante que se quedó en Toledo”, “Resucita loto” o “Penumbrales de la romeraca”. Esta es la larga lista, y ahí no termina, de las obras que tiene este tosiriano en su haber. Por poner un ejemplo, en “El libro de los ángeles” colaboran personalidades de la talla de Miguel Bosé, Nacho Cano, Leopoldo Alas, Luis Racionero, Carlos Villarrubia, Rosa Perales o Lucía Bosé. Una muestra más de que la trayectoria de Ginés Liébana es, tirando por lo bajo, destacada. No es el primer reconocimiento que recibe y seguro que tampoco es el último. En 2005 fue galardonado con la Medalla de Oro de Bellas Artes por su magna trayectoria creativa y en 2010 fue nombrado Hijo Adoptivo de Córdoba. Un año más tarde recibió la medalla de Andalucía y ahora se hace con el Jiennense del Año, un premio que reconoce una vida dedicada a la cultura.