Soluciones a la gran pobreza y desigualdad

Preocupación. La OIT recomienda opciones para los graves problemas que existen en los poblados indígenas

09 feb 2020 / 11:39 H.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama a actuar ante el alto nivel de pobreza y desigualdades que padecen los pueblos indígenas. Según su nuevo informe, en comparación con sus contrapartes no indígenas, los pueblos indígenas tienen casi tres veces más de probabilidades de estar viviendo en situación de pobreza extrema. Concretamente, representan casi el 19% de quienes viven en una situación que es de pobreza extrema —personas que viven con menos de 1,90 dólares en los EE UU al día)—. Si se utilizan umbrales de pobreza menos rigurosos (3,20 euros o 5,50 al día), un número “desproporcionado de pobres” pertenecen a pueblos indígenas, tal y como se refleja en el estudio de la OIT publicado en conmemoración del 30 aniversario del Convenio sobre pueblos indígenas y tribales (1989). Además, la OIT denuncia que independientemente de si la región o el entorno de residencia es rural o urbano, “los pueblos indígenas representan una considerable proporción de los pobres del mundo”.

“Muy poco se ha avanzado en la mejora de la vida de los pueblos indígenas”, ha destacado el especialista de la OIT y coautor del informe, Martin Oelz, quien ve “conveniente lograr más ratificaciones del Convenio 169 y adoptar medidas de cara a su aplicación efectiva”. Desde la OIT sostienen que para que las políticas públicas atiendan a las necesidades de los pueblos indígenas y reflejen sus aspiraciones, “es imprescindible resolver la ausencia generalizada de marcos institucionales y jurídicos que propicien su participación en la adopción de decisiones”. Según el informe de la OIT, el número de pueblos indígenas en el mundo es “considerablemente superior a lo que se creía” y equivale a más del 6% de la población mundial. Esto representa más de 476 millones de personas, los que es “significativamente más” que la combinación de las poblaciones de los Estados Unidos y el Canadá, tal y como aseveran la organización.

En todo el mundo, se estima que hay más de 5.000 comunidades indígenas distribuidas en unos 90 países. A nivel mundial, más del 80% de los pueblos indígenas vive en países de ingreso mediano. Tal y como destacan desde la organización, la subsistencia y las actividades económicas de muchos pueblos indígenas se han transformado. El informe indica que alrededor del 45% de las mujeres y los hombres indígenas están fuera del sector agrícola. Otra conclusión del informe es que, pese a su predominancia entre los pobres, los pueblos indígenas tienen una tasa de participación laboral superior a la de sus contrapartes no indígenas (el 63,3%, en comparación con el 59,1%). Sin embargo, estas cifras de participación laboral van acompañadas de diferencias sustanciales en cuanto a la calidad del trabajo ya que, a menudo, los pueblos indígenas sufren malas condiciones de trabajo y discriminación. Según el informe, frente a un 66% de los pueblos no indígenas, más del 86% de los pueblos indígenas del mundo trabaja en la economía informal, lo cual suele asociarse con malas condiciones de trabajo y falta de protección social. Desde la OIT apuntan que las mujeres indígenas afrontan problemas particulares. Sus tasas de informalidad son más de 25 puntos porcentuales más elevadas que las de sus contrapartes no indígenas y son “las que menos probabilidades tienen de haber terminado la educación básica y quienes más probabilidades tienen de estar en situación de pobreza extrema”.

Asimismo, tienen la participación más alta en el trabajo familiar auxiliar (de casi el 34%). Al mismo tiempo, solo una cuarta parte (el 24,4%) de las mujeres indígenas están en el trabajo asalariado, una proporción inferior a la de las mujeres no indígenas (el 51,1%) y los hombres indígenas (el 30,1%). Tal y como remarca la organización, incluso siendo asalariados, los integrantes de los pueblos indígenas “ganan en promedio el 18% menos que sus contrapartes no indígenas”. El informe también señala que las tasas de empleo más altas registradas entre los pueblos indígenas podrían estar reflejando la necesidad “de asumir cualquier actividad que genere ingresos, incluso si está mal remunerada y las condiciones de trabajo son malas”. Pese a los progresos logrados en los marcos de política pública, la OIT ve “urgente eliminar las desigualdades a las que están expuestos los pueblos indígenas”. Para ello, considera que es “fundamental que se ratifique y aplique el Convenio de la OIT número 169” para establecer y afinar las instituciones públicas y los marcos jurídicos a fin de que favorezcan tanto la celebración de consultas con los pueblos indígenas como su participación. También señalan que la educación es el instrumento esencial para combatir la pobreza y romper la transmisión intergeneracional de la exclusión social, la violencia y la desigualdad que sufren en estos lugares. Igualmente, reclaman implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para lograr una educación accesible para todos y revertir la situación existente en estos poblados indígenas.