Una jiennense en las alturas

Elena Castilla Gallego es una alcalaína que vive durante este verano en Ohio, donde trabaja en el parque de atracciones Cedar Point, mientras visita otros lugares y, a su vez, mejora su nivel de inglés al estar de cara al público

15 sep 2019 / 11:43 H.

Pocas personas tienen la oportunidad de conocer desde dentro y a fondo el funcionamiento de un parque de atracciones, pero Elena Castilla Gallego, de Alcalá la Real, sí. Tras finalizar sus estudios tomó la determinación de viajar a América para mejorar el idioma y, a la vez, tener la oportunidad de viajar y conocer mundo. De esta manera terminó yendo hasta Ohio, más concretamente en una angosta península del lago Erie en la bahía de Sandusky. De hecho, es el segundo parque de atracciones con más montañas rusas, un total de 17 y una de ellas, la Top Thrill Dragster, es la segunda más alta del mundo.

“El principal motivo para venir aquí fue mejorar el inglés. Además, me comentaron la existencia del programa Work and Travel, que consiste en ir hasta EE UU a trabajar y viajar. Una vez se me planteó la oportunidad mi pensamiento fue que o lo hacía ahora o si no, no lo haría nunca”, reconoce Elena Castilla.

Hasta finales de septiembre, esta alcalaína que ha estudiado en Sevilla Ingeniera Industrial, vive entre montañas rusas y atracciones mientras atiende al público en los apartados de juegos, más concretamente en su caso, en el área 1. “El parque de atracciones tiene distintos departamentos y yo estoy en games, sería lo que en España son los típicos puestos de juegos que hay en las ferias donde se tiran dardos, botellas o cubos para conseguir peluches y premios. Aquí en América eso es muy común en los parques de atracciones. Primero van a montarse en diferentes sitios y luego van hasta la zona de juegos. Yo siempre estoy en el área 1, que cuenta con diferentes juegos”, explica. De hecho, también reconoce que fue ella misma quien eligió formar parte de esta sección y no de cualquier otro puesto que es un puesto que le permite estar en contacto permanente con el público y practicar mucho más el idioma de forma diaria, una de las razones principales por las que decidió subirse a esta aventura. También apunta que los comienzos no fueron fáciles, precisamente por el idioma y lograr hacerse explicar, pero con el paso del tiempo ha logrado que esto no suponga un problema, sobre todo cuando tiene que hablar con las personas que se acercan hasta el parque para disfrutar. “Hay que saber cómo mediar con el público y los clientes del parque. Por ejemplo, cuando hay mucha gente, luego viene todo el mundo a la zona de juegos y es un poco estresante, tienes que aprender a mediar con ellos y le veo puntos positivos a este trabajo, porque, aunque no sea cualificado, estás aprendiendo y manejas experiencias que te sirven en tu día a día”, afirma.

Otro de los aspectos más interesantes para Elena es que no le sirve el viaje para aprender inglés, sino que, a su vez, conoce de cerca otras culturas y formas de ser gracias a que la mayoría de sus compañeros son de puntos diferentes del mundo. Desde ecuatorianos, turcos, rumanos. Una curiosa mezcla con la que esta jiennense conoce más sobre otros lugares.

Elena Castilla también tiene tiempo para descubrir pueblos y ciudades cercanas, eso sí, cuando el tiempo en el que no trabajan lo permite, que a pesar de no ser demasiado, ha sido el suficiente para visitar varios rincones de los Estados Unidos. “Sin lugar a dudas lo mejor es viajar, conocer diferentes culturas y personas de fuera de España. Intentamos hacer todo tipo de actividades que nos permitan conocer lo máximo posible sobre el país y esta cultura”, explica. Ahora, está a punto de regresar a España y, aunque ha sido una gran experiencia, una parte de ella desea volver porque, como afirma, ahora más que nunca “valora lo que hay en España”.

La comida, a examen

Pocas cosas disgustan a Elena de su viaje hasta Ohio, pero una de ellas es la comida. No es una buena experiencia para ella puesto que, en su mayoría, todo es comida rápida y echa de menos la que hay en España. “La comida en Estados Unidos es horrible. Todo es comida rápida, hamburguesas, pizzas y no hay otra cosa. Encima como tenemos un sitio mucho más barato para comer dentro del parque pues la comida es que es siempre la misma, cambie el menú, pero siempre es de comida grasienta, apenas con verduras o frutas. Aunque parezca irónico estoy adelgazando un montón porque no hay manera de comer”, reconoce sobre la situación con los alimentos, hasta el punto de que considera que en este apartado, el país “se le ha caído un poco”, puesto que no esperaba que fuese así y la mayor parte de gente tomase comida rápida a cada momento.

La familia, su aliada

Como Elena Castilla reconoce, una de las cosas más difíciles de estar lejos de España, aunque pueda parecer un tópico, es la familia, algo que, además, notaba más debido a la diferencia horaria que hacía mucho más complicado contactar en momentos puntuales con ellos. “Se echa mucho de menos a la familia y a tu pareja, estás fuera y necesitas saber de ellos. Además, en eso afecta el cambio horario que hace más difícil contactar con ellos y a eso se le suma que trabajo casi todo el día, por lo que cuadrar horarios se hace complicado”, afirma. Sin embargo, siempre intenta encontrar el hueco perfecto para volver a conectar con ellos y hablar aunque sea un poco. De hecho, reconoce que siempre pensó que no viviría en España cuando terminase sus estudios, pero que ahora lo está pensando más tras su tiempo fuera.

Toda una viajera por Estados Unidos cuando el tiempo de trabajo lo permite
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No todo es trabajar. Aunque como reconoce Elena la mayor parte del tiempo tocaba estar dentro del parque de atracciones porque las jornadas laborales son muy extensas, pero siempre encuentran huecos para conocer otros rincones de América y visitar otros sitios que son desconocidos para ella. Así, ha visitado las cataratas del Niágara, Toronto o Chicago. “El primer viaje fue a las cataratas. A pesar de tanto trabajo por fin hemos conseguido durante el mes de septiembre hacer algunos viajes como este. Aproveché la ocasión para cruzar hasta Toronto con mis compañeros y fue un viaje muy bonito, aunque estábamos asustados por tener que cruzar a Canadá, pero no hubo ningún problema y lo pasamos muy bien. Sobre el viaje hasta Toronto, Elena señala que notó la ciudad más europea y las personas eran mucho más simpáticas, aunque reconoce que no es una ciudad que tenga mucho que ver más allá de los impresionantes rascacielos que pudo observar, aunque si fue una manera de salir de su rutina dentro del parque.

Trabajo en equipo
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En esta imagen están todos los compañeros de Elena que forman parte de la sección de juegos del parque. Entre todos han hecho una piña para hacer un buen trabajo, hasta el punto de ser buenos amigos y salir por las noches para descansar tras el largo trabajo, aunque como señala, los establecimientos cierran muy temprano.

Un parque para ellos
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Cada semana, en la noche del lunes, una parte del parque quedaba abierta para que los empleados pudiesen disfrutar de la zona durante la noche y que fuera solo para ellos. Una forma distinta de tener un rato de ocio y desconexión. Además de ser una buena idea para que ellos pudiesen interactuar entre ellos.

En el trabajo
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Esta imagen corresponde al primer día de trabajo de Elena. Este es uno de los lugares del área 1 en los que tiene que pasar el día y atender al público que se acerque tras estar en el parque de atracciones. “Aquí en América eso es muy común. Primero disfrutan las atracciones y luego van a la zona de juegos para disfrutar”.

Noche enterna
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Muchos días han sido especiales durante este viaje, pero esta noche fue especial, ya que parte del grupo de amigos que ha hecho en el parque se despidió del trabajo en esa fiesta para comenzar sus quehaceres en su lugar de origen. Una celebración que recuerda con mucho cariño la jiennense tras despedirse de ellos.