Rincones con gran historia

Natalia López lleva más de un año en Berlín, ciudad de la que se enamoró hace siete años cuando realizó su Erasmus. Ahora, aprovechó la ocasión para regresar y trabajar en este rincón que cuenta con una gran historia

19 ene 2020 / 11:58 H.

Una ciudad que en cada una de sus calles y recovecos está repleta de historia, de momentos que fueron fundamentales para el mundo. Natalia López Anguita, de Torredonjimeno, lleva más de un año viviendo en la que se conoce como la ciudad Fénix, Alemania. Un rincón único en el mundo y que sobrevivió de sus cenizas tras sufrir varias guerras, entre ellas la Segunda Guerra Mundial. Un lugar que, por si fuera poco, vivió una tremenda división que provocó la construcción de un muro hoy caído y que es el mayor reflejo de las cicatrices con las que cuenta la ciudad y que son todavía visibles entre sus edificios y culturas. Allí, Natalia comenzó un Erasmus hace siete años, se enamoró de la ciudad y de lo que allí aprendió sobre biología y bioinformática. “Cuando terminé mis estudios de grado y master, decidí buscar un contrato de doctorado y Berlín fue una de mis primeras opciones ya que además de la investigación de alto nivel que se realiza aquí, quedé enamorada de la ciudad”, esgrime la tosiriana.

Aunque se fue sola no lo estuvo en ningún momento porque, debido a que ya había estado en Berlín previamente, tenía grupos de amigos y conocidos con los que se adaptó de una manera más rápida y fácil al ambiente de la ciudad. “Claramente, el proceso de adaptación es más largo de lo que uno podría pensar ya que se trata de un país distinto donde la cultura es diferente así como el idioma. Además, es una ciudad inmensa si la comparamos con Torredonjimeno o Jaén. Aun así, personalmente el proceso de adaptación no fue especialmente complicado ya que ya conocía la ciudad, amigos y además ya he tenido experiencias previas en el extranjero”, explica.

En definitiva, más de un año en el que Natalia asegura que ha aprendido mucho con una vida ajetreada y dinámica, como considera que es el estilo de vida de la propia ciudad y que le ofrece un sinfín de oportunidades para su día a día. “Mi vida es ajetreada, dinámica y emocionante. Ajetreada porque hacer un doctorado es algo que conlleva mucha disciplina, esfuerzo y tiempo pero intento compaginarlo con otras actividades. Berlín es una ciudad que ofrece todo tipo de actividades, mezclas de culturas y gente de cualquier parte del mundo por lo que me encanta mantenerme siempre activa conociendo gente nueva”, remata la tosiriana.

De hecho, Natalia asegura que, de momento, espera cumplir los cuatro años que va a estar en la ciudad, pero que no descarta si surge la oportunidad seguir en la ciudad, al igual que una posible vuelta a España. “Ya que mi contrato de doctorado es de cuatro años, la intención es como mínimo realizarlos aquí y si surgiese la oportunidad de quedarme sería algo que consideraría. Volver a España siempre es una posibilidad. Actualmente diría que no, ya que me encuentro muy bien en Berlín, me encanta mi vida aquí y las condiciones laborales. Volver a España sería dar un paso atrás en este sentido”, sostiene.

Además, también considera que vivir fuera siempre es una forma de avanzar y que ayuda a madurar a aquellos que toman esta decisión. “Personalmente creo que vivir fuera te hace crecer y madurar de una manera que es difícil de entender si nunca lo has experimentado. A parte, aprendes a empatizar más y a entender las diferencias. Además, es muy irónico pero en España tendemos a criticar todo y pensar de una manera muy negativa. Cuando estás fuera te das cuenta de que no todo es tan malo, y que también hay muchas cosas positivas de nuestra cultura”, añade Natalia López acerca de algunas de las razones que ve positivas para que los jiennenses se atrevan a viajar más.

su familia, presente

A pesar de lo agusto que se encuentra Natalia López en Berlín, la joven si que reconoce que echa de menos a su familia, aunque apunta que también hay otras situaciones o momentos que son únicos de España y que se rememoran con fuerza al estar lejos. “Creo que aquí todos los españoles que vivimos en el extranjero coincidimos en que lo que más se echa de menos es el tiempo, el sol, la temperatura, el cielo azul y, por supuesto, la comida”. A pesar de esto, la joven anima a los jiennenses a viajar para formarse o buscar otras oportunidades. “Ya sea para unos meses, o un periodo más largo de tiempo, salir al extranjero es una experiencia súper enriquecedora que te hará ser mejor persona y vivir infinidad de experiencias únicas”, añade. Una forma de que las personas descubran mundo y vivan una serie de aventuras que, Natalia, les anima a experimentar de cerca.

Anécdotas sin olvidar

Son muchas las experiencias y momentos que Natalia puede contar sobre su vida en Berlín, tanto de su primera parada como de la actual, pero, lo cierto, es que varias de ellas tienen que ver con el idioma y momentos que no esperaba “Tendemos a hablar español con otros amigos españoles, pensando que nadie nos entiende y, a veces, algún alemán se mete en la conversación por entendernos. De hecho, en ocasiones las conversaciones eran pirvadas. A su vez, en algunos momentos, la gente allí es tan silenciosa que te regañan por hablar algo más alto de la cuenta en lugares como puede ser el metro”, explica. A su vez, reconoce que lo “peor” que lleva del cambio es el idioma, un tanto difícil. “Lo menos positivo para mí es el idioma. Es muy diferente y complicado de aprender. La mayoría habla en inglés, pero puede dificultarte”, añade.

una verdadera viajera que ya ha estado en otros lugares para recorrer el mundo
idcon=14327744;order=15

Natalia López ya había estado en otra ocasión en Berlín, donde realizó su Erasmus como parte de su grado en Bioquímica hace siete años. Sin embargo, no solo ha viajado a este rincón de Europa. “Había estado viviendo aquí en Berlín por un año por mi beca erasmus más otros 6 meses en los que realicé prácticas. A parte, después de terminar mi grado en bioquímica, decidí irme a trabajar a Roma, Italia durante un año en European Molecular Biology Laboratory (EMBL) para ganar más experiencia antes de empezar el master y doctorado”, explica acerca de sus viajes y los motivos que le han hecho estar fuera de España en determinadas ocasiones. Lo cierto es que, aunque no descarta regresar a España si que tiene claro que su futuro en Jaén solo será, en principio, para visitar a familiares y amigos, aunque le gustaría seguir en Berlín el mayor tiempo posible puesto que está completamente enamorada de esta ciudad que ya la acogió hace siete años y ahora le ha vuelto a abrir los brazos para que se sienta lo mejor posible en la misma.

Rodeada de lo mejor
idcon=14327750;order=17

Estos jóvenes forman parte del grupo de investigación que está con ella durante sus horas de trabajo. Todos ellos hacen sus labores más fáciles y siempre están al tanto de lo que necesitan unos y otros hasta el punto de que ya han formado una pequeña pero gran familia. Así, Natalia disfruta junto con Joy, Aydan, Dhanur y Maxi.

Siempre acompañada
idcon=14327755;order=19

La joven siempre tiene tiempo para disfrutar y estar junto con los amigos que ha hecho durante este tiempo en la ciudad. Una manera de estar con gente de su mismo país y pasar el tiempo con ellos. Personas que ya son muy cercanas para ella y son verdaderos amigos con los que el tiempo en Berlín se hace más fácil.

Tiempo para viajar
idcon=14327759;order=21

Durante todo este tiempo en Berlín la tosiriana ha tenido la oportundiad de conocer otros lugares y culturas. Por ejemplo, Natalia ha viajado junto a a dos compañeras de trabajo en unos cursos que se impartieron en Shangai. Una manera de seguir aprendiendo y tener la oportunidad de conocer otros rincones hermosos.

Visitas especiales
idcon=14327763;order=23

No solo se es feliz con los amigos y compañeros que se hacen en una nueva ciudad y Natalia da fe de ello. Fue mucha la ilusión y alegría que sintió cuando dos amigos suyos la visitaron a la ciudad. David y Laurie vinieron para acompañarla y visitar todos los rincones de la ciudad, como la puerta de Brandenburgo.