Polinomios en casa. Matemáticas por todas partes

    16 jun 2019 / 11:32 H.

    En las clases de matemáticas es muy común escuchar: ¿Maestro, y esto para qué nos sirve? La respuesta no siempre es sencilla y no nos valen las típicas respuestas de “para aprobar”, “para aprender”, “para pasar de curso”... No son esas las respuestas que ellos quieren escuchar. Y no son las más adecuadas, porque el alumnado quiere saber realmente para qué le puede servir lo que en clase le estamos contando. Cuando trabajamos el tema de los polinomios, que es cuando la matemática se hace más abstracta, comenzamos a recibir esas preguntas de forma más continuada. Al comenzar a trabajar con la “x”, esa “cosa” que no se entiende, las primeras operaciones son la suma y resta de polinomios. Siempre les decimos que “x” es cualquier cosa. Llenamos las aulas de manzanas, elefantes, calcetines, incuso teléfonos móviles, que son mucho más motivadores, así podemos decir: “Sea x un teléfono iPhone. Si tenemos 3 iPhone y me quitan 1 iPhone, ¿cuántos iPhone tenemos?” Respuesta: tenemos dos teléfonos iPhone. 3??−??=2??

    Hasta aquí todo se puede entender más o menos bien. Avanzamos y trabajamos con expresiones polinómicas, esos polinomios de los que todos hemos oído hablar, pero no todos hemos llegado a entender. En casa todos tenemos polinomios, todos tenemos objetos que debemos clasificar, donde vamos colocando unos y quitando otros. Todos hemos tenido que ordenar y contabilizar, por ejemplo, calcetines.

    El polinomio 14??2+11??+21, representa catorce calcetines de mi padre (??2), once calcetines de mi hermano pequeño (??) y veintiún calcetines míos. Pues bien, al llegar el sábado, hacemos el recuento de calcetines que hemos usado para ponerlos a lavar, y los que acabamos de lavar para incorporarlos al cajón de calcetines, pero de forma ordenada, sin mezclarlos. Tendremos que juntar los calcetines de mi padre (??2) con los de mi padre, los de mi hermano (??) con los de mi hermano y los míos con los míos. Eso es sumar y restar polinomios. Si de los calcetines que teníamos, mi padre ha usado siete, mi hermano dos y yo diez, y, además, hemos sacado de la lavadora cinco para mi padre, tres para mi hermano y ocho para mí, la operación polinómica de calcetines será: (14??2+11??+21)−(7??2+2??+10)+(5??2+3??+8)

    Esta suma y resta de polinomios nos llevará al recuento final de calcetines, que será un nuevo polinomio en el que quedarán clasificados los calcetines de mi padre, mi hermano y míos. Doce calcetines en el cajón de mi padre, otros doce en el de mi hermano y diecinueve en el mío. 12??2+12??+19. Las matemáticas sirven para todo en la vida, para organizar, para estructurar, para clasificar, para aclarar, para situar, para secuenciar, para visualizar, para generalizar, en definitiva, para poder crecer en el espacio que nos ha tocado vivir. Las matemáticas están en todas partes, miremos donde miremos tenemos matemáticas. Ya tenemos la respuesta: “los polinomios sirven para organizar, contar y clasificar calcetines en casa”. Hoy han sido calcetines, pero los mismos polinomios nos servirían para clasificar cualquier otra cosa de casa, las chuches que guardamos en el rincón de los deseos, por ejemplo. Bienvenidos a las aulas todos esos niños y niñas, que se preguntan para qué, esperemos que nunca se acabe la curiosidad por saber y entender.