“El éxito no es sinónimo de lo extraordinario”

Aprendió de la mano del italiano Alessandro Barbiero y hoy es uno de los más reputados sommelieres y catadores profesionales de España. Una fama que David de Castro se ha ganado a pulso, no solo por el conocimiento adquirido, que es extenso, sino por ser honesto consigo mismo y con los juicios de valor que emite, sin cortapisas ni pelos en la lengua, tal cual. Al pan, pan, y al vino, vino. Si es un caldo que quita el sentío de bueno, lo aplaude, y si se trata de un tintorro pretencioso y bien maqueado, lo dice y tan pancho. Ese es su valor. David de Castro nació en Úbeda y se crió en La Yedra. Con 19 años se fue a Sevilla a estudiar Relaciones Públicas y Publicidad. Alternaba los estudios con trabajos para costeárselos. Luego se marchó a París para estudiar francés. Tras pasar cuatro años en la ciudad de la luz, se graduó por la Alianza Francesa y regresó a España. Lo contrató la Junta de Andalucía en Extenda. Eso le permitió ahorrar un dinero para irse dos años a Estados Unidos a aprender inglés. Se graduó por las universidades de Washington, San Luis (Missouri) y Nueva York. Regresó de nuevo a España, con 28 años, y lo fichó como director comercial de toda la compañía una empresa multinacional de capital italiano, Colombin, la segunda más importante del mundo del vino. Ahí, David de Castro se hizo sommelier, por Italia.