“La vida tiene que retornar a los pueblos”

Manuel Almazán cuenta con un alojamiento histórico para promover el turismo local

21 jun 2020 / 12:02 H.

En mitad de Arbuniel, en los años 30 había una casona rodeada de olivos, encinas e incluso agua salada. Así vivían Manuel de La Capilla y su mujer Antonia. Desde 2018, la casa volvió a abrir sus puertas para ser un alojamiento turístico diferente, especial y que llena de orgullo a su impulsor. Con ganas de aportar en su pueblo y lograr que el turismo crezca. Así se puede definir el trabajo que Manuel Almazán tiene desde que decidiese la reapertura de la casa para darle vida con los visitantes que se acercan hasta la misma. “Estamos apostando por ello porque hay mimbres para hacer un buen canasto. Cuento con una casa rural de diez habitaciones y que tiene un paraje espectacular. Intentamos promocionar y levantar este lugar que se encuentre entre las antiguas aguas del Arbuniel. Un rincón que, tras pasar por ciertas vicisitudes, la tengo a mi responsabilidad y luego tenemos también tenemos otro asador en el centro del pueblo y donde intentamos que la calidad esté por encima de cualquier cosa”, explica Manuel Almazán.

Y es que su cariño por su pueblo es la principal razón por la que, desde hace varios años este médico tomó la determinación de apoyar al turismo y a la economía de Arbuniel para lograr que sus habitantes se vean beneficiados y la vida regrese al lugar. “Yo soy de Arbuniel, soy médico y afortunadamente he trabajado mucho y lo que estoy sacando en mi vida profesional lo invierto aquí por un cariño muy especial que mis padres y los lugareños me inculcaron”, explica. Desde 2018, regenta la Casa de Manuel Capilla, que proviene de su familia y que sirve como un alojamiento rural para aquellos que quieran visitar la provincia, Arbuniel y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. “La vida tiene que retornar a los pueblos si queremos sobrevivir como especie, estoy convencido de ello. Desde 2018 estoy haciendo todo lo posible en este proyecto en el que me ayuda mi hijo Carlos. Hacemos lo que podemos y buscamos valor añadido para los visitantes”, aclara.

De hecho, entre sus planes está potenciar el turismo del pueblo con la ayuda de otra edificación que, a su juicio, podría ser fundamental para que Arbuniel aporte algo más que alojamientos y una buena gastronomía. A sus bellos parajes y sus aguas se sumaría una parte de historia. “Pretendo revisar un antiguo molino de papel de harina para poner en marcha un centro de interpretación del agua para que conozcan la riqueza que suponía”, reclama Almazán.