La Fuente Mayor
de Jamilena
“Con este paraje con tan innumerables recuerdos, innegablemente, se ha ido hilvanando una parte de
la memoria de las gentes sencillas de este pueblo”



La localidad de Jamilena, ubicada en el área metropolitana de Jaén y perteneciente a la Sierra Sur, cuenta con una población de 3.466 habitantes. Es el municipio con el término municipal más reducido de toda la provincia, con tan solo 9 kilómetros cuadrados. Municipio situado en las estribaciones del macizo calcáreo de Jabalcuz. Está enclavado en un lugar privilegiado, arropado por sierras de pinar y olivos. Tierra que vio nacer a Miguel Ángel Colmenero Garrido, que fue solista de trompa de la Orquesta Nacional de Música y catedrático del Conservatorio Superior, y que consiguió impregnar de cultura musical a todo un pueblo. Disfruta de una brillante huella de la Orden de Calatrava. En esta localidad no impera el reclamo turístico ni la variedad patrimonial, pero merece, al menos, una visita. Tan solo la iglesia parroquial, Nuestra Señora de la Natividad, construida por Francisco del Castillo “El Mozo” en 1559, es el bien cultural más destacado para contemplar.
La provincia de Jaén posee el mayor número de fuentes y manantiales, y con mucha diferencia, de toda Andalucía. Así lo recoge el estudio “ Conoce tus fuentes” que está llevando a cabo, desde el año 2007, la Consejería de Medio Ambiente y el Instituto del Agua perteneciente a la Universidad de Granada. El proyecto de catalogación de fuentes y manantiales de toda la geografía andaluza se está realizando gracias a la participación de una red de voluntarios de toda la comunidad autónoma. La finalidad del proyecto es inventariar el rico patrimonio de fuentes y manantiales de toda nuestra región.
Una de esas fuentes está asentada en las faldas del conocido Pecho de la Fuente, en la parte alta del pueblo, conocida como Fuente Mayor. Un espacio de recreo y de encuentro que forma parte de la memoria sentimental de varias generaciones. Es, sin lugar a dudas, uno de los emplazamientos más emblemáticos y queridos, junto con la caseta y la piscina municipal, de Jamilena. Está dotado con todos los componentes de un lugar especial. Se han cumplido treinta y seis años de la reconstrucción de uno de los rincones más queridos, afamados y pintorescos de esta tierra.
Se empleó el lugar, ya en la antigüedad, en el siglo XVIII, como abrevadero, lavadero y fuente. Hasta la llegada del agua potable a los hogares, este paraje servía de encuentro a la vecindad. En el año 1968 se ejecutaron las labores de saneamiento y acondicionamiento del manantial, el cual se encuentra a escasos metros de la fuente. Contiguo al venero, además, se halla otro rincón, la fuente a la memoria del grandioso y divulgador de la naturaleza Félix Rodríguez de la Fuente.
La actual Fuente Mayor se rehízo en el verano de 1980 desempeñando la Alcaldía, Antonio Garrido Martínez, y se inauguró oficialmente el 15 de septiembre del mismo año coincidiendo con la semana grande del municipio. El acto fue presidido por el gobernador de la provincia, Antonio Ortega Jiménez. Se diseñó un emplazamiento hermoso y elegante por el vecino, ya desaparecido, Juan Barranco Pérez. La dirección de la obra la acometió el maestro de obras del Ayuntamiento de Jamilena, Manuel Liébana Estrella. La fuente posee tres caños, de los cuales tan solo se emplea el central. Está presidida por la imagen, en azulejo, del patrón de la localidad, Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Acoplado a la Fuente Mayor se encuentra el depósito municipal, de la red de aguas de abastecimiento, construido justamente hace cincuenta años, permaneciendo como alcalde Manuel Vela Serrano. La dirección y construcción de este aljibe la llevó a cabo el maestro de obras e Hijo Predilecto años después de su fallecimiento, Hermenegildo Liébana Cazalla. Asimismo, la zona está compuesta, además, por unos merenderos que invitan al descanso y a la tertulia de sus vecinos, preferentemente, en el periodo estival y primaveral. Desde estos merenderos se puede percibir y contemplar una espectacular panorámica de la Sierra de la Grana. Entre los años setenta y finales de los noventa, los vecinos y vecinas disfrutaban los domingos del típico paseo, que discurría desde la calle Paseo de la Fuente o más conocido como Camino la Fuente, con sus desaparecidos álamos, hasta la Fuente Mayor.
De esta fuente brota, incesantemente, agua transparente y fresca. El consumo humano y los duraderos periodos de escasez de precipitaciones no han sido capaces, de momento, de agotar y secar el caudal de este manantial. Todavía se mantiene el hábito y la tradición arraigada en este pueblo del llenado de agua en botijos u otros recipientes propios de estos tiempos. Igualmente, esta costumbre la preservan, aún, numerosos vecinos de la localidad de Torredonjimeno.
El entorno de la Fuente Mayor se encuentra integrado, además, por la ermita de San Francisco de Asís, de cierto interés artístico, que fue mandada construir por el vecino Felipe Martínez Garrido y se remonta al año 1920. Se empleó como capilla y panteón familiar. Lamentablemente, se ignora el nombre del arquitecto que dirigió la construcción. La portada del templo es del barroco tardío hispanoamericano. Con este estilo se distingue el contraste, y el lustre, del ladrillo de tono rojo con el blanco de la fachada. En la portada se descubre la hornacina que cobija la representación del fundador de la orden franciscana, la cual guarda varios impactos de metralla originarios de la contienda civil. Ya en marzo del año 1989, la familia Martínez Cerezo procedió a la donación del edificio religioso al Ayuntamiento. Gracias a las diligencias y actuaciones llevabas a cabo por el entonces alcalde, Juan José Colmenero Pérez. En la actualidad, el edificio permanece cerrado al culto y se halla designado a proyectos culturales.
Sus habitantes han sabido blindar el atractivo e interesante entorno de la Fuente Mayor junto con la ermita de san Francisco de Asís y el monumento Félix Rodríguez de la Fuente, como un tesoro patrimonial. Un rincón con cierto equilibrio y que, a la vez, ha pasado a la cotidianidad de este pequeño núcleo rural.
Con este paraje con tan innumerables recuerdos, innegablemente, se han ido hilvanando una parte de la memoria de las gentes sencillas de este pueblo.