La cereza, el dulce sabor de crecer en la provincia

Numerosos agricultores y comerciantes viven de este fruto en Castillo de Locubín

31 may 2020 / 14:11 H.

Que este fruto tenga su propia fiesta ya es señal de la importancia que adquiere en Castillo de Locubín. El cultivo de la cereza se ha convertido en este municipio de la Sierra Sur en un excelente complemento (e incluso alternativa) al olivar. Y esto no ha pasado desapercibido en la población castillera. Más bien, al contrario. Son muchos los que apuestan por un mercado con futuro y con oportunidades para que los más jóvenes encuentren su primer empleo y labren un futuro en torno a un producto local que ha alcanzado una gran fama en todo el país.

En Castillo de Locubín el mercado de la cereza no solo es un pilar importantísimo en lo que respecta a la economía local, sino que también funciona como dinamizador social. En este sentido, cabe destacar que el campo, sobre todo durante la época de cosecha, siempre ha sido un foco de trabajo significativo para aquellos que buscan una oportunidad laboral y, de hecho, son muchos los jóvenes que ven en las campañas de la cereza una forma de encontrar su primera experiencia laboral después o durante sus estudios. Además, en esta línea, al ser las empresas dedicadas a este sector mayormente familiares se favorece que las nuevas generaciones que forman parte de ese núcleo familiar hereden no solo el negocio en sí mismo, sino también la ilusión y las ganas por seguir creciendo en sus pueblos.

La Fiesta de la Cereza de Castillo de Locubín es, así, una forma de celebrar todo lo expuesto anteriormente pero a través de las formas más originales de presentar recetes cuyo ingrediente principal es este dulce fruto. Este festejo nació en 1984 de la mano del Ayuntamiento junto a la Asociación de Amas de Casa “La Villeta” y, actualmente, supone una de las fiestas más conocidas e importantes en el municipio castillero. Desde que se iniciara esta cita en el municipio, no ha fallado ningún año. Sin embargo, en esta ocasión, debido a las circunstancias provocadas por la crisis sanitaria del coronavirus, la Fiesta de la Cereza que estaba programada (como es usual) para junio quedó suspendida para mantener y garantizar la seguridad tanto de vecinos como de visitantes. En estos días, son muchos los vecinos de otros pueblos de la provincia y de otros territorios los que se acercan hasta Castillo de Locubín para probar las cerezas, tantos que casi duplican la población.

“Tenemos previsto mantener y potenciar lo que hay”
Juan castillo Cerezas y Almendras Castillo, de Castillo de Locubín |

Con una tercera generación ya al frente de la empresa, Cerezas y Almendras Castillo es una de las más antiguas de Castillo de Locubín. Los tres propietarios de esta son Manuel, José Ramón y Fernando Castillo, que conforman la segunda generación; sin embargo, sus hijos ya tomaron el relevo tras la jubilación de estos. Juan Castillo es el hijo del último de ellos y detalla que no es solo su familia la que trabaja en este negocio, sino que también cuentan con una plantilla que ronda las cuarenta personas cuando llega la campaña de la cereza. Además, matiza que en su equipo toma especial relevancia el empleo joven, pues asegura que en torno al 80% de los contratados durante este periodo suelen ser jóvenes que buscan una oportunidad de obtener su primer empleo y “unos ahorrillos propios”.

En esta empresa castillera, que además forma parte de la marca provincial Degusta Jaén, se dedican a la compra de cereza directamente a los agricultores y a su posterior gestión en dos procesos distintos. El primero de ellos está centrado en el mercado, donde la comercializan al por mayor; y en el segundo someten a la cereza a un proceso de transformación y conservación para venderla a grandes empresas como Ferrero para elaborar sus afamados bombones Mon Chéri.

Con la campaña de la cereza recién empezada, el futuro inmediato para esta empresa es mantener el ritmo tomado tras las última inversión realizada el año pasado, que consistió en nueva maquinaria para deshuesar y congelar la cereza. “Ahora mismo tenemos previsto mantener y potenciar lo que ya hay”, insiste Juan Castillo. En esta línea, señala que las compras que hacen de cereza son, en su mayoría, dentro de la comarca; aunque no se centran solo en esta. De hecho, también compran producción en otras zonas del país, por lo que pueden estar comprando cerezas hasta principios de agosto si la cosecha es tardía. De esto se traduce que esta empresa castillera no solo repercute económicamente en su municipio, sino también en otras muchas ciudades.