Jabegote
y jabera

04 dic 2016 / 10:19 H.

Pe permitirán que dé comienzo recordando que los “Cantes Abandolaos”, aunque no se dan únicamente en la provincia de Málaga, (recordemos Lucena y El Sacromonte), sí que es en la provincia malagueña donde se desarrollan y se cultivan con mayor intensidad de todo el territorio flamenco. Siguiendo el orden establecido para estos artículos, me corresponde tratar, en primer lugar, los Jabegotes y posteriormente las Jaberas, pero ustedes comprenderán que cambie el orden, pues con la propiedad conmutativa no se altera el producto, así que iniciemos la andadura malagueña con la Jabera.

Como suele suceder en esto del nombre o la procedencia del cante, solamente nos ponemos de acuerdo en que remanecen de los antiguos Fandangos Abandolaos de Málaga. Todo los demás son meras suposiciones, que aunque bien intencionadas, no dejan de ser eso, suposiciones. Para algunos, el nombre de Jabera procede de la deformación fonética de Habera (es bien sabido que en muchas zonas de Andalucía se aspira la h y entonces decir habas se convierte en jabas). Si pensamos que lo de Jabera proviene de habera, o vendedora de habas, tendremos que pensar que en Málaga hubo una mujer que se ganaba la vida con su puestecito de habas. Que dicha señora se hizo famosa porque cantaba cantes abandolaos, que por cierto no eran malagueñas ni verdiales, sino que eran unos cantes diferentes y de ahí que bautizaran estos cantes haciendo referencia a la mencionada vendedora y cantaora. Personalmente, nada tengo en contra de esta historia, que por cierto está rodeada de un cierto aire romántico. Para otros autores, Jabera es el resultado de la deformación fonética Jábega. Para evitar confusiones me limitaré a copiar lo que dice el diccionario de la Real Academia de la lengua: 1. f. Red de pesca de más de cien brazas de largo, compuesta de un copo y dosbandas, de las cuales se tira desde tierra por medio de cabos muy largos. 2. f. Embarcación parecida al jabeque, pero más pequeña, que sirve para pescar.

¿En qué trabajo manual no se canta? Si damos un salto hacia atrás en el tiempo, es fácil rememorar la imagen de un grupo de pescadores que trabajan acompasados cantando a compás y así facilitar la tarea colectiva. Si esos cantes se aflamencaron, bien pueden ser los cantes primitivos de este palo. Pero lo cierto es que hay una tercera explicación que hace retroceder en el tiempo la etimología de esta palabra. Bien es cierto que en nuestro idioma son muchos los términos que proceden del árabe, así que nadie puede extrañarse si para algunos lingüistas la palabra jabera encuentren sus raíces en el término árabe Axabeba (ajabeba) que significa flauta y por extensión puede ser música.

El término ajabeba es del género masculino en el idioma de procedencia siendo su femenino xabeba (jabeba) que se transformó en jabera al cambiar la (L) por una (R).

Como podemos comprobar, son muchos los palos del flamenco que de alguna manera los tenemos que relacionar con la cultura árabe, pues aunque los libros de historia dicen que estuvieron en Al Ándalus “solamente” siete siglos, lo cierto es que grandes núcleos de población nunca fueron expulsados, o bien por desidia de los gobernantes o por incapacidad para expulsarlos a todos, siendo tan notorio que el mismo Miguel de Cervantes, bueno, mejor dicho, D.onQuijote convive con ellos tal y como encontramos en numerosos pasajes de tan insigne obra.

Creo que cada una de estas raíces puede ser aceptada o bien de una en una o las tres a la vez, pues no son excluyentes pues la raíz puede ser árabe, eso no es óbice para que los fandangos primitivos los cantaran los pescadores, y ¿quién puede decir que no fue una vendedora de habas quien popularizó este cante?

Lo que sí es cierto es que sus estrofas son típicas de los fandangos y que se interpretan al compás de tres por cuatro.

“Dos hermanas, dos mozuelas / del barrio de la Triniá / pregonaban por jaberas / y desde entonces p’acá / las canta Málaga entera”

Y tirando de diccionario damos paso al siguiente palo, también malagueño y abandolao.

Jabegote: 1. m. Cada uno de los hombres que tiran de los cabos de la jábega.

¿Comprenden ustedes que haya comenzado por Jaberas y ahora nos metamos con el Jabegote? Pues como llevamos bastantes cosas dichas poco me queda que comentar sobre esta otro palo pues todo lo mencionado anteriormente es válido para este otro cante.Una cosa que no he mencionado anteriormente es que estos dos palos flamencos son bastante difíciles de interpretar, (¿será por eso que últimamente nadie los lleva en su repertorio?)

Ambos palos necesitan de cuerdas vocales muy juveniles, o lo que es lo mismo que decir muy flexibles, que sean capaces de adornar estos cantes con gran cantidad de melismas y arabescos, (¿será cierta la procedencia árabe?,) es tal la cantidad de adornos que hacen que sea muy dificultosa su interpretación.

“Se me mojaron las velas / estando la mar en calma / y fue de las puras lágrimas / que yo derramé por ella.// Se me redoblan las penas / como las olas del mar, / pero en llegando a tu casa / toas se me vuelven p’atrás / lo mismo que la resaca.”

Lo que sí queda totalmente claro, tras ver una letra clásica de la Jabera y otra del Jabegote, es que cualquiera de las teorías expuestas anteriormente se ve avalada por las letras más representativas de estos dos palos malagueños.