En el “jardín de Inglaterra”

El joven biólogo tuvo su primera oportunidad laboral en la ciudad de Maidstone, en una pequeña empresa de investigación en la que, afirma, al igual que en la zona se encuentran muchos jóvenes también de España

02 oct 2016 / 11:27 H.

En Maidstone, la capital de la región de Kent, en el sureste de Inglaterra, que se encuentra ubicado a tan solo cincuenta kilómetros de Londres vive, desde el mes de abril de 2014, un vecino de Torredonjimeno, Antonio Gómez Cortecero.

“Yo hice Biología primero y, con posterioridad, un máster de Biotecnología en España, cuyas prácticas realicé a través la Universidad de Valencia, durante seis meses, en una empresa de aquí. Cuando las terminé me ofrecieron un contrato de trabajo, y hablando con mi jefe, al que le comenté lo que quería para mi futuro, me ofreció un programa de doctorado. Así que ya llevo dos años y medio casi en Inglaterra”, explica Antonio Gómez Cortecero.

De esta forma, en la actualidad se encuentra inmerso en el trabajo para el doctorado que, a diferencia de otros proyectos de estas mismas características, realiza en la empresa en la que comenzó su trayectoria laboral. “La verdad es que me gusta mucho el sitio en el que empecé a desarrollar mi labor profesional. Antes no había buscado trabajo en España, y tampoco creo que hubiera tenido la oportunidad”, afirma Gómez Cortecero. Por este motivo, aceptó “sin pensarlo demasiado” la realización del grado, que conlleva que resida durante el tiempo que se prolongue el trabajo en el país. En concreto, tres años desde que comenzó a prepararlo.

El vecino de Torredonjimeno considera curioso el hecho de que se encuentran bastantes españoles en la zona: “En el caso de mi empresa, que tampoco es tan grande, hay unas quince personas. Y como se trata de una firma de investigación, hay mucha gente que viene a hacer prácticas y se quedan, otros llegan para preparar el doctorado...”. Precisamente es con un grupo de compañeros de la empresa, ya más que amigos con el tiempo, con los que realiza numerosas actividades en sus momentos de ocio. “Luego, en la ciudad, se encuentra un grupo de españoles de aproximadamente 300 personas. Algo que me parece sorprendente, puesto que Maidstone es algo así como Jaén en lo que respecta a población”, indica.

La acogida de los vecinos de la zona, por su parte, considera que fue muy buena: “La verdad es que si por algo destacan los ingleses es que son muy educados. Y en un principio, la gente que conocía, aunque no pertenecía a mi grupo de trabajo me trató muy bien”.

A la zona, explica, se la conoce como el “jardín de Inglaterra”: “Aquí es todo muy verde, y la región en general es bastante bonita. Luego ya, lo que es la ciudad en sí, es todo como muy rural”. Viajar ha sido siempre una de sus grandes aficiones aunque, reconoce, antes de empezar con el doctorado tenía más facilidades para conocer otras zonas. “Además, me compré un coche aquí, y es lo más cómodo para viajar. Pero ahora tengo mucho trabajo”, afirma. Entre otras ciudades que ha conocido se encuentra Londres: “Lo que pasa es que es tan grande y estupenda que cualquier sitio que eclipsa a cualquier otro sitio que veas después”. La histórica ciudad fortaleza del norte de Yorkshire, York, es otra de las que le gustó mucho, además de Oxford, donde impartió una conferencia hace tiempo, y Norwitch, en la región de East Anglia, al este de Inglaterra.

A pesar de que una de las cuestiones de las que más se “quejan” las personas que se encuentran en Inglaterra es el cambio de clima, Gómez Cortecera indica que en la zona en la que reside es bastante suave, al tiempo que reconoce que las casas están muy preparadas para cuando bajan las temperaturas: “Ya, en el caso de las ciudades que se encuentran por encima de Londres, ya en esa zona las lluvias son mucho más frecuentes”.

diferencia importante

“Ya me he hecho muy inglés”, explica, entre risas, Antonio Gómez Cortecero. Una de las cuestiones que más le llamó la atención cuando llegó a Inglaterra fue el sabor que tiene la cerveza en la zona: “La verdad es que es totalmente diferente a la que tenemos en España, y al principio no me gustaba nada”. Aun así, ya se ha acostumbrado. Otra cuestión que le sorprendió al llegar fue el horario de las comidas: “Ellos el mediodía lo despachan con un sándwich con patatas, y hacen el desayuno ligero y la cena muy fuerte”.

Con respecto al nivel de vida, considera que lo mejor es no comparar una moneda con otra. “Una libra tiene más valor que un euro, y todo resulta más caro si lo pasas. Pero no pienso mucho en eso, porque sino parece que gastas mucho más. Luego el nivel de vida es más caro, sobre todo los pisos en esta zona y, en el caso de Londres, también los trenes.

suerte al principio

Hay momentos en los que parece que una persona está tocada por la suerte. Y eso es lo que le ocurrió a Antonio Gómez Cortecero a su llegada a la ciudad inglesa de Maidstone. “La verdad es que, a través de estas prácticas, la propia empresa es la que me se encargaba de darme el alojamiento, con lo que ya llegué con una cuestión importante, que en ocasiones supone un calentamiento de cabeza, solucionada”, explica. En la zona, afirma el vecino de Torredonjimeno, se encuentran como unas casitas que, durante el tiempo en el que tienen a los becados, no le cobran nada. “Una vez que me hicieron el contrato ya sí pagaba por un alquiler, pero era bastante simbólico”, manifiesta.

Ya fue a principios de este año cuando se decidió a mudarse a la ciudad inglesa, que es donde en la actualidad reside.

Antes de Inglaterra gómez cortecero estuvo, con una beca erasmus, cursando sus estudios en italia
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A Antonio Gómez Cortecero le ha gustado, desde siempre, viajar. De hecho, no es la primera vez que vive en un país extranjero. “Durante un año estuve estudiando en Italia, durante la carrera universitaria, a través de una beca de Erasmus”, explica el vecino de Torredonjimeno. Así, se trata de una de sus grandes aficiones, pero, reconoce, cada vez tiene menos tiempo para cultivarla.

Con respecto a sus viajes a España, afirma que no regresa con mucha frecuencia: “Suelo venir unas tres veces al año. Una de ellas suele ser en Navidad, otra en verano y luego suelo pillarme algún fin de semana libre. La última vez que estuve por allí fue en julio”, afirma.

Aunque ya lleva mucho tiempo en Inglaterra y se ha acostumbrado a muchas de las costumbres de la zona, Gómez Cortecero apunta a que lo que más echa de menos es la comida en general, así como los bares y las terrazas en las que disfrutar junto a familiares y amigos: “Para una persona que se adapte bien, como es mi caso, es fácil sobrellevar estas cuestiones”, indica.

De visita por otros puntos del país
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En la imagen, Antonio Gómez, durante su visita a un pueblo cercano llamado Rochester. “Tiene una catedral muy grande y bonita pese a que se trata de un municipio de pequeño tamaño”, explica el vecino de Torredonjimeno.

En compañía de los compañeros
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Un grupo de estudiantes de doctorados, junto al jiennense, en la final de una competición llamada YES Biotechnology, donde presentaron un proyecto empresarial de biotecnología con el que llegaron a la final, aunque al final no ganaron.

Una gran empresa bastante acogedora
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Antonio Gómez Cortecero posa, junto con su grupo de trabajo casi al completo, delante de la puerta principal de la empresa en la que trabaja desde su llegada a la ciudad inglesa, y con la que, en la actualidad, realiza el Doctorado.

Su novia trabaja en la misma firma
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Su novia, la bailenense Magdalena Cobo, que también es bióloga, trabaja también trabaja en la empresa de Antonio Gómez. En la imagen, en una de las visitas que realizaron al conocido como puente de los suspiros de Oxford.