En el baúl de los jiennenses
Yusan Acha
Hablar de ella es hablar de música, de cultura y de historia. Hablar de Karina es cantar a Karina, a temas con los que más de una generación ha crecido y, todavía hoy, se cantan. Es posible que, cuando acabe de leer este artículo ya haya tarareado más de una canción, es inevitable. Memoria viva y recuerdos eternos. Así es Karina, premio Jiennense del Año 2018 en Sociedad.
Siempre ha llevado su jaenerismo con orgullo. Karina, María Isabel Llaudes Santiago, fue una de las cantantes más importantes que dio España en los años 60. Tuvo gran éxito en los años 60 y 70, primero en España y, más tarde, en distintos puntos de toda Latinoamérica. Su lista de canciones es extensa, tras varias décadas dedicada a la profesión, y las más conocidas son “Las flechas del amor”, “Romeo y Julieta”, “El baúl de los recuerdos”, “La Fiesta” o “En un mundo nuevo”, un tema con el que quedó en segunda posición en Eurovisión 1971. Son pocos los que pueden decir haber “rozado” los cielos eurovisivos y de los cantantes españoles solo Massiel, en 1968, y Salomé, en 1969, pueden afirmarlo. Aquello fue el primer paso hacia el estrellato. Su éxito en Eurovisión le permitió rodar su primera película como protagonista. En sus orígenes como cantante, una de sus primeras apariciones fue en el programa de Televisión Española, “Escala en Hi-Fi”. En él, Karina, junto a un grupo de actores y cantantes como Luis Varela, María José Alfonso, Concha Cuetos, Mochi o Juan Pardo, entre otros, interpretaban en play-back las canciones que más sonaban en los guateques de la época. La música siguió muy presente en su vida, ocupando los primeros planos de sus momentos más vívidos, eso sí, siempre con Jaén por bandera, un mérito que le ha valido el premio Jiennenses del Añó 2018 en Sociedad, un reconocimiento del que se siente “muy orgullosa” y, al saberlo, sintió “una alegría muy grande”.
Para Karina son muchos los momentos destacables de su vida, pero uno de los más importantes fue, sin duda, cuando la eligieron para ir a Eurovisión. “La participación en el festival y traerme el segundo premio para España fue como recibir una medalla de plata que supo a oro”, asegura la jiennense. Después de eso vinieron infinidad de actuaciones, en América y Europa. “Es una historia larga, de una carrera larga”, comenta, intentando no querer alargarse en los detalles y hablando con frescura. “Tengo buena salud, gracias a Dios”. Otro de los recuerdos entrañables que la cantante comparte con Diario JAÉN y sus lectores es cuando fue a participar en un especial de Televisión Española en los años 70 con Valerio Lázaro en Japón. “Visitar un país oriental me causó una gran impresión y fue muy bonito”.
Karina siempre ha tenido un sitio muy especial para Jaén en su corazón, y los jiennenses lo han tenido para ella. “Mis primeros pasos en la vida los di aquí, en la calle Sedeño, y mi primer colegio fue las Teresianas”. La cantante vuelve a traer de la memoria sus paseos por La Carrera, su Primera Comunión, que fue en el colegio. “La hice, además, en un día muy hermoso, un 31 de mayo, que era la Santísima Trinidad, santo de mi madre, son recuerdos imborrables”. Tal es su amor por Jaén que viajó miles de kilómetros para que su hija mayor también fuera nacida en el mar de olivos. “Estaba casada y embarazada de mi hija mayor, vivíamos en Estados Unidos, en Los Ángeles y lo teníamos todo preparado para que la niña naciera allí, pero echaba tanto de menos a mi madre que dije ‘me voy a Jaén”. Y a Jaén se vino, aunque estuvieron a punto de prohibirle viajar —con los cinco meses de embarazo ya cumplidos—, finalmente lo logró. Y su niña, Azahara, nació en Jaén en 1982 y es su actual mánager.
No importa el tiempo, Karina sigue en lo más alto y en octubre saca un nuevo disco, ¿cómo lo hace? “Tengo mucha ilusión, mi carrera me ha dado muchas alegrías y me ha quitado muchas penas también. Tengo un grupo de amigos músicos, gente buena que me ha animado y me ha ayudado a redondear este disco. Pero, sin duda, la ilusión, siendo joven o mayor, es lo más importante”.