El zorro en el gallinero
Los alemanes estudian un proyecto diez años y lo realizan en seis meses. Los españoles estudiamos un proyecto seis meses y lo realizamos en diez años. Ya saben por dónde voy: El Museo y el Tranvía. Los dos iniciaron las obras en 2009, así que todavía están dentro de plazo. Lo que me causa más admiración, en el caso del tranvía, es que las obras se acabaron hace años por lo que, desde entonces, el enorme crédito que hubiera que pedir se estará pagando. Todos los que padecemos una hipoteca sabemos que, cuando la liquidemos, habremos pagado por el piso el doble de lo que nos costó pero nos consolamos pensando en todo lo que nos hemos ahorrado en alquileres.
Los 32.000 millones de pesetas en que se pondrá el tranvía no tendrán consuelo: se ha creado una “comisión”. Han empezado con ahínco sus trabajos estudiando en primer lugar todo lo que se ha estropeado por no usarlo. Luego realizarán un titánico esfuerzo para optimizar los horarios y frecuencias de tranvía y autobuses, “a fin de potenciar un transporte público sostenible”. ¡Ja ja! Cuando terminen, el coste se pondrá en 33.000.