El sobrepeso de los hijos no se ve tan fácilmente
En España se estima que hasta uno de cada tres menores de 15 años tiene sobrepeso y obesidad pero cerca del 70% de sus padres no cree que estos kilos de más sean un problema, según los datos presentados por el Comité Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC). “Si no se percibe el problema no puede haber motivación para actuar”, razona Miguel Ángel Royo, de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III y miembro del comité ejecutivo del CEIPC. Según el experto, las cifras “siguen siendo inaceptables” ya que sitúan a España a la cabeza de Europa junto con Reino Unido, Italia y Grecia en este problema. Además, con respecto a 2006 se nota un incremento de la percepción errónea de este sobrepeso por parte de sus padres. Mientras que hace diez años el 60% de los progenitores veía normal el peso de sus hijos a pesar de que tenían sobrepeso, en 2012 ha aumentado en casi 10 puntos y casi el 70% de los padres no percibe este problema. Los factores que favorecen este incremento no son genéticos, ya que el sobrepeso se produce en pocos años. Royo lo atribuye más a factores ambientales como el aumento del sedentarismo, el abandono de la actividad física y a la falta de sueño. “No ayuda el hecho de que haya programas televisivos con participación infantil a horas interspectivas, ya que induce que los niños estén más tiempo frente al televisor, expuestos a publicidad alimentaria, sedentarismo y además van a dormir menos”, denuncia el experto. De hecho, recuerda que hay estudios que demuestran que el tiempo que los niños pasan viendo a la televisión está directamente relacionado con el aumento progresivo del riesgo de obesidad y enfermedad cardiovascular, mientras que en el uso de videojuegos o ‘tablets’ “no hay tanta evidencia”. “Los padres son responsables”, reconoce este experto, que no obstante anima a tomar medidas para evitar que esto se produzca, al tiempo que critica que en los colegios haya máquinas expendedoras de bebidas “en lugar de fuentes de agua” o la falta de zonas verdes que inviten a la actividad física.