El sector de la mecánica crece en Quesada

Los jóvenes apuestan por desarrollar profesiones en talleres o maquinaria agrícola

07 jun 2020 / 11:55 H.

La afición por el mundo del automóvil y la búsqueda de una profesión para el futuro dan como resultado que muchos jóvenes vean en el sector de la mecánica un campo en el que desarrollarse profesionalmente. Y, de hecho, este es uno de los departamentos que más crece últimamente en Quesada, donde no solo hay más interés por parte de los jóvenes por dedicarse a este, sino que las empresas locales que se crearon hace años ya están teniendo un relevo generacional. Además, poco a poco, ya sean los talleres de vehículos o las empresas de maquinaria agrícola, se adentran cada vez más en una modernización que está cambiando el sector en Quesada.

La agricultura o el turismo siempre han sido dos potencialidades con gran peso dentro de la economía local. Sin embargo, con el paso de los años, han ido surgiendo nuevas oportunidades de empleo e iniciativas empresariales que entraron con fuerza en el mercado laboral quesadeño y que, ahora, están demostrando que llegaron para quedarse, crecer y tomar una posición relevante en lo que respecta al crecimiento económico de este municipio de la comarca del Alto Guadalquivir. Su alcalde, Manuel Vallejo, lo deja claro: “El sector de la mecánica en Quesada está en auge”. Algo que se observa en la cantidad de jóvenes del pueblo que eligieron una profesión de este campo como forma de vida.

Eso sí, no es la única. Con atractivos turísticos tan llamativos como el Museo Zabaleta-Miguel Hernández o su famosa Cueva del Agua, Quesada ofrece experiencias únicas al visitante. Esto hace que, en materia de empleo y emprendimiento, también se postule como una de las áreas económicas que más movimiento tienen en el municipio. De hecho, tras la recién reapertura de su museo y con las ganas de los jiennenses por volver a disfrutar del entorno natural, ya se está viendo cómo los visitantes vuelven a los espacios turísticos quesadeños. Pequeños grupos de jiennenses se han desplazado en estos últimos días al pueblo de Rafael Zabaleta para conocer (o reconocer) el encanto que emana cada rincón de esta población.

Y, por supuesto, siempre habrá jóvenes quesadeños que se decanten por seguir con la tradición olivarera de su tierra. El sector agrario continua como la opción principal para muchos vecinos de Quesada incluso aunque, en estos momentos, no pase por su mejor momento.

“Estar en Quesada es el orgullo más grande”
Santiago Pablo Cantisano Torrente Gerente de Remolques Cantisano-Ramos S. L. , de Quesada |

Santiago Pablo Cantisano tiene clara una cosa, y es que fomentar el empleo joven es lo que les motivará a querer trabajar en lo que les gusta y, con suerte, a emprender. Por ello, en Remolques Cantisano-Ramos S. L. tiene una plantilla compuesta por tres jóvenes de 33, 27 y 21 años, en los que se afana en enseñarles todo lo que sabe sobre el sector de la mecánica y la maquinaria. Cantisano lleva con su taller abierto en Quesada desde 1999 y siempre ha tenido sus puertas abiertas para los jóvenes que quisieran aprender una profesión enfocada a la fabricación de maquinaria agrícola e industrial, remolques o carpintería metálica.

Tras 20 años en el negocio, son numerosos los vecinos de Quesada que han puesto su confianza en esta empresa local (muchos de ellos, desde el primer momento) y, con la apertura de una página web sus servicios se han distribuido por toda España, teniendo ahora clientes en ciudades como Sevilla u Orense y en comunidades como Aragón o Extremadura. En este tiempo, hubo alguna ocasión en la que llegó a pensar en trasladar su negocio fuera de Quesada, un pensamiento que desechó finalmente por completo y el motivo está claro, quiere demasiado a su pueblo. “Estar en Quesada es el orgullo más grande del mundo. Aquí están todos mis amigos y conocidos, la historia de mi pueblo, todos esos mayores que son como una biblioteca... Es una pasada vivir en un pueblo como este”, asegura.

Una pasión que espera poder trasladar a sus empleados y a sus hijos, a quienes le gustaría dejar en un futuro el negocio.

Sobre su plantilla, afirma que quisiera ampliarla y hacerlo, igualmente, con un joven de unos 18 años para enseñarle. Recuerda que, entre los empleados que ha tenido, hubo un caso que le hace sentir especialmente orgulloso. Uno de los chicos que tenía contratado decidió, un día, emprender por su cuenta y crear su propio taller. “Él no me ocultaba nada y yo le pasé todos los conocimientos que tenía. Lo inculqué bien. Ahora lleva un año y medio con su taller y yo estoy muy orgulloso de él”, declara.