Tigres

15 sep 2019 / 11:43 H.

Los mejillones rellenos, tigres o, como mi tía los llama, mejidroños son una receta sencilla de elaborar, muy similar a las croquetas. Tienen su origen en el norte España, sobre todo en Galicia, debido a una antigua tradición del cultivo del mejillón. En la actualidad, se elaboran en cualquier hogar de nuestro país, aunque es cierto que, cada vez más, son pocos los restaurantes que ofrecen este manjar. Son un excelente aperitivo o entrante que puedes preparar para una ocasión especial e incluso tenerlos en el congelador para freírlos en el momento en el que los vayas a consumir. El tipo de relleno suele variar en cada lugar y suelen encontrarse con algún toque picante, recibiendo así el nombre de “tigres rabiosos”.

Elaboración

INGREDIENTES.

2 kilos de mejillones, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 pimiento verde, 1 tomate, harina, aceite de oliva virgen extra (AOVE), pimienta, nuez moscada y sal.

PARA EL REBOZADO.

Para el rebozado: 1 ó 2 huevos batidos y pan rallado.

ELABORACIÓN.

Limpiar los mejillones con la ayuda de un cepillo o cuchillo. Desechar los que estén rotos.

En una cacerola, poner los mejillones con dos dedos de agua. Cocer a fuego suave, hasta que se abran por completo. Desechar aquellos que no se llegan a abrir, no son aptos para consumo. Consejo: al ser un producto del mar, no es necesario añadir sal al cocerlos. Retirar del fuego y reservar hasta que se enfríen. Abrir cada concha y extraer la carne del mejillón. Picar y reservar. Lavar cada concha y reservar para rellenar. Ahora, procedemos a realizar el sofrito, similar a una masa de croquetas. Picar la cebolla en daditos y sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva, hasta que empieza a quedar transparente. Añadir la masa del mejillón, los dientes de ajo, el pimiento y el tomate, todo bien picado. Incorporar la harina y remover dos minutos. Añadir un poco del agua de cocción del mejillón, nuez moscada, pimienta y sal. Remover bien, con cuidado de no dejar grumos. Rellena cada concha con la masa obtenida. Dejar enfriar sobre una bandeja. Pasar cada una por huevo batido y después por pan rallado. Si decides congelar algunos, ahora es el momento. Pon a calentar en una sartén abundante aceite de oliva. Freír cada tigre hasta que esté dorado. Dejar escurrir sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite.