Importante: Revisar antes de comprar

BUENA DIGESTIÓN. Consumo subraya la relevancia de comprobar las etiquetas de los alimentos antes de adquirirlos

20 oct 2019 / 12:15 H.

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, recuerda a la ciudadanía la importancia de revisar el etiquetado de los alimentos antes de su compra para adquirir las opciones más saludables y sostenibles. La etiqueta es la principal fuente de información sobre los alimentos, y permite conocer entre otras cuestiones quién es la persona o entidad responsable de los mismos, de dónde vienen, qué ingredientes los componen, qué nutrientes aportan o cómo deben conservarse, según informó la Junta.

En todo caso, la información del etiquetado debe ser visible, legible, comprensible, e imborrable, además de figurar en español y en un lugar destacado. Además de la denominación del alimento, la etiqueta debe incluir la lista de ingredientes con carácter general (algunos alimentos, como frutas y hortalizas frescas están exentos de esta obligación). Los ingredientes aparecerán presentados en orden decreciente según su peso, y se deben identificar claramente aquellos que puedan causar alergias o intolerancias, utilizando por ejemplo otro tipo de letra, estilo o color de fondo, o incluyendo la palabra “contiene” seguida de la sustancia que la pueda provocar. Cuando un ingrediente concreto figure en la denominación del alimento, se asocie habitualmente con ella, o se destaque en el etiquetado por medio de palabras o imágenes, debe indicarse en la etiqueta la cantidad de ese ingrediente que contiene el producto. Consumo recomienda prestar especial atención a estos casos, como por ejemplo cuando se destaque en el etiquetado la presencia de aceite de oliva, para evitar confusiones en cuanto a la cantidad de producto presente en el alimento. También se debe incluir en el etiquetado la información nutricional, con el desglose de las propiedades y sustancias contenidas en el alimento. Aquellos productos alimenticios en los que figure la mención de que poseen propiedades nutritivas, están obligados a llevar un etiquetado sobre dichas propiedades. La etiqueta de los alimentos también debe informar sobre las condiciones especiales de conservación y de utilización, si las hubiera, así como del modo de empleo, de la cantidad neta que contiene, del número del lote, la fecha de elaboración, la de duración mínima o la fecha de caducidad, que deberán figurar en un sitio visible y legible. En este sentido, conviene recordar que la fecha de duración mínima o fecha de consumo preferente indica la fecha hasta la que el alimento conserva sus propiedades específicas cuando se almacena correctamente. En el caso de alimentos microbiológicamente muy perecederos y que por ello puedan suponer un peligro para la salud tras un corto periodo de tiempo, la fecha de duración mínima se cambia por la fecha de caducidad, a partir de la que el alimento no se considera seguro.

Del mismo modo, el etiquetado debe indicar el lugar de origen o procedencia del producto. Esta información es obligatoria cuando su omisión pudiera inducir a error a la persona a la hora de adquirir el producto, al presentar un etiquetado que pudiera insinuar que tiene un país de origen o un lugar de procedencia diferente al real. Además, cuando se mencione el país de origen o el lugar de procedencia de un alimento y éste no sea el mismo que el de su ingrediente principal se deberá indicar dicha información para ese ingrediente, así como indicar claramente que el lugar de procedencia del ingrediente principal es distinto al del producto. En el caso de los productos cárnicos, deben llevar además la marca sanitaria. Por último, desde Consumo se recomienda consumir únicamente productos de procedencia conocida, apostando por el consumo de productos de temporada y de proximidad siempre que sea posible. En esta línea, es importante considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto, y adoptando unos hábitos de consumo responsable.