Un tesoro por descubrir

Fuente de los Leones (Baeza)

10 may 2020 / 13:19 H.

Imponente belleza. La comarca de La Loma está situada en pleno corazón de la provincia jiennense y en ella se hayan enclavadas dos de las ciudades más bellas no solo de Jaén, sino de España, los territorios patrimonio de la humanidad de Úbeda y Baeza —incluidas en la selecta lista del grupo de ciudades patrimonio el 3 de julio de 2003 por la Unesco—, por lo que han pasado a ser uno de los motores turísticos de Jaén. Una comarca cuya capitalidad está liderada por la ciudad de Los Cerros que recibe a diario la visita de cientos de vecinos de municipios limítrofes tanto para realizar compras como para disfrutar de su rico patrimonio cultural, monumental y cultural.

No obstante, la principal riqueza de esta comarca son sus gentes, conocidas por su amabilidad y por recibir con los brazos abiertos al viajero para hacerle sentir como en casa, indicándoles donde pueden hospedarse, degustar unas ricas viandas o qué espacios emblemáticos no deben dejar de visitar mientras dure su estancia en la zona. Diez municipios componen la comarca de La Loma —Baeza, Begíjar, Ibros, Lupión, Torreblascopedro, Úbeda, Rus, Canena, Sabiote y Torreperogil—, cada uno de ellos con sus características intrínsecas y fiestas, que son un reclamo más para acercarse a vivir y disfrutar de este bello rincón con cientos de tesoros por descubrir, pues cada uno de estos lugares atesora un importante trozo de la historia de la provincia del verde olivar.

El dorado de las piedras de los edificios renacentistas de Úbeda y su hermana Baeza les confieren una luz especial; muros que esconden innumerables historias, que han visto pasar fragmentos de la historia que han llegado a nuestros días gracias al especial cariño que los ubetenses sienten por su ciudad. Un legado que se esfuerzan en conservar para que pueda ser disfrutado tanto por las generaciones venideras como por aquellos visitantes que quieran conocer algunos de los personajes ilustres nacidos en estas ciudades, de todos los siglos, pues si hay algo por lo que destaquen Úbeda y Baeza es por el talento, en distintos ámbitos de la cultura y el arte, que tienen sus gentes, que además son los mejores embajadores de las ciudades patrimoniales tanto dentro como fuera de las fronteras.

Pero la comarca también cuenta con un rico patrimonio paisajístico, el del mar de olivos o mar de plata, ese bosque humanizado, que deja maravillado a aquel que por primera vez visita la ciudad. No en vano, es la principal productora de aceite de oliva de la provincia, lo que hace que sus agricultores apuesten cada vez más por un aceite de oliva de calidad, que sea conocido en el mundo entero y que año tras año atrae a una mayor cantidad de visitantes interesados en adentrarse en el apasionante mundo del aceite y del olivar, de la mano de quienes mejor conocen el sector, sus agricultores, que comparten sus conocimientos con el visitante, regalándoles una experiencia irrepetible.

Experiencias basadas en la unión de la cultura, gastronomía, artesanía y arquitectura de una tierra por la que han pasado muchas civilizaciones, cuyo legado está muy presente entre sus gentes, no solo en Úbeda y Baeza sino en el resto de municipios de La Loma. Es el caso del patrimonio arquitectónico de Ibros, en el que destaca la muralla ciclópea, construida entre los siglos I antes de Cristo y el primer siglo de nuestra era, declarada en 1931 Monumento Histórico-Artístico, o la Iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo, de estilo manierista. Otro de los grandes desconocidos dentro de los municipios de la comarca de La Loma es Sabiote, que junto a Úbeda y Baeza forman el triángulo del Renacimiento, con sus casonas blasonadas, calles adoquinadas, alcázar musulmán o su Castillo, que hacen de esta villa un tesoro por descubrir. Por todo esto, por ese Renacimiento que mira al sur, por los encantos que tiene la Comarca de La Loma, que invita a pasear por sus calles, plazas, sentarse en sus bancos o murallas para admirar la obra de insignes arquitectos, como Andrés de Vandelvira, merece la pena conocer cada uno de los rincones de esta comarca eminentemente olivarera.

idcon=14481521;order=9

Fue mandada construir por Francisco de los Cobos como panteón anexo a su palacio de Úbeda, está ubicada en la monumental Plaza Vázquez de Molina. El proyecto inicial se encargó a Diego de Siloé, mientras que la realización corrió a cargo de Andrés de Vandelvira a partir de 1540. El templo fue consagrado en 1559. Su primer capellán fue el Deán Ortega, para quien se construyó el gran palacio que hay a la izquierda de la fachada principal de la capilla. El Salvador fue la más ambiciosa de toda la arquitectura religiosa privada del Renacimiento español. Declarado monumento histórico-artístico en 1931 se ha convertido en uno de los más divulgados símbolos de la ciudad.

idcon=14481542;order=11

A 6 kilómetros del municipio de Rus se encuentra uno de los tesoros más desconocidos de la provincia. Este eremitorio de origen visigodo –único en el sur de la península– data de entre los siglos VI y VII. Fue descubierto por Rafael Vañó en 1968. El conjunto está formado por una cueva principal y dos aledañas, todas ellas excavadas en el terreno. La principal conserva parte de su bella fachada, labrada directamente sobre el talud, hacía las veces de iglesia, mientras que otras eran usadas como pila bautismal y residencia para los monjes.

idcon=14481561;order=13

Fue descubierta en 1860 por el Catedrático de Historia Universal e Inspector de Antigüedades, Manuel de Góngora. Estructura que, como se ha afirmado según diferentes estudios, puede datarse entre los siglos II y I a.C. Se trata de uno de los monumentos prehistóricos más célebres de la provincia de Jaén. Una gran construcción, formada primitivamente por un recinto cuadrangular que rodeaba el perímetro del poblado del que hoy solo conservamos una esquina de doce y trece metros de largo.

idcon=14481577;order=15

El gran desconocido, así podría denominarse a este municipio con una gran historia y un Castillo único. Fue construido en el siglo XIII, aunque su imagen actual de fuertes murallas y aspecto de bastión elegante e imponente y acabado que conserva se debe a la reconstrucción del siglo XVI que mando hacer Francisco de los Cobos, secretario de Carlos V, con el fin de convertirlo en su noble palacio-residencia. Reconstrucción que fue llevada a cabo por Andrés de Vandelvira, inspirado en las fortificaciones italianas renacentistas. Castillo expoliado y volado por las tropas napoleónicas.

Situada en la plaza del Pópulo, es uno de los rincones más visitados del municipio. Procedente de la ciudad iberorromana de Cástulo. Fuente de taza mixtilínea con curvas en las esquinas; como elementos ornamentales, destacan los bueyes y los leones de melenas ensortijadas, de cuyas bocas mana el agua a través de caños. En el centro de la fuente se ubica una figura clásica femenina sobre una columna, que según la tradición y los historiadores podría ser Imilce, hija del Rey de Cástulo y esposa del general cartaginés Aníbal Barca.