Solidaridad frente al coronavirus

Juan Bravo Sosa, alcalde de Mengíbar

03 may 2020 / 12:49 H.

El coronavirus ha atacado de lleno a nuestras familias, a nuestros pueblos, a nuestros países y, en definitiva, a nuestra sociedad. En muy pocos días todo ha cambiado, los proyectos que poníamos sobre la mesa y los trabajos que se estaban realizando se han alterado profundamente, como, en definitiva, toda nuestra vida. Nuestras prioridades han cambiado, y hemos tenido que adaptarnos a pasos agigantados con la mirada puesta en ayudar a la ciudadanía.

Ningún gobierno tenía un manual para saber cómo actuar en una situación como esta, tampoco los ayuntamientos. Aun así, una vez más, hemos sido la Administración local, la más cercana a los vecinos, porque somos parte directa de este pueblo que comparte inquietudes, dudas y miedos a lo desconocido en situaciones extraordinarias, como en esta pandemia.

Así que hemos tenido que dar respuesta urgente a asuntos prioritarios como incrementar los equipos de limpieza para desinfectar las calles y zonas de mayor tránsito; ayudar a cubrir las necesidades básicas de muchas familias; adaptar el ritmo frenético de trabajo del Ayuntamiento, y comprar material sanitario e higiénico con el que plantarle cara al virus, entre otras acciones. Pero, sobre todo, estamos respondiendo a cientos de preguntas y demandas de una ciudadanía que ha pasado unas semanas repletas de incertidumbres, pero que ha respondido con responsabilidad y ejemplaridad.

Fuimos de los primeros pueblos de Jaén en tener casos de covid-19, aunque lamentablemente nos ha faltado información continua y actualizada de la situación de la enfermedad entre nuestros vecinos. Nos hubiera gustado ir conociendo el número de casos para actuar de una manera más efectiva, en lugar de ir a ciegas, con la mejor de las intenciones. Lo más decepcionante es que como alcalde me tuviera que enterar por un periódico de Sevilla del número de positivos que ha tenido nuestro pueblo. A pesar de ello, no hemos dejado de trabajar ni una sola hora, ni un solo día, con el único fin de intentar ayudar.

A nivel personal, también he pasado la enfermedad. Tuve días de fiebre media-alta, a la que le siguió un cuadro de diarreas, cansancio y falta de apetito, pero sobre todo un ahogo incómodo y continuo que hizo que fuera hacerme la prueba. Empezaron a taponarse las fosas nasales, se agudizó aún más la sensación de ahogo, estrés y ansiedad, que coincidieron con los peores días de la enfermedad. A partir de aquí fueron remitiendo los síntomas hasta que recibí el alta.

Durante este tiempo me he preguntado que si eso eran síntomas leves, cómo estarían pasándolo todas aquellas personas con medicación especial, e incluso, las que tenían que requerir hospitalización. Por este motivo, quiero transmitir mi mayor ánimo y apoyo a los pacientes y las familias que lo han pasado o lo están pasando mal a causa de esta enfermedad. Lamentablemente, el virus se ha llevado a algunos vecinos. Lo sentimos mucho, de todo corazón; los tendremos siempre en nuestro recuerdo vivo, y le mando a sus familias y amigos nuestro más sentido pésame y mucha fuerza.

A pesar de la situación, he estado pendiente de todos y cada uno de los asuntos y de necesidades de un Ayuntamiento en estado de alarma, siempre en coordinación con el equipo de Gobierno. En este tiempo hemos podido comprobar el buen trabajo realizados por los empleados municipales, y de manera especial, los servicios esenciales, tanto los que están en teletrabajo, como los que presencialmente lo están dando todo por su pueblo en servicios de limpieza y desinfección, así como los que velan por la seguridad y el orden público, Policía Local y Guardia Civil. Especial mención a los jefes y responsables de departamento y al servicio de ayuda a mayores dependientes, por su compromiso y dedicación.

Además, esta crisis está dificultando el acceso a fuentes de ingresos a las algunas familias y, por ello, desde el Ayuntamiento pusimos en marcha un plan de ayudas para garantizar el acceso a alimentos en el municipio que suplementa a los programas de alimentos de Cruz Roja.

Quiero destacar la solidaridad tremenda del pueblo de Mengíbar. Colectivos como Amas de Casa, Luchemos Juntos, Abriendo Camino, costureras, cofradías, empleados del Ayuntamiento, Cruz Roja, empresas locales y muchas personas anónimas que, de una forma u otra, han puesto todos los medios a su alcance para la fabricación, corte, confección o desinfección de material sanitario (mascarillas, batas, buzos, gorros, pantallas protectoras, entre otros), para cubrir las necesidades puntuales en los hospitales, residencias y centros de salud.

Especial mención quiero hacer también a todos los vecinos que han logrado que estos días hayamos repartido 20.000 mascarillas entre toda la ciudadanía mengibareña, una iniciativa solidaria de trabajo en equipo que recordaremos siempre.

También quiero destacar la importante participación de nuestros tractoristas en las labores de desinfección de las calles, así como la intervención del Brigada X Guzmán el Bueno y de la UME que apoyaron las tareas de confinamiento y desinfección de la residencia de ancianos y el centro de salud. Por último, mi mayor reconocimiento al personal sanitario y asistencial por su labor ejemplar en esta pandemia.