Luchando contra lo desconocido

No resulta nada fácil sentarte delante del ordenador para escribir acerca de este maldito sueño que está turbando nuestras vidas. Cada día parece totalmente distinto al anterior y así, repetidamente, desde que el dichoso coronavirus ha cortocircuitado el devenir no solo de nuestro pueblo, sino de prácticamente todo el planeta. Parece una reflexión desmesurada, pero es así.

Un alcalde sabe someramente a lo que se enfrenta cuando toma las riendas de un Ayuntamiento. Sin embargo, la rutina diaria te va introduciendo nuevos retos, problemas, necesidades, anhelos,.... Supone una tarea harto complicada capitanear este barco. Son muchos los sinsabores, también muchas las satisfacciones cuando puedes dar respuesta a las demandas de toda la ciudadanía.

Estás rodeado de un equipo que, al igual que tú, siente la ilusión y el deber de ayudar a los demás, prestando un servicio público a costa de abrir un paréntesis cada cual en su trayectoria personal y profesional. Arrancamos el año con un ambicioso presupuesto, el primero propio, ya aprobado y mucho trabajo por delante, convencido de lo que reportará al bienestar y desarrollo de nuestro pueblo.

Por el contrario, esas ganas, poco a poco se ven enjugadas por la incertidumbre y la preocupación. Ese maldito virus que estaba afectando a China pasaba de copar poco espacio en los informativos, a ganar un mayor protagonismo y, sobre todo, por su lúgubre rastro en forma de más personas contagiadas y muertes. Y ya traspasando fronteras. Parecía algo lejano, irreal hasta un mal sueño, pero no, era la cruda realidad que venía a truncar nuestro día a día.

Ahí es donde aflora un término que está caracterizando nuestra lucha contra ese enemigo invisible y desconocido: La responsabilidad. Toda la información que te llega es prácticamente insuficiente para afrontar una estrategia que te permita a nivel local afrontar una crisis sanitaria jamás vivida en nuestra historia más reciente.

Pero hay que tomar decisiones y apelando precisamente a ese espíritu de responsabilidad. Desde el Ayuntamiento de Torredonjimeno y de la mano de la Comisión de Seguimiento sobre la alerta sanitaria por el coronavirus, incluso antes de decretarse el estado de alarma, comenzamos a tomar medidas preventivas. Posteriormente, han ido viniendo otras de acuerdo con el mandato del Ejecutivo central y con el principal objetivo de preservar la salud de la ciudadanía y atender las necesidades de los colectivos más vulnerables.

Para ello, hemos impulsado la edición de dípticos informativos, el teletrabajo del personal funcionario, la adquisición y distribución de material sanitario y del procedente de otras administraciones, la concesión de bonos para adquirir alimentos a través de Servicios Sociales a todas las familias que lo han solicitado o la desinfección de calles y plazas de la localidad. En todo este tiempo hemos mantenido, además, un estrecho contacto con los centros sociosanitarios del municipio para atender cuantas necesidades nos han planteado.

También se han puesto sobre la mesa otro tipo de actuaciones pensando en la economía de las personas y las empresas, que lógicamente está sufriendo el impacto de la pandemia, como la suspensión temporal del pago de impuestos municipales, a lo que sumo el esfuerzo para seguir pagando a nuestros proveedores para ayudarles a tener liquidez en este periodo tan complicado.

Ahora que se ve algo de luz al final del túnel es cuando más tenemos que estar en alerta para no retroceder, por lo que hago un llamamiento a la ciudadanía para que siga todas y cada una de las directrices que nos llegan desde las autoridades sanitarias. Una ciudadanía que merece mi reconocimiento acatando el confinamiento dictado con el estado de alarma, sin olvidar a ese gran número de gestos altruistas para la confección de mascarillas o viseras u ofreciéndose para participar en las tareas de desinfección o en lo que se precisara desde el Ayuntamiento. Sabemos que Torredonjimeno es un pueblo solidario con mayúsculas y, una vez más, lo está demostrando.

Mi aplauso, igualmente, para todo el personal municipal, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Diputación, la Junta, el Gobierno de la nación, el Ejército y todas aquellas personas que han seguido trabajando para atender nuestras necesidades básicas. Mi tributo, cómo no, para las auxiliares de ayuda a domicilio, que cuidan con mimo a nuestras personas mayores, y los y las profesionales de nuestro centro de salud, baluartes en la lucha contra el coronavirus.

Entre toda la sociedad estamos saliendo de esta pesadilla y entre toda la sociedad nos levantaremos sin dejar a nadie en el camino. Para ello ya está trabajando y seguirá haciéndolo el Ayuntamiento de Torredonjimeno con la complicidad de los grupos políticos de la Corporación y los agentes sociales de la localidad, protegiendo a nuestra población y destinando cuantos recursos sean necesarios para ayudar a mitigar los efectos de la pandemia.