Las reformas “están al caer”

El pasado mes de julio se anunció un acuerdo para la mejora del muro de la iglesia en el convento de San Antonio de Baeza, que según las religiosas están muy cerca de comenzar

24 nov 2019 / 12:26 H.

El pasado mes de julio llegaron una buenas nuevas muy esperadas al convento de San Antonio de Baeza, las monjas que habitan este histórico lugar, verían cumplida una de sus mayores plegarias, el arreglo del muro de la iglesia del convento de la ciudad renacentista. El Ayuntamiento de Baeza y el Real Monasterio de San Antonio de Padua firmaron un convenio para que la dirección técnica y la redacción del proyecto de las obras que están programadas en el convento se llevaran a cabo por técnicos municipales.

Por entonces solo faltaba que se aprobara la licencia de obras para que los trabajadores del Ayuntamiento empezaran con la reforma, tanto en la capilla como en las propias instalaciones. Una obra en la que también está presente la Caja Rural de Jaén, que colabora de manera económica en dichas mejoras. Esta decisión se anunció en la misma jornada en la entidad bancaria y el Obispado de Jaén renovaron su convenio de colaboración que se firmó por primera vez hace ocho años y, que desde entonces, se renueva con periodicidad bienal. Certificaron el compromiso el obispo de la diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, y el presidente de Caja Rural, José Luis García-Lomas. En el caso de las obras del convento baezano, Caja Rural colabora de manera financiera en la rehabilitación tanto en la capilla como en las propias instalaciones. El Ayuntamiento baezano también mostró una gran en la realización de estas reformas. Desde entonces las monjas se mantienen a la espera, pero sor Elena, una de las nueve hermanas que forma parte de la congregación que cuidan y viven en el convento, confirmó a Diario JAÉN que las obras “están a punto de comenzar”, según les han informado, aunque no les han concretado una fecha concreta aún.

“Estamos muy contentas con la noticia, llevábamos mucho esperando y se están portando muy bien con nosotras”, manifestó. Según la obra “Noticias y Documentos para la Historia de Baeza”, de Francisco de Cózar Martínez el convento de San Andrés se construyó en 1409 para religiosos claustrales. Las monjas todavía conservan el mortero de piedra que usaba en sus labores de cocina. Los religiosos permanecieron desde 1409 hasta 1493, cuando fueron trasladados a otros monasterios debido a la reforma que llevaron a cabo los Reyes Católicos. Al quedar desierto y, ante la ruina del convento Santa Clara, las religiosas clarisas franciscanas solicitaron el traslado al convento de San Antonio que ocuparon a finales del siglo XV. Sin embargo, no es la única reforma que necesita el convento baezano, según las hermanas que se encargan de custodiarlo, además de las mejoras aprobadas, también hay que reforzar “los tejados, pues se encuentran bastante deteriorados”, por lo que confían que sea el siguiente paso.

Hay que destacar que el convento es uno de los múltiples tesoros que el municipio baezano alberga en su interior. En el caso de la capilla, destaca la portada de la fachada, en lo referente al exterior. Por su parte, el interior de la iglesia ha sido muy alterado. En cuanto a su historia, en el antiguo retablo mayor, destruido en 1936, se guardaban reliquias de San Antonio. Es tradición que la Reina Católica se hospedó varios días en el monasterio, por ello lleva el nombre de Real. Antes de la destrucción en la Guerra Civil, existió un archivo, así como una pintura en lienzo de la Virgen de los Dolores, llamada del transito y que, en épocas de epidemias, sequías, u otros sucesos, se procesionaba.