La entrada de Andalucía

La comarca Noroeste de la provincia posee numerosos atractivos turísticos capaces de satisfacer la demanda de todo tipo de visitantes. Está conformada por las poblaciones de Linares, La Carolina, Bailén, Jabalquinto, Santa Elena, Carboneros, Aldeaquemada, Baños de la Encina y Guarromán. Uno de sus recursos más importantes está basado en el crecimiento del turismo rural, en general, y minero, en particular. En la demarcación de Linares-La Carolina existen muchos restos de antiguas explotaciones mineras que dieron una gran época de esplendor a estas tierras. Destacables son también las excavaciones acaecidas en la antigua ciudad de Cástulo, actualmente Linares; numerosas pinturas rupestres en Despeñaperros, e incluso edificios rehabilitados como el Real Pósito de Labradores, de Carboneros, y el histórico Camarín Barroco del Cristo de la Luz, del siglo XVIII, que se conserva en el Santuario de Baños de la Encina. En este término municipal se halla también lo que se denomina Playa del Tamujoso, que forma parte del embalse del Rumblar, un gigantesco pantano que forma una hermosa playa de interior. Es un lugar idóneo para nadar tranquilamente, pescar, pasear en kayak, jugar a las palas e incluso tomar el sol.

Por otro lado, la denominada Puerta de Andalucía, como también se le conoce a Santa Elena, tiene parajes naturales de gran valor paisajístico, como el de La Aliseda, convertido ahora en área recreativa por la que discurre un río de aguas cristalinas bajo un lecho pedregoso llamado La Campana. Es una de las zonas más concurridas de la provincia ya que es visitada por numerosas personas cada fin de semana, que se desplazan a disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Todo su terreno está plagado de abundante vegetación que contribuye a la continua oxigenación atmosférica, motivo por el que, en este lugar, se disfruta de un privilegiado microclima. Otro de los atractivos es el Santuario Ibérico del Collado de los Jardines, entre Santa Elena y Aldeaquemada, donde se encuentra la denominada Cueva de los Muñecos.

Al respecto cabe destacar que se han hallado numerosas figurillas o exvotos, consistentes en pequeñas figuras de bronce que los lugareños denominan como muñecos, y que representan a sacerdotes, guerreros, mujeres y hombres. Precisamente, la búsqueda de estas antiguas reliquias por parte de expoliadores ha provocado daños como el agujereo de la superficie del tramo final del camino que lleva hasta tan singular cueva.

Por su parte, el municipio de Jabalquinto basa su actividad económica principal en la agricultura, concretamente en el cultivo del olivar y otras materias herbáceas industriales, como la remolacha y el algodón en las vegas. Precisamente, la cercanía de este municipio a Linares y Bailén supone una actividad de colocación ligada al consumo de la construcción o los servicios en estas grandes ciudades. Jabalquinto tiene un patrimonio arquitectónico donde destacan la iglesia parroquial de la Encarnación, que fue construida durante los siglos XVI, XVII y XVIII, y cuenta con una interesante portada renacentista; El Palacio de Jabalquinto, que fue iniciado en el siglo XV por los Benavides y, posteriormente, continuada por los condes de Benavente, siglos más tarde. En otro orden de cosas, la gastronomía de la comarca Noroeste está integrada por platos típicos basados en productos provenientes de las actividades cinegéticas que se practican en toda la zona como el jabalí en adobo, la perdiz en escabeche, el conejo al barrillo, el escalopito de gamo y el paté de perdiz.

Destacables también son los museos y monumentos en honor a la Batalla de las Navas de Tolosa, acaecida en 1212 entre la coalición cristiana formada por unos setenta mil soldados, y los ciento veinte mil musulmanes pertenecientes al imperio almohade. Tal contienda tuvo lugar en el paraje denominado Mesa del Rey, aunque también existen vestigios de este enfrentamiento en poblaciones como La Carolina y Santa Elena, entre otras. En definitiva, si se visita Jaén hay que pasar por esta comarca.