Gran tierra llena de magia

Durante estas semanas han sido muchas las iniciativas llevadas a cabo por diferentes personas e instituciones para acercar la cultura y el turismo desde casa. Así, por ejemplo, la Junta de Andalucía se ha dedicado a elegir un enclave de cada una de las provincias para que, a través de internet, los usuarios puedan visitarlo. El elegido de Jaén no es otro que Sierra Mágina, uno de los puntos más bellos y, a la vez, más desconocidos con los que cuenta la provincia jiennense. La palabra mágina proviene del latín magus “mago”, o por el nombre latino Magnus, “grande, excelso”. Y ambas acepciones sirven para describir de una forma clara a este maravilloso punto de la provincia.

En el sur de Jaén se encuentra este parque natural, declarado así en el año 1989, que se encuentra próximo a los límites con Granada. Un lugar que, además, es histórico por lo que alberga. Allí se cruza la Ruta de los Nazaríes, un patrimonio histórico y monumental que servía para unir Navas de Tolosa con Granada y que supone el motivo por el que existen tantos castillos y fortalezas a lo largo del paisaje jiennense.

Sus condiciones orográficas, con un crecimiento altitudinal muy notable en una extensión reducida, proporciona una sobresaliente diversidad paisajística. De hecho, en esta zona está la mayor cota de la provincia de Jaén y una de las cumbres más elevadas de Andalucía, el Pico Mágina, que con sus 2.167 metros corona un macizo calizo, abrupto e inaccesible. Así, este lugar se convierte en ocasiones en el hogar de pastores y neveros, y es también el perfecto e idóneo escenario para ávidos montañeros.

Y es que este recóndito lugar tiene un doble encanto. Debido a su situación geográfica y su altitud cuenta con una alta diversidad de flora y fauna que, en realidad, puede dejar al visitante sin palabras. A su vez, conserva siglos de historia de leyendas de la época del medievo en la que las batallas y las intrigas entre diferentes núcleos de población fueron patentes. Y es que esas fortificaciones que están desplegadas a lo largo y ancho del lugar son un ejemplo viviente y que perdura hasta nuestros días de la época pasada y, a su vez, son una manera de reconocer la arquitectura militar de aquel momento. Pero, a su vez, también son un síntoma de una época en la que se produjo un abandono de los pueblos más pequeños y que dio como resultado un gran vacío demográfico en la zona con la desaparición de numerosas fortalezas rurales y de personas que decidieron protegerse en las fortificaciones que había durante los tiempos de guerra y mayor incertidumbre social. Eso sí, también cabe destacar que muchos de esos castillos y fortalezas son el origen real de los pueblos y municipios que hoy en día forman parte de la provincia y que se forman gracias a sus gentes.

Los castillos de Sierra Mágina se distribuyen, en su mayoría, en torno a los valles del Jandulilla y del Guadalbullón. El valle del Jandulilla es uno de los pasos que comunican el Alto Guadalquivir con Granada y, por tanto, era un punto estratégico de gran interés y relevancia durante la etapa medieval. Por este motivo, toda esta zona cuenta con una rica historia que a los visitantes y a los propios vecinos de la provincia dejará sin palabras y les servirá para conocer a los antepasados que habitaban estos sitios.

Entre los castillos más destacados están el de Cambil, que se trata de una fortificación del siglo XIII, de la época de los Nazaríes, que fue conquistado por el infante Don Pedro, tío de Alfonso XI El justiciero en el año 1315. Allí también se ubica el Castillo de Alhabar, del siglo XIII y también en estado ruinoso.

Por otro lado, hay otro castillo en Jódar y que está situado en pleno casco histórico de la ciudad. Se trata de una fortificación de carácter defensivo que se adaptó a lo largo del tiempo a las demandas y necesidades de las personas que lo estuvieron habitando durante los siguientes siglos. Es considerado como el castillo más antiguo de Andalucía y a pesar de que tuvo gran protagonismo con los musulmanes, su origen está en la España ibérica. Además, en el año 1985 fue declarado Monumento Histórico y actualmente alberga el Centro de Recepción e Interpretación del parque natural de Sierra Mágina.

También está el castillo de Albanchez de Mágina que es uno de los más interesantes y misteriosos de la provincia, para empezar porque no se conoce con exactitud su origen, pero fue de gran interés defensivo ya que se construyó en una imponente escarpada. Y por último el castillo de Jimena y de Bedmar. El primero de ellos cuenta con la Torre del Homenaje que ata del siglo X y que servía para la defensa hasta que, con la llegada de la hegemonía cristiana, pasó a ser una residencia señorial y pasó por diferentes remodelaciones hasta que pasó a ser monumento y no una vivienda. Por el otro lado, el castillo de Bedmar data del año 1411 y se encuentra a una altura privilegiada para quienes lo visitan. Se creó por mandato de la Orden de Santiago para contar con un enclave defensivo que sirviera contra el Reino de Granada.

En lo que respecta a su flora, Sierra Mágina está plagada de olivos que pueblan casi todos los valles de esta zona montañosa que es parte de la cordillera Bética. Sin embargo, no solo hay olivos en este lugar, sino que también es fácil encontrarse con pinos, enebros, sabinas y quejigos que embellecen el paisaje y consigue enamorar tanto a los turistas como a los de la propia tierra con unas preciosas imágenes que dejan claro que este lugar es uno de los más envidiados de toda la provincia. Además, si destaca el Pinar de Cánava en el municipio de Jimena. Este enclave es un interesante ecosistema forestal que tiene al pino carrasco como protagonista. La singularidad de este pinar, que cuenta con unos 120 ejemplares, es que presenta un alto grado de naturalidad y, sobre todo, la longevidad de sus miembros, con pinos de entre 100 y 250 años. Además, gracias a su disposición, desde las alturas se pueden contemplar bellos lugares que forman parte de la provincia, de forma que se pueden contemplar bellas panorámicas de Sierra Mágina, del olivar de la Campiña de Jaén, así como de algunos de los monumentos que descansan a sus pies, como son Jimena, Torres o Albanchez de Mágina.

Por tanto, se trata de un lugar que en su interior alberga una magia especial y en el que tanto los jiennenses como los visitantes pueden perderse para encontrar un sitio que es especial por si mismo.