Gracias, gracias y gracias

María Dolores Sánchez Pliego, alcaldesa de Santisteban del Puerto

26 abr 2020 / 12:42 H.

Ya lo cantaba Serrat: “Fue sin querer. Es caprichoso el azar, no te busqué ni me viniste a buscar...” Así llegan las cosas, sin esperarlo. ¿Acaso alguien pensó que un virus iba a desmoronar nuestro modelo de globalización y se iba a reír tanto de nuestro gran progreso económico y social?

Hace un mes y medio, ni imaginarme podía que sería alcaldesa de mi pueblo. Desde ese momento cogí mis miedos y los transformé en decisiones. La responsabilidad creció porque ya nada era como antes. En mi mano estaba empezar a sacrificar “voluntariamente” nuestro trabajo, hábitos y obligaciones personales (digo voluntariamente porque aún no se había decretado el estado de alarma). Santisteban no pudo estar más a la altura. Qué orgullosa me siento del esfuerzo de mi pueblo, pues esos días de adelanto fueron precedente para estar como estamos ahora, sanos.

En general, los ayuntamientos de la provincia nos estamos moviendo en la misma dirección; desinfección diaria, reparto de medicinas y alimentos a mayores y personas impedidas y atención primaria a los que más lo necesitan. Vamos tomando medidas a diario por que cada día es diferente y con problemas diferentes. Aunque no puedes evitar pensar en el futuro, el ahora es lo importante.

Cada pueblo tiene sus circunstancias y cada uno actuamos en función de ellas sobre todo económica y culturalmente hablando. Nos estamos viendo obligados debido al estado de alarma a suspender, aunque las seguimos viviendo desde el corazón, nuestras tradiciones, fiestas, cultos, todo lo que nos identifica como pueblo.

Desde este Ayuntamiento nos estamos centrando en varias cuestiones fundamentales como es la contención de la propagación del virus, sin olvidar a nuestros autónomos y pequeños empresarios, pues en ellos descansa todo el peso de esta crisis, y no hablo de la sanitaria, sino de la económica. Ellos son los más vulnerables debido a esta situación y los que van a necesitar una actuación específica por nuestra parte.

Ya estamos empezando a trabajar y las medidas irán encaminadas en varios sentidos; de tipo fiscal, subvenciones, facilidades administrativas, ayudas... Todo lo que esté en nuestra mano y nos permitan.

Continuaremos manteniendo y aumentando las políticas sociales que ayuden a mejorar las condiciones de vida de los que más lo necesitan, como lo estamos haciendo hasta ahora.

No olvidamos, como no puede ser de otra manera, a las familias que ya empiezan a temer por el día de mañana, llevamos desde el minuto uno apoyándolas y a su lado.

Necesito, más que seguir hablando de medidas y como humilde servidora de Santisteban que soy, dar las Gracias a mi pueblo por su comportamiento ejemplar. Estoy admirada de vuestra capacidad de protección para con vosotros mismos y con los demás. Sólo os digo que cada situación en la vida esconde una lección que aprender, cuando podamos volver a mostrar nuestra sonrisa hoy oculta tras esa fría mascarilla lo entenderemos. Gracias al personal del Ayuntamiento por su dedicación y trabajo diario, sois mi gran apoyo en estos momentos. Gracias por vuestra dedicación continua. Gracias a Policía Local, a Protección Civil y a nuestros sanitarios por vuestra labor incansable al servicio de todos. No es fácil enfrentarse al “enemigo” como lo hacéis vosotros. Gracias al personal de la Residencia por cuidar y dar cariño como nadie. Gracias al equipo de Gobierno y a los concejales de la oposición por vuestro apoyo y ayuda en estos momentos. Un objetivo común nos une, el bienestar de nuestro pueblo. Gracias a la Diputación de Jaén, a la Subdelegación de Gobierno y a la Junta de Andalucía por esas mascarillas que cayeron como agua de mayo en ese momento.

Gracias a esas manos calladas que confeccionan mascarillas, gracias a las asociaciones por vuestra generosidad. Gracias a las cooperativas, empresas y particulares del pueblo por vuestras donaciones de alimento, aceite y productos sanitarios.

Gracias al tejido empresarial de Santisteban, autónomos y sector hostelero, ese día nos salvasteis a todos.

Sirvan estas líneas para desear una pronta recuperación a los que luchan contra este “enemigo callado” y mostrar mi respeto y condolencias a los familiares de todos los que no sobrevivieron a esta dura batalla.

Tenemos que ser conscientes del tremendo cambio que estamos sufriendo en nuestro modo de vida, en nuestras costumbres, en nuestro sistema económico. La incertidumbre del mañana nos lleva a pensar que nada será fácil ni como lo habíamos imaginado. Pero no podemos desfallecer, tenemos que seguir cuidándonos como hasta ahora o más si cabe. Nos espera un nuevo despertar en el que demostraremos el gran país que somos.