Esencia verde en Reino nazarí

Amor por la tierra allí donde se esté. La provincia jiennense ha sido siempre una cuna de talento, de grandes profesionales que durante muchos años tuvieron que dejar el calor de su hogar en busca de un futuro en lo que siempre soñaron. Son aquellos que marchaban a las universidades cuando aún la UJA no había nacido. Muchos de ellos decidieron quedarse a residir en los territorios donde estudiaron, pero nunca han olvidado sus raíces, esas de color verde y sabor a oro líquido. Un grupo de estos protagonistas decidió embarcarse en una gran aventura hace más de treinta años, la Casa de Jaén en Granada que, en la actualidad, cuenta con más de cien socios.

Este colectivo se fundó cuando un grupo de seis promotores, enamorados de su tierra, quisieron crear una asociación cultural que tuviera la finalidad de divulgar los valores culturales de Jaén, pero también de Granada al ser el epicentro de esta bonita iniciativa. Esos valores se ponen de manifiesto a través de conferencias que se realizan de forma semanal, cada jueves, presentaciones de libros, viajes, tienen una caseta propia en el Corpus, exposiciones, jornadas gastronómicas, entre otras muchas, que se realizan a lo largo de todo el año. La asamblea constitutiva llegó el 15 de marzo de 1986, de la que salió elegido presidente Francisco González de Castro, que ocupó el cargo 25 años. Por entonces se reunían en unos bajos pertenecientes al Hotel Ana María en el camino de Ronda. Más tarde quisieron expandirse y adquirieron una sede cuyas puertas siempre están abiertas para todos los jiennenses y granadinos que quieran compartir las raíces de la tierra santa. “Somos una asociación abierta a todo el público, a nuestros paisanos, pero también para todos los granadinos que se quieran acercar a disfrutar de la cultura”, relató Apolonio Carabaño, el ubetense que preside este colectivo sin ánimo de lucro desde 2012, en sustitución del también ubetense, Francisco González de Castro, que había fallecido.

Tres años más tarde, cuando la Casa de Jaén en Granada ya era un hecho, se decidió dar un paso más y organizar la Semana Cultural, siete días grandes en los que parte de la esencia de Jaén se lleva hasta la ciudad nazarí. “Las actividades que programamos se centran en distintos aspectos de la provincia para promocionarla y compartirlos con los residentes en Granada”, declara Carabaño, volcado en cada una de las iniciativas que se organizan en las que ponen “la mayor de las ilusiones”. Durante toda una semana, jiennenses y granadinos se han dado cita en diferentes espacios para conocer un poco mejor la cultura del Santo Reino a través de múltiples actividades:

“los olivos de jaén”. Una exposición de pintura para trasladarse hasta un sembrado olivarero, oler a campo sin necesidad de salir del salón de actos “Juan Machado”. Realizada por Carlos Cano Piedra, socio fundador y quien fuera director de la Escuela de Artes y Oficios, ha recreado, a grafito, una variedad de olivos, además de ramas, troncos o árboles centenarios, a los que “les da vida”. La muestra, que ha ya recorrido varios lugares, hizo parada en la Casa de Jaén en Granada para el deleite de todos aquellos que añoran el mar de olivos. “Es una auténtica maravilla y una muestra diferente a lo que estamos acostumbrados a observar en este tipo de exposiciones”, comenta el presidente. La inauguración, bastante numerosa, fue el pasado lunes a la que siguió una copa de bienvenida a todos los asistentes con el fin de que tomaran fuerzas para todo lo que estaba por venir.

“Reflexiones de un juez de menores”. La segunda jornada supuso un éxito absoluto. El magistrado y juez Emilio Calatayud copó la atención de buena parte de los jiennenses y granadinos que no quisieron perderse la experiencia del reputado profesional y llenaron la sala “Juan Machado”. En su intervención compartió algunas de las conclusiones a las que ha llegado en su dilatada trayectoria con los menores. El magistrado comentó algunas de las historias que ha tenido que vivir en primera persona y ofreció algunos consejos a los padres en referencia a la educación de sus hijos. “Es una persona singular y, aunque no sea jiennense, siempre merece la pena escucharlo y ya nos ha visitado en varias ocasiones, describe Carabaño.

“Enfermos ilustres”. Una nueva conferencia se organizó en la tercera jornada de la mano de Blas Gil Extremera, catedrático de la Facultad de Medicina de Granada, natural de Campillo de Arenas. Una original apuesta que tuvo como protagonista a Manuel de Falla, del que se va a publicar un libro en las próximas semanas. “Se abordó las enfermedades que padeció el compositor y fue un encuentro muy interesante”, afirmó el máximo representante de la asociación jiennense.

“Torres, municipio giennense”. María José Sánchez Lozano es la cronista oficial del municipio de Sierra Mágina y expuso algunas de las maravillas que alberga Torres con todos los presentes en el salón de actos Juan Machado para dar a conocer los territorios que componen la provincia, uno de los grandes valores que persigue la asociación. Además, no asistió sola, la acompañó el alcalde del pueblo, Roberto Moreno.

“Pandivos”. En la “semana grande” de la asociación cultural no podría faltar la música. Por ello, el pasado viernes, ya en el ocaso de la programación, lo más “bailarines” disfrutaron de Pandivos y “sus canciones de siempre”. Compuesto por siete integrantes granadinos, su repertorio está integrado por música hisponoamericana, así como de España. Demostraron su talento a ritmo de pasodobles, boleros, ritmos de guaranía, tangos o rancheras entre las que no faltaron “Sombras”, “Si nos dejan”, “Por una cabeza Gardel” o “Yo Soy del Sur”, entre otros.

“Premios casa de jaén en granada”. La guinda final llegó en la misma jornada de ayer, destinada a reconocer la labor de personas y entidades que hacen a Jaén “aún más grande”. Los galardonados fueron Juan Espejo, director de Diario JAÉN; José Luis García Lomas, presidente de la Caja Rural de Jaén y de la Fundación; Museo de La Carolina; el pintor Juan Aranda y, Sebastián Martínez, socio del colectivo.

Una vez finalizada la semana, toca hacer balance y Apolonio Carabaño lo tiene claro: “Para nosotros la recompensa al esfuerzo llega cuando vemos al público, sea de donde sea, disfrutar con las actividades que organizamos y nos agradecen que no cesemos en nuestro trabajo para llevar la cultura jiennense a la ciudad de Granada. Todas las actividades han tenido un gran éxito y solo puedo sentirme satisfecho por ello”, sentencia el presidente. Por delante queda mucho más por hacer, aunque el reto esencial que se marca la asociación es “atraer a los jóvenes”. “Aunque muestran interés nos cuesta que se acerquen hasta la Casa de Jaén, pero es esencial su presencia pues ellos deben tomar el testigo y ser los que sigan manteniendo a esta asociación viva, por ello queremos escucharlos y que tengan un espacio para que se reúnan y formen parte activa de nuestra asociación para que la Casa de Jaén en Granada tenga un próspero futuro”, dijo, que es precisamente el que merece.