De la Cueva del Morrón

Este lugar se considera, hoy por hoy, el único yacimiento con pinturas rupestres paleolíticas de la provincia de Jaén y ha sido sometido a múltiples estudios

03 nov 2019 / 16:45 H.

E ste es el cuarto capítulo de colaboración que, en La Semana, se viene publicando relacionada con el municipio de Torres a través de la amabilidad de “Diario JAÉN, algo más que un periódico”.

Para ello, quien esto escribe seguirá apoyándose de “Jaén, pueblos y ciudades”, una bibliografía magnífica que ojalá muchas personas tengan en su hemeroteca particular. Ejemplo tal vez sean, no se lo he preguntado aún, el matrimonio residente en Mancha Real aunque nacido en Torres y que conforman Paqui Quintana Cobo y Antonio Pérez Ortega pues, a ellos y a sus seres queridos va dedicada la colaboración de esta semana. “Lo merecen, se lo merecen”. No hablamos demasiado porque no nos vemos mucho, pero “saber hablar, respetar, escuchar” es, sin ninguna duda, algo que forma parte de su vida como personas educadas, trabajadoras, responsables... A buen seguro que, aunque haya quienes no conozcan a Antonio y Paqui, comprenderán que nos estamos refiriendo a personas de las que debiera haber muchas en el mundo. Si así fuera, el mundo caminaría de maravilla. Después de la introducción, vamos con la Cueva del Morrón y otras personas de un lugar pequeño en extensión, pero grande por todo lo demás. Antes de llegar a la primera gran sala de la citada cueva se encuentra, hacia el fondo, otra de menores proporciones en esta cueva a la que se entra por un terreno en el que hay que agacharse en la cala de pequeñas dimensiones y con el techo muy bajo y con pinturas de hace... Es un conjunto compuesto, configurado por dos cabras montesas, una de color rojo y la otra de negro, de unos 20 centímetros de longitud. Está dibujado el perfil de las cabras, así como las patas y los cuernos y se pintaron en actitud “de movimiento”.

Escribimos, sin duda, sobre una especie de santuario en el cual, las pinturas tienen “finalidad mágica”, propia para la práctica cazadora que, como se sabe, era el principal medio de vida para aquellas poblaciones de este paraje de la comarca de Sierra Mágina. En la etapa anterior a la de la historia, en la prehistoria, tiempo en el cual las cuevas eran los lugares donde normalmente se habitaba, no hay que olvidar que estamos leyendo, ahora mismo, en relación a un periodo en el que eran muy duras las condiciones climatológicas: intenso frío, nieves semi-permantes... Volvemos a recordar a Torres y el Aznaitín, los campos de olivos y cerezos, el agua abundante, la fuente mayor, así como Jimena, Bedmar, Mancha Real, Albanchez... sin apartar a los torreños que dieron, dan y darán “lo mejor de sí”. Entre otras poderosa razones para no perder su amor al terreno, su personalidad, sus señas de identidad... No, desde luego que no nos olvidamos de otras cosas con una gran importancia y relacionadas “muy íntimamente” con Torres, uno de los municipios más pequeños donde se celebra un festival de mucha calidad y muy diferente gracias a la Diputación Provincial.

En este pueblo no faltan inversiones a favor del empleo, ni respaldo a los proyectos culturales y formativos, existiendo posibles mejoras en los accesos al Parque Natural de Sierra Mágina, cursos de verano de la Universidad de Jaén, comunicación con municipios cercanos, Jaén capital y otros núcleos de población. No queremos continuar sin recordar lo que siempre se celebra, es el Festival Imagina Funk, una extraordinaria iniciativa musical incluida en la programación de Jaén en Julio.

Torres es cielo, agua, tierra, olivar, calles, plazas, rincones, piedra sobre piedra. También es labriosidad, paz, tranquilidad, geografía, historia, costumbre, tradiciones, cultura, enseñanza, educación, tipismo, curiosidades, presente, futuro... Torres es Torres, ¿qué es un Torre? Si tuviéramos que incluir en esta colaboración los significados de dicha palabra estaríamos escribiendo bastante tiempo y ocuparíamos un espacio grande en el periódico. Por eso, lo dejaremos para otra ocasión.

Con el deseo, sin duda, de volver el próximo domingo, les invitamos a que lean esta colaboración de Torres, situado al nordeste de Sierra Mágina. Tiene una superficie de algo más de 80 kilómetros cuadrados y una altitud que se acerca a los 900 metros. El censo de habitantes se cifra en algo más de 1.800. Limita con Albanchez, Cambil, Pegalajar y Jimena, dista de la capital de unos 31 kilómetros. En comunicaciones, dispone de la J-3242 Mancha Real-Torres; la J-3223, Torres A-320, que comunica al municipio con la carretera comarcal A-320 en el tramo entre Mancha Real y Jimena, además de la J-3221, entre Torres y Albanchez. Para el domingo próximo “Heráldica, el escudo de Torres” y literatura entre Torres y Canena. Esperaremos siete días con ilusión y enormes ganas de transmitir. Eso sí, siempre dispuestos a recibir las críticas constructivas de los lectores. Hasta el domingo que viene. Saludos.