Con vibraciones musicales

La casa del líder de Apache emana la paz que confieren materiales orgánicos, como la madera, la piedra o el ladrillo, y una decoración sencilla, elegida con sumo gusto

12 mar 2016 / 20:34 H.

Transmite calidez, confort y buenas vibraciones”. Más allá de la descripción física, con estas palabras resume Luis Miguel Peláez las sensaciones que considera que despierta su casa. Un inmueble, situado a las afueras de la capital, que sorprende en su diseño arquitectónico y encanta con un interior en el que la decoración están tan cuidada como la elección de sus materiales constructivos. La madera, la piedra, el ladrillo visto y la vida que aportan las plantas son la “mezcla adecuada” de esta casa de “autoconstrucción” en la que sus “casi 180 metros cuadrados” se reparten entre 5 entreplantas.

Se proyectó así —explica el líder de la mítica banda jiennense Apache— para sortear el desnivel del terreno y el resultado fue una estructura abuhardillada en la que el tránsito de una planta a otra se realiza por tramos de escaleras de apenas 5 o 6 peldaños y en la que, en las últimas tres entreplantas, se abren espacios totalmente diáfanos en los que parece que su superficie se magnifica.

Esta singular distribución se complementa con una decoración sin demasiados muebles para evitar sobrecargar el espacio. De ello se encargó el propio cantante, que se confiesa un aparejador “frustrado”. Cursó hasta tercero, cuando Euterpe, la musa griega de la música, lo conquistó para sí. A ella le ha dedicado su vida, pero mantuvo el gusto por la construcción y por la decoración de interiores. En este sentido, admite haberse dejado asesorar por expertos y destaca el enriquecimiento estético que le ha aportado viajar tanto, gracias a su profesión. “He cogido ideas de hoteles, de lugares a los que he ido a tocar y me he ido enriqueciendo”. Eso, sin contar —señala—: “Que también me ha gustado hojear revistas de decoración”.

Poco a poco, ha ido llenando de vida una vivienda netamente musical a la que —apunta Luis Miguel—: “Le he ido echando dinero conforme lo ganaba”. La casa, que exhala paz y “buenas vibraciones”, dispone de calefacción radiante y se distingue por un aislamiento térmico y acústico realizado por la empresa de su tío Ricardo, Aislamientos Peláez, en el que el cantante dice no haber escatimado gastos. Gracias a esto, la casa, en la que el músico subraya que pasa “muchísimas horas, con la guitarra encima, la toque o no”, se aclimata “prácticamente sola”, tanto en verano como en invierno.

Y, “si la casa es bonita, los detalles entretienen”. También es una frase de este querido cantante, que destaca su decoración étnica, derivada de su pasión por el mundo indígena, y el toque que le da el vidrio finlandés de su etapa en Escandinavia.

Una escalera que “vuela” hasta el cielo

Sentado en la escalera que “vuela” sobre el salón y lleva al dormitorio de la última entreplanta, el cantante de Apache posa con la guitarra acústica con la que ejercita los dedos. “Me sirve para que estén fuertes para cuando cojo la eléctrica”. De las diez guitarras que tiene, dice sentir especial predilección por una LAG francesa. “Me costó 220.000 pesetas, en el año 1983-84”.

Barcelona: conciertos Y DECORACIÓN

Asegura Luis MIguel Peláez que, “cuando estás decorando tu casa, eres un adicto a las tiendas de decoración”. En su caso, destaca una tienda barcelonesa que le “entusiasmaba” y por la que casi siempre hacía una escala cada vez que Apache subía a tocar a la ciudad condal. Mientras sus compañeros “flipaban” con él, el líder de Apache señala que de Barcelona se trajo “toalleros para la planta de arriba, accesorios para baño, muchos adornos de decoración y de forja” y las cuatro sillas de madera que franquean la mesa de la cocina. Cada una pesa unos “25 o 30 kilos”. Aún recuerda el esfuerzo que supuso transportarlas.

dormitorio
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Abuhardillado, cuenta con una cama indonesa, de 1,5 metros de ancho, realizada en caña de Manao, como la consola y las mesitas. El suelo es un entarimado de color azul oscuro.

detalles indios
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Apasionado del universo de los indígenas americanos, la talla de un indio de dos metros de altura guarda el salón, con su lanza y arcos que Luis Miguel compró posteriormente.

gimnasio
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Dispone de diferentes máquinas de musculación y ejercicios con las que el músico se entrena para darlo todo sobre el escenario y también para sentirse a gusto consigo mismo.

estudio de grabación
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En la primera entreplanta se encuentra la academia de música del cantante, con un aula y un estudio de grabación. Desde 1996, ha dado clases a unas 240 personas.

guitarras
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Entre la decena de guitarras que tiene el líder de Apache, cuenta su primera acústica, del año 76; una Fender, del 79, o una “Patrick Eggle” que tiene “como una reliquia”.

baño con jacuzzi
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En la última entreplanta, se encuentra el baño. Además de una ducha en ladrillo rústico, hay un jacuzzi-spa para dos personas y lavabos cuya grifería envejeció el propio cantante.